LA SINFONIA
Enviado por kevin98 • 15 de Noviembre de 2012 • 1.632 Palabras (7 Páginas) • 318 Visitas
I.E. NUEVA GRANADA
ÁREA: Artística ASIGNATURA: Música PERÍODO: IV AÑO: 2012
TEMA: Música Erudita, La Sinfonía. DOCENTE: Víctor Hugo Muñoz C.
Herbert von Karajan
Lee detenidamente el texto, prestando especial atención a las descripciones de las épocas, las formas musicales empleadas, las características y los representantes en cada época y país y sus principales aportes. Luego, desarrolla en tu cuaderno las cuestiones que se plantean al final de este documento (puedes encontrar este documento en victorhugo2.jimdo.com, o a través de la página institucional).
Espero realices este proceso con gran compromiso y dedicación, pues así tu proceso de aprendizaje resultará más significativo. ¡Que disfrutes este interesante viaje musical!
LA SINFONÍA
Una sinfonía es una obra a gran escala para orquesta, que por lo general se divide en cuatro o más secciones separadas llamadas “movimientos”.
Esta es la definición técnica. Pero sin embargo, el sólo hecho de mencionar los nombres de famosas sinfonías (de Beethoven, la Quinta, la Heroica, la Novena; de Mozart la No. 40, la Júpiter; la Sinfonía Inconclusa, de Schubert; la Italiana, de Mendelssohn; la Primera, de Brahms; la Sinfonía del Nuevo Mundo, de Dvorak; la Sinfonía Patética, de Tchaikovsky; Resurrección, de Mahler) es evocar todos los mundos de belleza y grandeza musical. Por más de doscientos años las grandes sinfonías de los grandes compositores han sido las piedras fundamentales del repertorio de conciertos, y las mismísimas piezas que, para muchas personas, simbolizan la música clásica.
El precursor directo de la moderna sinfonía fue la obertura de la ópera italiana de principios del siglo XVIII. Esta forma, llamada “sinfonía” en italiano, constaba de tres movimientos separados, siempre en el orden rápido-lento-rápido. Hacia mediados del siglo, varios compositores empezaron a escribir sinfonías más elaboradas, ya no destinadas a la sala de teatro, sino para su interpretación en concierto. Estas fueron las primeras “sinfonías”, en el sentido actual del término, y si bien muchas de ellas estaban formadas por los tres movimientos tradicionales, en ocasiones los compositores expandían la forma para incluir cuatro movimientos. Los primeros compositores sinfónicos eran en su mayoría hombres cuyos nombres hoy en día no nos son muy familiares: una lista breve incluye a Giovanni Battista Sammartini (1698-1775), de Milán; Georg Matthias Monn (1717-1750), Georg Christoph Wagenseil (1715-1777), y Carl Ditters von Dittersdorf (1739-1799), de Viena; Johann Christian Bach (1735-1782), el hijo menor de J. Sebastian Bach, que se estableció en Londres; y Johann Stamitz (1717-1757), Ignaz Holzbauer (1711-1783) y Franz Xaver Richter (1709-1789), de Mannheim, Alemania, la ciudad que fue hogar de la orquesta más grande de la Europa de aquel momento.
Joseph Haydn (1732-1809), quien escribió 104 sinfonías, a menudo es llamado el padre de la sinfonía. No fue ni el primer compositor de sinfonías ni tampoco el más prolífico (Dittersdorf escribió más), pero sí fue el primero en demostrar en lo que la sinfonía podía transformarse en las manos de un genio. Dicho en términos simples: engrandeció la sinfonía escribiendo grandes sinfonías. Y su logro se vio reforzado por las hermosas y brillantes obras de su amigo y admirador, Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), que escribió cuarenta y una sinfonías.
Una nota interesante: naturalmente pensamos en Haydn como un compositor “más antiguo” que Mozart, ya que había nacido mucho antes; pero Haydn escribió sus últimas ocho sinfonías, incluyendo las conocidísimas Militar, Del Reloj, Drumroll, y Londres, después de la muerte de Mozart.
Juntos, Haydn y Mozart establecieron los estándares de la estructura de la sinfonía clásica en cuatro movimientos. Esta estructura incluía un vivaz primer movimiento en forma sonata (a veces precedido por una lenta introducción), un segundo movimiento más lento, más lírico, un movimiento en minuet, y un último movimiento rápido. (Un movimiento en forma sonata consiste en tres secciones principales –exposición, desarrollo y recapitulación- usualmente seguidas por una coda, que lleva el movimiento hacia su final).
Ludwig van Beethoven (1770-1827) mantuvo el modelo en cuatro movimientos para sus sinfonías, y su lenguaje musical, en especial su lenguaje armónico, era sustancialmente el mismo que los de Haydn y Mozart. Pero Beethoven expandió la forma y la expresión sinfónica de innumerables maneras, y en la sinfonía, igual que en otras formas musicales, cimentó el camino desde la era Clásica hacia el Romanticismo. Beethoven escribió sinfonías más extensas, con introducciones lentas expandidas en algunos casos, ampliando en gran medida las secciones de desarrollo y codas, y escribió sinfonías más grandes, más poderosas, intensas, dramáticas, para orquestas más grandes y potentes.
También reemplazó el minuet de la sinfonía clásica con el scherzo, más rápido, más dinámico, y en el último movimiento de su Novena Sinfonía da el notable paso de aumentar la orquesta con voces solistas y coros. Es innegable la grandeza de Haydn y Mozart, pero como sinfonista Beethoven creó un corpus que no tiene parangón. Hasta nuestros días, sus sinfonías siguen siendo consideradas obras monumentales, el estándar contra el que se comparan todas las otras sinfonías. Haydn y Mozart escribieron muchas más sinfonías que Beethoven, en conjunto, pero muchas de sus primeras obras son bastante ligeras, y sólo unas quince
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