La Influencia De La Educación Musical En La Adquisición De Competencias En La Etapa Escolar

La influencia de la educación musical en la adquisición de competencias en la etapa escolar

Resumen:

En vista de dos artículos científicos, se ha realizado una recopilación de los argumentos a favor de la enseñanza musical en la etapa escolar. Primeramente, se destacarán los aspectos de la expresión musical que se desarrollan por dicha instrucción: el sistema de expresión y significación; los procesos cognitivos y las competencias implicadas; la corporalidad; el procesamiento cerebral y el desarrollo musical humano. Además, se analizarán contribuciones al desarrollo de competencias generales como la responsabilidad y la autonomía.

Palabras clave: música, educación musical, competencia musical, desarrollo humano, responsabilidad, autonomía.

The influence of musical education on the acquisition of skills during school

Abstract:

After reviewing two scientific articles, a collection of arguments has been made in favor of musical training during school. First of all, some aspects of musical expression will be highlighted. These are those that develop thanks to such musical instruction: the system of expression and significance; cognitive processes and the competences involved; corporeality; brain processing and musical human development. In addition, contributions to the development of other competences will be analysed, such as responsibility and autonomy.

Key words: music, music education, musical skills, human development, responsibility, autonomy.

Introducción:

Es de conocimiento común que la mayoría de los currículos actuales, sean de formación primaria o secundaria, tienen como objetivo formar alumnos con mayores capacidades lingüísticas que musicales. El sistema educativo actual enfatiza la necesidad de aprender a expresarse por el medio verbal.

Por ello, la Educación Musical se encuentra relegada a ámbitos e instituciones ajenas a las escolares en un gran número de países. Además, en aquellas instituciones escolares en que se la integra, se da una forma de Educación Musical subalternada, que no logra crear mentes musicales. Matos (2011), explica que para enseñar música, generalmente se parte de aspectos ya desarrollados o en desarrollo en el alumno, tales como el lenguaje, la concepción matemática, el desarrollo psicomotriz, etc. De este modo, se le niega a la Educación Musical su propio ambiente de intervención.

Por su lado, Zenatti (1981) realiza una distinción entre la enculturación musical y la educación musical. Plantea que la sociedad no educa musicalmente, sino que se encarga de enculturizar la música. Esto es, utilizarla como medio de expresión cultural en fiestas, canciones de cuna, etc. Por ello, la sola presencia de la música en el entorno no es suficiente para el desarrollo psicológico. Así, la mayoría de las personas alcanza a desarrollar capacidad efectiva de comunicación musical a la de un niño de 10 años. Esto quiere decir, que se puede disfrutar y entender la música con la que estamos familiarizados, pero no se logra comprender la música de estructura compleja.

Para dar lugar a la evolución normal de desarrollo musical, el niño debe recibir educación musical entre los 2 y los 10 años. De ella depende el florecimiento de aptitudes, enriquecimiento de vocabulario, una asimilación de una lengua musical más evolucionada, más moderna y un acceso a formas de expresión musical. Willems (1989) explica que para ello, es indispensable estimular al niño de manera intencionada y constante. Agrega que el desarrollo musical se logra mediante canciones en la infancia, practicando un instrumento melódico, armónico, así como el solfeo, y luego el canto.

Por otro lado, la música constituye un elemento inseparable de la cultura y es un medio para comprender el mundo, la diversidad, desarrollar la capacidad creativa, la comunicación interpersonal y la expresión personal de ideas y sentimientos, con la capacidad emotiva que implica. En este sentido, la educación musical contribuye al desarrollo de competencias generales, tales como la responsabilidad y la autonomía.

A continuación, se detallarán los aspectos musicales y sociales que se desarrollarían en un mayor grado si se le otorgara el espacio que la Enseñanza Musical merece.

Discusión:

Según Reynoso (2010) existen varios aspectos del desarrollo de la expresión musical que se ven favorecidos por la enseñanza musical. He aquí sus explicaciones:

Aspectos del desarrollo de la expresión musical

I. Sistema de expresión

La música y el habla como medios de expresión cuentan con estructuras y reglas particulares. Su desarrollo se asemeja, pero se trata de dos sistemas que difieren por la cualidad de sus elementos: tipo de mensaje, código, procesos de codificación-de-codificación, emisión-recepción, canal, etc.

Además, la interacción con el instrumento aumenta un elemento al circuito de la comunicación. Para poder ejecutar una pieza, el músico debe procesar la información de manera distinta, desarrollar agilidad, potencia y resistencia propias para su instrumento. En otras palabras, implica la realización de procesos cognitivos y psicomotrices específicos.

Pero, si la familia ni la escuela proporcionan la teoría, la técnica o las actitudes correspondientes, el niño no usará este medio. Sería como enseñar mediocremente la escritura alfabética.

II. Significación

Así como el hablante debe interpretar los mensajes verbales mediante la discriminación de estructuras y palabras, también el músico debe reconocer el ritmo, la melodía y la armonía al leer o ejecutar una partitura. Aún así, no es suficiente reconocer estos elementos para producir una significación. Para comprender la música, el individuo debe otorgarle algún sentido o en el mejor de los casos, una sensación.

III. Procesos cognitivos y competencias implicadas

Los ejecutantes unen coordinación, motricidad, audición, relación espacial, lateralidad, procesos de resistencia a la distractibilidad, propio-percepción, cognición y emoción en una sola acción. El cerebro realiza múltiples acciones de manera integrada forzando a utilizar ambos hemisferios y a activar zonas corpóreas y cerebrales que, en el estudio teórico no se requieren.

Al ejecutar un instrumento, la persona no sólo lo toca, sino que se posesiona de éste. A través de la vista y el tacto, el orden de las teclas o cuerdas se asocia al de los sonidos, a los nombres y a las notas. También, el músico toma conciencia de cada parte del cuerpo que pone en juego, especialmente las articulaciones, manos y dedos, y a veces pies

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