No Tengo Idea

Trata de un señor escribió un libro y se dirige a su trabajo, que al llegar a un viejo estacionamiento, en el parque percibe a un hombre alimentando a las aves a pesar de la orrible tormenta. Al tratar de meter el auto una barra de acero se lo impide, el viejo se acerca y lo ayuda, al querer dar las gracias el ya no estaba.

Fue la primera vez que lo vi que estaba alimentando a las palomas. Era un día muy frío, caía copos de nieve. Og había viajado por Estados Unidos promoviendo su libro “El vendedor mas grande del mundo”.

Esa tarde estaba nevando, estaba un poco atrapado en la nieve. Al regresar a casa necesitaba para ingresar el automóvil al estacionamiento necesitaba levantar una barra metálica, lo cual había introducido una llave en una caja que se alquilaba a treinta dólares el mes. Lo cual hizo que la barra cruja y no se levanto. Entonces el viejo se le acerco y le ayudo. Og metió la llave y el viejo se puso debajo de la barra para q no volviera a serrarse, al verlo así recordó a Jesús llevando la cruz.

Luego estaciono su automóvil y al voltear el viejo ya no estaba.

¿La primera vez q le vi. ?

Estaba, el, alimentando a las palomas.

Este sencillo acto de caridad no es por si mismo un espectáculo poco común. Cualquier persona puede encontrar ancianos que parecen necesitar una buena comida, arrojando migajas a los pájaros en los muelles de san Francisco, en la plaza de Boston, en las aceras de Time Square, y en todos los sitios de interés del mundo entero.

Pero este viejo lo hacia durante la peor parte de una brutal tormenta de nieve que, de acuerdo con la estación de noticias de la radio de mi auto, ya había derribado el record anterior con veintiséis pulgadas de miseria blanca en Chicago y sus alrededores.

Con las ruedas traseras de mi auto girando había logrado finalmente subir la leve inclinación de la acera hacia la entrada del estacionamiento, que esta en calle mas allá de mi oficina, cuando me percate por primera ves...

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