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Enviado por PETERJIMENEZ • 3 de Junio de 2013 • 3.905 Palabras (16 Páginas) • 263 Visitas
U.N.A.M.
FACULTAD DE ADMON.Y CONT.
POSGRADO EN CIENCIAS DE LA ADMON.
NOMBRE DEL ALUMNO: PEDRO JIMENEZ CASTRO.
MATERIA: CAPACITACION Y DESARROLLO PERSONAL.
PROFESOR: ADRIAN MENDEZ SALVATORIO.
“EL MEXICANO… PSICOLOGIA DE SUS MOTIVACIONES”
I. INTRODUCCIÓN.
El libro de “El mexicano” se desarrolla bajo la trama de un mexicano el cual se desenvuelve en un terreno inhóspito, carente de seguridad; piso prestado, abonos que le brindan un anhelo de seguridad mensual con fraccionadores disolutos. Pero a pesar de todo siente que su territorio es de él. Espacio mamado a rajatabla pero a pesar de todo espacio vital. Desde hace tiempo, con muy diferentes criterios, con diversos enfoques y desde ángulos variados, el mexicano y su manera de ser se han transformado en una preocupación substancial del propio mexicano. La intelectualidad mexicana se ha aproximado al problema aportando su sistema de pensamiento y su método de trabajo con el fin de conocer nuestra esencia y los matices de nuestra caracterología.
El psicoanálisis considera al ser humano como una entidad biológica que entra en contacto con un ambiente ante el cual su biología habrá de modelarse, expresarse, frustrarse o desarrollarse, de acuerdo con las condiciones que esa biología encuentra en el ambiente que la rodea. Somos similares en tanto nuestra biología es parecida, y diferentes en tanto las condiciones ambientales hacen diferir nuestro destino del de nuestros congéneres.
El psicoanálisis como cuerpo de doctrina, involucra por lo menos tres campos de fuerza de igual envergadura que manejan y operan con factores distintos.
1.- Es una doctrina que ha venido a incrementar los conocimientos que tan lenta y penosamente había desarrollado la psiquiatría.
2.- Es un sistema que con base en sus postulados teóricos, empíricamente adquiridos, actúa como técnica o procedimiento terapéutico con indicaciones bastante precisas y con normas confrontadas una y otra vez en la corroboración clínica experimental
3.- Es un sistema que trata de aprehender conocimientos aislados y hechos aparentemente carentes de conexión, trascendiéndolos en un esquema de pensamiento que hace comprensible al hombre y a sus variadas y múltiples manifestaciones.
El psicoanálisis es un cuerpo de doctrina, una técnica operativa en la resolución de enigmas y un sistema filosófico de pensamiento.
II. CRITICA.
A.- Motivaciones Psicológicas del Mexicano.
En el determinismo de las pautas de conducta la vida infantil es particularmente importante.
Con el transcurso del tiempo, las pautas que fueron externas se internalizan, se transforman en inconscientes y siguen siendo operantes.
El ser humano no es una entidad independiente en el tiempo, sino anclada al pasado y determinada por él.
En toda relación que un sujeto estructura, tienden a repetirse, en forma compulsiva, sus pautas.
Podríamos sintetizar la psicología de la motivación en los siguientes puntos:
1. Existencia de necesidades básicas.
2. Contacto entre necesidades y objetos externos.
3. Dependencia al objeto externo.
4. Elección de sistemas defensivos frente a la actitud del objeto externo.
5. En la interacción de la necesidad, el objeto externo y la defensa ante éste se crean cuchés, pautas, estructuras y “gestalt”.
6. Internalización del objeto externo, de la defensa y la “gestalt”.
7. Externalización del objeto interno o elección de un ambiente conformado al objeto interno, deformación de la realidad para conformarla al objeto interno y así complacer a este último.
8. Dependencia al objeto interno.
Podemos encontrar distorsiones fundamentales en un individuo, en una familia o en un grupo social, con respecto a otros individuos, a otras familias y a otros grupos sociales, derivadas de la forma en la cual han sido manejadas sus necesidades básicas.
El ser humano, objeto de larga dependencia en el seno de la familia, de duración única si se le compara con la dependencia de otras especies, busca vehementemente el amor.
Quienes trabajan y dedican la mayor parte de su tiempo a las cuestiones psicoterapéuticas, encontraron dos tipos básicos de enfermos: unos ignoran que sus padres fueron violentos con ellos o amorosos o severos, no recuerdan las características del padre a pesar de llevarlas incorporadas dentro de sí; sin embargo, al establecer una relación honda y sustancial con su médico, le atribuyen a éste rasgos de severidad, violencia o afecto que no corresponden a la realidad objetiva. Por el contrario existen pacientes que recuerdan con objetividad la manera de ser del padre, de la madre y del ambiente familiar y que a todas luces luchan por mantenerse objetivos enfrente del médico con el fin de eludir repetir una imagen que fue traumática o frustrante.
Lo mexicano y el mexicano entran a la historia con signos peculiares. Uno de nuestros mejores historiadores, Silvio Zavala, ha expresado: México es un país de contactos difíciles. Ha mantenido relaciones pero no vive en relación... ninguna de sus salidas representa el ejercicio de una actividad normal. Media algún desajuste que no impide finalmente el contacto pero sí lo enrarece.
Octavio Paz expresaba: La historia de México es la del hombre que busca su filiación, su origen. Sucesivamente afrancesado, hispanista, indigenista, “pocho”, cruza la historia como un cometa de jade que de vez en cuando relampaguea. En su excéntrica carrera ¿qué persigue? Mas tras su catástrofe: quiere volver a ser sol, volver al centro de vida de donde un día —¿en la Conquista o en la Independencia?— fue desprendido. Nuestra soledad tiene las mismas raíces que el sentimiento religioso. Es una orfandad, una oscura conciencia de que hemos sido arrancados del todo y una ardiente búsqueda: una fuga y un regreso, tentativa por restablecer los lazos que nos unían a la creación.
Podríamos afirmar que lo que conquistó al mundo indígena fue la imagen que el propio indígena proyectó en el conquistador; imagen idealizada de fuerza, de inmortalidad y de leyenda que el indígena llevaba en sus entrañas y que circunstancialmente colocó en el español.
En la conquista se le iba el triunfo o la derrota en una interminable competencia con el hermano mayor. No busca caminos nuevos, ni aventuras, ni gloria aquel que no está frustrado. El que posee la gloria y el triunfo en dios se solaza y con ellos goza, no así el que al carecer de ellos anhela tanto más cuanto más privado está.
Cuando
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