ANALISIS CASO VOLKSWAGEN

ANALISIS CASO VOLKSWAGEN

El mayor engaño corporativo de la historia exploto cuando la empresa Volkswagen admitió públicamente haber manipulado sus motores a través de software para que parecieran más ecológicos causando gran revuelo no solo para la marca sino para la industria automotriz en general. Con el fin de evitar la contaminación de las emisiones de combustibles fósiles del diesel causantes del smooth, enfermedades relacionadas y el calentamiento global.  Los países regulan las emisiones de los autos incentivando  la reducción de las mismas con reducción de impuestos y otras ayudas.

Esto ha causado un impacto mundial no solo por la afectación sino por el engaño y la falta de ética, principios y valores que ellos mismos promulgan, dándole más importancia los dividendos y los intereses particulares y de grupos de poder, pues Volkswagen venia demostrando aparentemente que su compromiso con la RSE forma parte de su modelo de gestión generando impacto positivo en la sociedad. Pero la realidad nos ha demostrado que esto no era así, y este podría ser un caso en los que la RSE se queda en una campaña de marketing pero no se traduce en políticas concretas. Todo esto constituye una práctica de publicidad fraudulenta, ya que se promocionaban unos productos y una imagen de empresa que no era real. También se podría deducir una competencia desleal, ya que Volkswagen infringía de manera consciente la legislación ambiental que todas las empresas del sector están obligadas a cumplir, con lo que conseguía dar a sus vehículos una potencia extra que suponía una ventaja competitiva con respecto a sus competidores.

La responsabilidad o irresponsabilidad es en casi su totalidad de la empresa y de sus directivos pues ya sea que los ingenieros hayan hecho el fraude para cumplir con exigencias demasiado altas por parte de los directivos y no perder su trabajo o por órdenes directas, claramente por donde se le vea toda la culpa recae sobre la empresa.

En mi opinión el ente regulador, también tiene un porcentaje de culpa al hacerse los de la vista gorda, en este caso el europeo ha provocado que los coches acaben teniendo emisiones mucho más altas de lo declarado. No hay controles efectivos en una de las industrias más poderosas del continente.

Por último el consumidor también es culpable, porque en el fondo las emisiones de su coche le dan bastante igual. Puede que estemos concientizados con el medio ambiente, pero muchas veces eso no se traduce en una verdadera acción en nuestros hábitos. Seguimos usando el coche cuando no es necesario, para que nos importe nos tiene que tocar el bolsillo, que es lo que sucede con los consumos.

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