Avena blanca en chile Desde un punto de vista económico

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El ser humano necesita del consumo de alimentos frecuentemente, ya que de no ser así podríamos llegar a presentar complicaciones en nuestra salud u organismo.

Los cereales conforman una gran parte de nuestra dieta debido a los nutrientes y calorías que nos aportan, dentro de este conjunto de cereales encontramos a la avena; un alimento que en el mundo se repite mucho a la hora del desayuno y en cada comida, ya sea en galletas, en el pan, mezclada con yogurt, en una gran cantidad de alimentos, lo que lo hace ser un grano muy demandado. Además, esta, no es tan solo consumida por nosotros, sino que también por algunos animales, es decir, también juega un rol importante en lo se refiere a la industria ganadera. Incluso, actualmente podemos encontrar este grano en una gran variedad de productos de consumo humano, como lo son los cosméticos, tal como la crema para la piel, crema para el rostro y extractos de avena. Lo que al mismo tiempo ha impulsado al mercado nacional de la avena y con ello las exportaciones en el continente y el resto del mundo.

Mucho se ha hablado acerca de la avena en el último tiempo, podemos encontrarnos con registros de información en gran cantidad dentro de la internet y libros, muchos de ellos hablan de las propiedades y beneficios de este grano, algunos con respaldados científicos, otros no, y que tal vez su contenido no sea un hecho que ocurra en la realidad. Chile es uno de los 14 países que más exporta avena según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, principalmente en Centro América y gran parte del Sur de esta, sin embargo, ¿Sabemos realmente a lo que nos enfrentamos cuando hablamos de este cereal?, ¿sabemos con certeza lo que realmente es?, ¿dónde se cultiva en nuestro país?, ¿cuál y cómo es su industria nacional en el mercado internacional?, ¿cuáles son las políticas que pueden llegar a presentar dificultades para la comercialización de la avena en Chile?, ¿qué esperamos para el año 2018 en esta?, ¿cuáles son sus proyecciones de precios y de cantidad para la industria nacional? Si no saben, no se preocupen, ya que a medida que vayan leyendo este documento se resolverán todas sus dudas.

La avena es uno de los tantos tipos de granos como el maíz, trigo, el centeno, entre otros, provenientes de la familia de plantas llamadas gramíneas y del género de lasceas, estas últimas son un conjunto de plantas herbáceas, es decir, la especie de planta de donde proviene y se desarrolla la avena tiene la característica particular como de no presentar órganos leñosos y poseer un tallo verde.

Este grano es muy rico en proteínas (por cada 100 g de avena hay 12g a 17g de proteínas) lo que la hace ser un alimento con gran valor biológico. Además, presenta grasas, una gran variedad de vitaminas, minerales y es muy rica en almidón. Considerada como el cereal que presenta la mayor cantidad de grasas vegetales. Contiene pequeñas cantidades de gluten. Su mayor desarrollo está en épocas húmedas y frescas ya que es una de las plantas que consume grandes cantidades de agua.

Es uno de los granos que es destinado para la alimentación del ganado, es decir, es utilizado como forraje, sin embargo, esta tendencia de utilizar la avena en la industria ganadera ha perdido fuerza con el pasar de los años. Actualmente es más utilizada con fines de producción en industrias alimenticias para cubrir algunas necesidades humanas, como por ejemplo la gran variedad de alimentos elaborados con avena y la enorme lista de cosméticos y productos que son hechos principalmente de avena.

Existen muchas especies de avena alrededor del mundo, siendo las más cultivadas la avena sativa y la avena bizantina. En el caso de nuestro país, las especies que más se cultivan son la avena sativa y la avena strigosa. La primera de estas, más conocida como avena blanca, se utiliza principalmente para la obtención del grano, el cual puede destinarse a la alimentación animal, como grano bruto o despuntado, y al consumo humano en diferentes formas, como, por ejemplo: mezclas de cereales, en preparados energéticos (barras), granolas, galletones y una serie de otros productos. Por otra parte, la segunda de estas especies, se utiliza fundamentalmente para obtener forraje.

La producción de avena ocupa actualmente el sexto lugar en la producción mundial de granos, atrás de maíz, trigo, cebada, sorgo y mijo. La avena representa el 1% de la producción mundial de granos, siendo destinada en un 72% al consumo animal (tabla 1).

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La producción mundial de avena ha ido a la baja en los últimos 56 años; sin embargo, ha tendido a estabilizarse a partir del año 2000 (gráfico 1). Hubo una fuerte disminución entre los años 1960-2000 dado que la avena tiene bajo aporte nutricional, por lo que la condujo a competir con otros cultivos que contienen mejores cualidades nutricionales para la alimentación animal.

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La producción de avena llegó a un punto de estabilidad entre los años 2000-2016 por dos razones principalmente. La primera es porque la avena se utiliza como un cultivo de rotación, es decir, se espera que se llegue a un punto en que la producción no siga disminuyendo en el tiempo, y el segundo motivo corresponde al aumento en la demanda para el consumo humano y de uso industrial, el cual ha ayudado en amortiguar la caída del cultivo de este cereal.

Adentrándonos más a nuestro país, según los datos estadísticos del Censo Agropecuario ejecutado el 2007, existían en tal fecha un número cercano a los 20.300 productores de avena en Chile. Si bien no existen datos actualizados que permitan ver la evolución de la concentración en la producción, considerando el potencial de mayor rentabilidad que se obtiene en cereales por la escala de la superficie cultivada y la evolución que ha presentado en el tiempo, se estima que la concentración productiva podría haber aumentado en las explotaciones de mayor tamaño.

Ahora bien, los principales actores de la cadena productiva, respecto a la distribución geográfica de la superficie del cultivo de la avena, se encuentra principalmente en las regiones de La Araucanía y del Bío Bío, representando 62% y 24% del total nacional, respectivamente.

Lo dicho anteriormente se ve reflejado en el siguiente gráfico:

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La superficie de avena en Chile se ha mantenido relativamente estable en los últimos quince años, con un promedio de 99.470 hectáreas y un coeficiente de variación de 17% sobre el promedio. La información proporcionada recientemente se ve reflejada en la siguiente tabla:

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