BLOOD BANANAS: CHIQUITA IN COLOMBIA

1. ¿Qué piensa usted que fueron las causas de las acciones de Chiquita in Colombia que finalmente la llevaron a su condena?

Chiquita in Colombia era de las empresas más reconocidas en el medio debió de tomar decisiones más certeras y en tiempo para evitar los problemas que tuvo.

La historia de Chiquita data de más de un siglo. Surge como sucesora de “United Fruit Company” fundada en 1899 y que en algún momento de su historia se convirtió en el mayor empleador de América Latina por varios años. En 1990 asume el nombre de “Chiquita Brands International” y es considerada una de las “Tres Grandes” junto con Dole y Del Monte.

En el 2002 “Chiquita” se declaro en bancarrota derivado de varios factores:

a) Un mercado mucha más competido,

b) Cambio en hábitos alimenticios de la gente, y

c) Los escándalos por manejos turbios, actos de corrupción, financiamiento a grupos guerrilleros y multas multimillonarias derivado de lo anterior.

Creemos, sin embargo, que la principal causa que llevaran a “Chiquita” a esta condena fue la ambición de contar con el monopolio del mercado internacional bananero a “cualquier” precio, el cual tuvo que pagar propiciado por las prácticas señaladas en el inciso c).

La compañía debió de considerar tomar acciones diferentes antes las extorciones que sufrió tomando en cuenta la responsabilidad social corporativa.

En el momento que la compañía comenzó a hacer negocios con los grupos criminales estaba destinada al fracaso, obviamente todo esto generado por el entorno social el cual rodeaba a la compañía. Como se explica en el caso, el hacer negocios en lugares donde se tienen problemas con la inseguridad y corrupción es muy complicado.

Con un escenario de poderío económico e inestabilidad socio-económica en Colombia, se propició que la empresa se encontrara en una situación desagradable donde las buenas decisiones hacen la diferencia sin embargo, las malas decisiones como en Chiquita, llevaron a la empresa a caer en actos de corrupción a escalas inimaginables.

“They recognized the need to have a uniform standard of corporate responsibility and the systems in place to consistently be able to demonstrate Chiquitita’s quality and trustworthiness in regards to corporate responsibility”. (Andreas Schotter, 2010)

2. ¿Cree usted que Chiquita o sus gerentes no tenían opción? ¿Sí o no y por qué?

En nuestra opinión “Chiquita” si tenía alternativas. Siempre las tuvo, solo que le ganó la ambición y tomo decisiones disfrazadas de humanitarismo. Las decisiones siempre deben de ir fundamentadas por una responsabilidad corporativa. Pudo haber invertido, en el tiempo lo que gasto en sobornos y financiamiento a la guerrilla en:

a) Eficientar y mejorar sus procesos de: Producción, almacenaje, transportación y comercialización.

b) Procurarle mejores condiciones contractuales y laborales a sus trabajadores.

c) Mejorar las comunidades y sus entornos en los lugares en que tenía presencia.

d) Apoyar a instituciones con fines humanitarios en lugar de guerrilleros / narcotraficantes

e) Buscar apoyo de los gobiernos de los países con mayor poderío económico a fin de acabar con las amenazas de dichos grupos guerrilleros.

f) Una posible reubicación geográfica.

g) Estudio en el impacto de las decisiones a largo y corto tiempo que se estaban tomando.

“Chiquita” siempre tuvo opciones. Tal como lo comenta el texto del caso, “Chiquita” pudo en el peor de los casos optar por no contar con operaciones en el mercado colombiano a fin de no propiciar una participación en la ilegalidad generando así un crecimiento de la delincuencia organizada al financiar parte de sus acciones.

Quizá es cierto que Chiquita se pudo ver amenazada por otros grupos ajenos, sin embargo, la ambición de hacer tener un monopolio predominando, fue lo que hizo que su ambición generara prácticas incongruentes. La ambición por no perder la cuantiosa utilidad que el mercado aportaba a sus arcas evitó que los ejecutivos de Chiquita se enfocaran en primera instancia en cumplir con los valores éticos que tendrían que haber perseguido en cada una de sus decisiones.

Siempre que se tienen que tomar las decisiones a niveles directivos se debe de realizar un análisis exhaustivo de consecuencias y valorar las opciones. Siempre considerando el bienestar de la marca y capital humano, aunque estas decisiones, sean costosas relativamente en ese momento. El daño causado a la marca la mayoría de las veces resulta en pérdida de participación en el mercado.

3. ¿A qué otras compañías o industrias cree usted que debería preocuparles la experiencia de Chiquita?

A todas. Lo que le ocurrió a Chiquita no es exclusivo de esta empresa, ni de un ramo, mucho menos de un mercado. Se trata de una situación a la que están expuestas todas las empresas tengan una ambición desmedida y que no midan las consecuencia de realizar actos que dañen a sus empleados, a la comunidad o a la ecología ya que tarde o temprano deberán pagar factura por ello, y más en un mundo tan globalizado y competido como el actual.

Es imprescindible que toda empresa en el mercado tenga un gran respeto hacia las sociedades en las que interactúa y no solo una gran ambición enfocada únicamente hacia el crecimiento económico: debe también recordarse que su

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