Basilea II

Basilea II, publicado inicialmente en junio de 2004, tenía la intención de crear un estándar internacional para los reguladores bancarios para controlar la cantidad de capital que los bancos deben reservar para proteger contra los tipos de los bancos de los riesgos financieros y operativos (y toda la economía) cara. Uno de los objetivos era mantener la consistencia suficiente de las normas para que esto no se convierta en una fuente de desigualdad competitiva entre los bancos internacionalmente activos. Los defensores de Basilea II creía que esa norma internacional podría ayudar a proteger el sistema financiero internacional a partir de los tipos de problemas que pueden surgir si un gran banco o una serie de bancos colapsan. En teoría, Basilea II trató de lograr esto mediante el establecimiento de requisitos de capital riesgo y de gestión destinadas a asegurar que un banco tiene un capital adecuado para el riesgo que el banco se expone a través de sus préstamos y prácticas de inversión. En términos generales, estas reglas significan que el mayor riesgo al que está expuesto el banco, mayor será la cantidad de capital que el banco necesita para mantener a salvaguardar su solvencia y estabilidad económica general.

Políticamente, era difícil de implementar Basilea II en el marco normativo anterior a 2008, y el progreso en general lento hasta que la crisis de ese año importante para la banca causada principalmente por los swaps de incumplimiento de crédito, hipotecas mercados de valores y derivados similares.

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