Caso “Hard NOX”

Caso “Hard NOX”

Introducción

La empresa automovilística Volkswagen es conocida por sus autos de precios bajos y de gran calidad. En los últimos años, Volkswagen se vio envuelta en actos ilegales de estafa al consumidor, ya que esta ofrecía carros que supuestamente estaban hechos de “clean diesel” (diésel limpio) a través de grandes campañas publicitarias, con lo cual se quería hacer creer a los clientes que Volkswagen quería evitar la contaminación ambiental, sin embargo en la realidad los autos de Volkswagen ocasionaban todo lo contrario a proteger el medio ambiente. Uno de los principales componentes que se encuentra en el Diesel es el NOx, el cual se utiliza como símbolo químico de dos componentes químicos, el óxido de nitrógeno y el dióxido de nitrógeno, los cuales son muy dañinos para la salud de las personas, debido a que este compuesto químico produce daños respiratorios, cáncer, ataques al corazón e incluso la muerte. En el año 2018, Netflix lanzó una serie llamada “Dirty Money”, en la cual se relatan hechos de corrupción que han realizado empresas y personas exitosas. Este ensayo tiene como objetivo principal realizar un análisis sobre el capítulo 1 de esta serie de Netflix, titulada “Hard NOx”, en la cual se identificará la tensión entre lo ético y lo legal que existió en el caso de fraude que realizó Volkswagen.

Desarrollo

Según relata la serie-documental de Netflix, en Alemania, tener autos era considerado un lujo, por lo que la cantidad de vehículos en el país eran muy pocos. Ante este problema, Adolf Hitler decidió diseñar una estrategia de producción, en la cual se buscaba elaborar un auto que fuese veloz, de calidad, y económico, todo esto fue con el fin de que cualquier habitante del pueblo alemán pudiese adquirir un vehículo. Por ello, Adolf Hitler, quién fue uno de los creadores del diseño del Volkswagen Tipo 1 (escarabajo), se contactó con el ingeniero Ferdinand Porsche para poner a cabo dicha producción. El Volkswagen escarabajo fue un gran éxito en su momento, por lo que la empresa decidió seguir con ideas innovadoras como esta, y en el año 2008, se anunció que los autos serían “clean diesel” (diésel limpio), por lo que los compradores tuvieron muchas expectativas por este supuesto carro ecológico y por consiguiente fue un éxito en ventas. Estos autos cumplían con los requisitos mínimos que pedía la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), por lo que no se sospechaba de algún tipo de fraude o cualquier otro acto ilegal en ese entonces. En los años 2012 y 2013, West Virginia University fue la encargada de realizar estudios en los carros de diésel limpio pero a diferencia de otros estudios, este fue más profundo, por lo que se decidieron comparar 3 vehículos, dentro de los cuales dos eran de Volkswagen. Después de realizar todo ello, se encontró que el clean diesel de Volkswagen contaminaba 40 veces más que lo permitido por los estándares de la EPA, para que no se tratara de un simple error, realizaron las pruebas varias veces, sin embargo los resultados fueron los mismos. La West Virginia University informó de ello a la EPA, explicándoles que el motivo por el cual no se detectó que los autos clean diesel eran muy contaminantes, era el de un software que había sido implementado ilegalmente, el cual causaba una alteración en los resultados. En el año 2015, esto fue un escándalo a nivel mundial, Volkswagen se negó en un principio a aceptar su responsabilidad por lo sucedido, en vez de eso la empresa dijo que fue culpa de algunos ingenieros que querían manchar el nombre de Volkswagen, por lo que habían implementado este software sin aviso ni permiso de nadie. Esta confesión es falsa, debido a que en realidad todos los directivos, gerentes y jefes, sabían del uso del software para estafar al gobierno estadounidense, el cual se implementó en el año 2005, y además, Volkswagen es muy minucioso al momento de aprobar proyectos y solicitar permisos, por lo que es imposible que nadie supiera del software. También, se encontraron correos en la organización, en las cuales se mostraba al CEO, pasando por alto el hecho de que existiese ese software en los vehículos de Volkswagen. Por ello, se puede decir que la tensión entre lo ético y lo legal del caso “NOx” se deriva en que varios directivos y altos ejecutivos no fueron éticos al momento de tener el conocimiento del software, en vez de quitarlos ni bien tuvieron conocimiento alguno, estos prefirieron ocultarlo y pasarlo por alto, debido a que creyeron que esto les iba a generar mayor valor, que hacer lo correcto desde un principio.

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