Caso Malpo: Construyendo el futuro
Enviado por Felipe Chávez Garcia • 13 de Abril de 2016 • Documentos de Investigación • 6.045 Palabras (25 Páginas) • 1.288 Visitas
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Fecha: 25 de enero de 2010 Caso Número 468-C-10-E
Malpo: Construyendo el futuro
Desde su oficina en el octavo piso del Edificio Plaza Centro, tres de los altos ejecutivos de Malpo Ltda. —Ricardo Moraga, Presidente del Directorio; Pablo Obrador, Gerente General; y Ricardo Chamorro, Gerente de Operaciones— contemplaban la impresionante vista de la ciudad de Talca en un soleado día de enero de 2010. Examinaban los principales eventos de la historia de Malpo desde su fundación en 1984, para tratar de comprender no sólo lo que la empresa había logrado, sino también los desafíos que enfrentaría en el futuro. Recordaban los primeros años de la empresa y cómo había operado, cómo se habían unido a Malpo los actuales socios y la evolución de la firma desde sus primeros trabajos de construcción en el sector privado hasta la consolidación en el mercado de las viviendas sociales, el primer modelo de negocio y el nuevo modelo de negocio que utilizarían si entraban al mercado privado. Recordaban y analizaban cada una de esas etapas mientras consideraban los desafíos del futuro y de qué manera asegurar el éxito permanente de Malpo.
Por un lado, podrían continuar construyendo viviendas sociales y crecer al entrar a operar en otras regiones de Chile. ¿Pero a qué regiones deberían entrar? Por otro lado, podrían entrar a un nuevo segmento del mercado —la vivienda privada—, más rentable y atractivo que la vivienda social, pero que presentaba sus propios desafíos. La competencia era fuerte, la demanda por recursos financieros era permanente y la situación general era impredecible. Con estos beneficios y riesgos, ¿Malpo debería ingresar a este nuevo segmento? Y de ser así, ¿dónde debería estar su mercado y de qué manera serían competitivos? (Ver Anexo 1 para ver una breve descripción de la industria de la construcción en Chile).
El comienzo
Constructora Malpo Ltda. (Malpo) nació el 4 de septiembre de 1984, como una idea de negocios de dos profesionales en una época en la que el crecimiento y el desarrollo de la ciudad de Talca requerían viviendas de alta calidad. Se trataba de un negocio familiar, fundado por Hugo Obrador Rousseau, arquitecto, y su yerno Ricardo Moraga Sánchez, constructor civil. El éxito de la empresa se debió a la tenacidad y perseverancia de estos dos hombres. La empresa comenzó sus operaciones durante una de las mayores crisis económicas que se recuerden (entre 1982 y 1984), cuando el peso chileno se devaluaba y se avecinaba una grave crisis bancaria.
Desde el comienzo, la meta de Malpo fue construir casas a la medida, y para hacerlo la empresa buscó dos tipos diferentes de clientes. El primero consistía en las personas que deseaban construir casas que reflejaran sus gustos personales y sus preferencias en cuanto al diseño. El otro eran las instituciones que deseaban mantener o reparar sus actuales edificios en la ciudad. En esa época, Malpo era una empresa pequeña cuyos dos socios hacían casi todo el trabajo personalmente para mantener a flote el negocio. Quedan muchas historias y recuerdos de esos primeros años. Por ejemplo, usaban un antiguo cuaderno de matemática para los presupuestos y los registros financieros de la empresa. Entregaban los materiales de construcción en carretas tiradas por caballos o en el transporte público. No tenían acceso a préstamos bancarios, de modo que uno de los fundadores tuvo que pedir dinero a su familia. Estas historias ilustran el hecho de que Malpo fue una empresa construida con base en la iniciativa y determinación de sus dos fundadores en lugar de un sistema administrativo superior o un modelo de negocio excepcional.
Las personalidades de ambos socios eran bastante diferentes, y la manera en la que se complementaban fue la fórmula para la dirección y consolidación de la empresa en el tiempo. Hugo Obrador era pensativo y reflexivo, y su reputación se basaba en la experiencia profesional que adquirió con la construcción de viviendas sociales. Por otra parte, Ricardo Moraga Sánchez era conocido como una persona trabajadora, pero también capaz de asumir riesgos, que se sentía cómoda con el aspecto más aventurero y arriesgado de los negocios.
Los nuevos socios
Los dos fundadores originales compartían la participación en la empresa por partes iguales, hasta que en 1997 se unió a Malpo Ricardo Chamorro Otto, constructor civil con seis años de experiencia. “Ricardo se ganó un lugar en la empresa por méritos propios”, recuerda Pablo Obrador, el actual Gerente General. Chamorro había trabajado en Malpo por primera vez en 1992 como estudiante en pasantía. Completó los requisitos para obtener la licenciatura en construcciòn civil entre medio de planos, obras y ruido de las construcciones en las que se embarcaba la empresa en esos años!
Durante sus primeros años en la empresa, Chamorro recibía bonificaciones por el logro de metas de construcción. Pero como constantemente se ganaba los premios, Ricardo Moraga vio “potencial y talento en ese muchacho empeñoso” y quizás, también, para ahorrarse el pago de algunos bonos le ofreció integrarse como dueño de la empresa. Chamorro aceptó la oferta y pasó a ser socio, aunque recuerda que durante los primeros cinco años “ya no recibía más bonificaciones, ¡y pensaba que convertirse en socio no había sido la mejor decisión!”.
La empresa continuó expandiéndose durante los años siguientes. Se integraron dos hijos de Hugo Obrador Rousseau, el socio fundador: Mauricio, también arquitecto, y Pablo, ingeniero civil. La participación de esta siguiente generación permitió que se produjera una evolución natural, de modo que Hugo Obrador pudo planificar su jubilación sabiendo que sus hijos tomarían su lugar y supervisarían sus intereses personales y financieros en la empresa.
Mauricio Obrador, el arquitecto, se unió en 1998. Bastante parecido a su padre, con una personalidad similar y la misma formaciòn profesional, con el paso de los años asumió y complementó las tareas de su padre. La gran cantidad de años en Malpo le permitió acumular experiencia desde la base. Comenzó su carrera con funciones administrativas básicas, como el abastecimiento de materiales. Luego pasó a supervisar e inspeccionar proyectos de construcción, y finalmente se convirtió en jefe del departamento de arquitectura de Malpo. (Ver Anexo 2 para acceder a una lista de los altos ejecutivos de Malpo).
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