Caso Zara

Una noche en La Coruña, Xan Salgado Badás y Bruno Sánchez Ocampo, iniciaron una conversación sobre el análisis de las terminales del punto de venta (POS), que utiliza Zara, la mayor cadena de tiendas de Inditex, compañía de fabricación y venta minorista de ropa. Salgado, responsable de IT Inditex, quiere adecuarse a la tecnología actual, cambiando el sistema operativo DOS, mientras que Sánchez, no estaba de acuerdo, debido a que el soporte técnico funciona correctamente y afirma que el proveedor del software no hará cambios en las máquinas porque son unos de sus principales clientes.

Amancio Ortega fundó Zara en 1975. Ortega comenzó en el negocio textil en 1963 y abrió su primera tienda en la Coruña, bajo el nombre de Zara. En 1985, Zara entró en el negocio de la moda rápida. Se une al negocio José María Castellano Ríos, como mano derecha de Ortega, mejorando la logística de la empresa.

Zara responde con gran rapidez a la demanda de sus clientes, quería producir y vender artículos diseñados según tendencias que estuvieran vigentes, de hecho, se pretendía que las prendas tuvieran una vida útil relativamente corta, se le describía como “ropa para ponerse diez veces”.

Los gerentes de las tiendas Zara decidían qué prendas se ofrecerían a la venta en los respectivos locales. De la misma manera, un grupo llamado “comerciales”, tenía un poder de decisión con las prendas que la compañía diseñaba y fabricaba. También había un grupo de gerentes de productos de tiendas, que actuaban de intermediario entre la Coruña y las tiendas de Zara alrededor del mundo, y un grupo de empleados comerciales que decidía qué prendas podía ordenar cada tienda.

Zara no hacía publicidad, solo entregaba avisos para promocionar sus liquidaciones dos veces al año y para anunciar la inauguración de un nuevo local. Sus gastos de marketing promediaban el 0,3% de sus ingresos en lugar del promedio típico entre el 3% y 4% de sus competidores. Los gerentes de productos son quienes fijan los precios de las prendas, éstos se fijaban de acuerdo a un porcentaje del precio base de las prendas de La Coruña.

Zara estableció tres procesos cíclicos para sus operaciones: pedidos, entregas y diseño y manufactura. Así puede cumplir su meta de responder con rapidez y precisión a los consumidores.

En 2003, los dispositivos manuales llamados asistentes digitales personales (PDA), se utilizaban para los pedidos y para tereas como: procesamiento de las devoluciones y la transmisión de información de la sede central a las tiendas, que permitían la redundancia y la división de tareas en el proceso de pedido, pero las terminales POS y los PDA no podían compartir información entre sí.

Por tanto, Salgado y Sánchez se dieron cuenta que cambiar el sistema operativo de las terminales POS de Zara, implicaba decisiones encadenadas, donde se preguntaban si era el momento de hacer el

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