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Coaching profesional


Enviado por   •  20 de Mayo de 2014  •  Tutorial  •  5.262 Palabras (22 Páginas)  •  250 Visitas

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COACHING PROFESIONAL

En primer lugar nos parece interesante realizar una breve reseña sobre el origen de la palabra Coaching.

La historia apunta hacia los siglos XV y XVI, cuando empezó a hacerse muy popular la ciudad húngara de Kocs, situada a unos 70 kilómetros de Budapest, (entre Viena y Pest). Kocs se convirtió en parada obligada para todos los viajes entre estas dos capitales. De esta manera se empezó a hacer muy común el uso de un carruaje caracterizado por ser el único provisto de un sistema de suspensión para dichos viajes. Además, destacaba por su comodidad frente a los carruajes tradicionales. Así comenzó a hablarse del kocsi szekér, o sea el ‘carruaje de Kocs’, símbolo de la excelencia.

De esta forma, el término kocsi pasó al alemán como kutsche, al italiano como cocchio y al español como coche. En serbocroata, se dice kocsikázik para designar la acción de dar un paseo en coche. Por tanto, la palabra coach (coche) es de origen húngaro. Designaba un vehículo tirado por animales para transportar personas. De la ciudad Kocs, se formó la palabra kocsi (pronunciada cochi). En una obra de Fonseca de 1569, “coche” aparece integrada en el léxico español, según atestigua el Diccionario de Autoridades (1729, s. v.). Es así como la palabra “coach”, derivado de “coche”, cumplía la función de transportar personas de un lugar a otro.

El coaching, de alguna manera, también transporta a las personas de un lugar a otro. Es decir, del lugar donde están, a donde quieren llegar. La única distinción, dentro de esta analogía, es que el coach no es quien carga con el viaje, ni es responsable del rumbo y decisiones que el “conductor” (cliente / coachee) tome a lo largo del proceso.

Si bien esta analogía, propia del término coach desde sus orígenes e incluso de la práctica misma del coaching, nos resulta reveladora, no es suficiente para explicar la profesión del coach . Es por ello que deben analizarse también las influencias que a lo largo de la historia del pensamiento han devenido y consolidado lo que hoy en día se denomina coaching.

La figura de Sócrates es la más referenciada cuando hablamos del origen del coaching. Podemos encontrar indicios a un proceso similar al coaching con Sócrates y su método filosófico-interrogativo para buscar el conocimiento con la convicción que dentro de cada uno están las respuestas. Lo cierto es que así como él, los coaches “ayudan al couchee (cliente) a examinar su vida”. Para conseguirlo, la metodología se basa en el Arte de la Mayéutica, a través del cual el couchee encuentra su verdad o la verdad con una función práctica para su vida. No existe el enseñar sino sólo el aprender, y éste surge sólo reconociendo que el conocimiento no está en el coach sino en los propios coachees (clientes). Otra influencia propia de la filosofía Socrática, es que ayudamos a que nuestros clientes en ciertos momentos sean conscientes de sus incompetencias, para luego estar en mejor posición frente a la consecución de sus objetivos. Saber que no sabemos nada, es siempre un punto de partida imprescindible de la buena práctica del coaching.

También podemos encontrar influencias de Platón. En el pensamiento de Platón, reconocemos la estructura de sus diálogos, como sesiones de coaching primitivas. Una de las conclusiones más evidentes, del análisis de sus diálogos, es la importancia de las preguntas como herramienta de trabajo que potencia las conversaciones (diálogos), y que sirven de método para la adquisición del conocimiento en nuestros clientes. Las preguntas poderosas y la escucha activa, son las dos herramientas o habilidades más importantes que un coach debe aprender para transformarse en un verdadero catalizador del otro. De hecho, gran parte de la formación en coaching consiste en el desarrollo y fortalecimiento de éstas habilidades profesionales.

También encontramos influencias de Aristóteles. Es sabido que Aristóteles, como realista, se contrapone diametralmente a la filosofía idealista de Platón. Sin el coaching consigue integrar las ideas que de ambos se desprenden. Por ejemplo, Aristóteles nos ha enseñado a trabajar principalmente en el nivel “apetitivo intelectivo” (honores, reconocimientos y autorrealización) del hombre. Nos dice básicamente que el hombre puede llegar a ser lo que desee, dependiendo de las cosas que grabe en ella. Podemos pasar del ser, entendiéndolo como “lo que nos viene dado” o primera naturaleza, al deber ser, nuestra segunda naturaleza. Aristóteles, nos explicó que la metodología básica para llegar a ser lo que debes ser, es la acción. La acción es una de las dos caras de nuestra moneda como profesión. Sin ella, las sesiones de coaching no tendrían sentido alguno.

La filosofía existencialista y la fenomenología han sido las dos fuentes de influencia que consolidaron la Psicología Humanista, y ésta última ha influenciado en gran medida a la propia metodología del coaching. El eje central del central del coaching es, así como determinó la filosofía existencialista, la existencia individual. Es así como los seres humanos tenemos la capacidad de darnos cuenta o tomar conciencia de nosotros mismos para re-plantearnos nuestro propio proyecto de vida. Por ello en el coaching es fundamental esta reflexión interna, y la toma de conciencia tanto interna como del entorno.

La fenomenología, por su parte, nos ha enseñado (incluso mucho antes que el desarrollo de la Programación Neurolingüística), que es imprescindible abstenernos de todo prejuicio para con nuestros clientes, de manera que permitamos que ellos mismos encuentren sus conciencias más puras. De la misma manera, el coaching se aleja de los conocimientos técnicos o pre conocimientos, para conseguir que la intuición se manifieste, y así poder percibir a la persona como un todo (visión global). Nuestra visión global permite, a su vez, que el otro (nuestro cliente) se perciba a sí mismo tal como es, encontrándose consigo mismo.

Como influencia de la Psicología Humanista cabe destacar:

- En el coaching valoramos la peculiaridad de las personas reconociendo que cada ser humano es diferente.

- “Trabajamos” con la conciencia, dejando de lado todo aspecto del inconsciente. La conciencia es la que otorga liberta y capacidad de elección al hombre.

- Buscamos significados no explicaciones.

- Las sesiones de coaching son no-directivas

- El coaching se centra en el cliente, no en los objetivos. En otras palabras, es a través del cliente como trabajamos los objetivos. Nunca un objetivo estará por encima de la persona

- El Rapport es fundamental en la relación humana entre el coach y el cliente.

- Nuestros clientes son responsables de la dirección y del plan de acción

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