Conflicto

Un análisis de la "supuesta guerra" que está incitando Corea del Norte desde una perspectiva histórica y analizando la hegemonía geopolítica que rodea el asunto lo que da las claridades en cuanto a las posibilidades de una guerra nuclear. Es importante el análisis coyuntural que surge del tema y la crítica misma que se le puede hacer a Corea del Norte. Pero también es importante tener la claridad estratégica de quienes son los enemigos más poderosos que monopolizan la violencia a través de las armas.

Kim Il Sun fue el fundador de la Corea del Norte actual y su primer presidente; al morir, heredó el poder a Kim Jong Il quien a su vez nombró a su hijo, Kim Jong Un, el actual lider máximo del país y que aprendió también la actitud provocadora de su padre.

Kim Il Sung logró crear un sistema cuyo engranaje contuviera a la resistencia casi permanentemente. El mito que ha instaurado la familia Kim es el de la gesta valerosa que Kim Il Sung libró frente a los japoneses, dando libertad al pueblo coreano y fincando el estado de Corea del Norte

El enaltecimiento de la figura de Kim Il Sung está ligado literalmente a la génesis del estado norcoreano, como si ambos, la familia Kim y el estado hubieran nacido al mismo tiempo, razón por la cual, un elemento es impensable sin el otro en el imaginario norcoreano.

Cuando Kim Jong Il murió, el mundo entero estaba preocupado por la transición de gobierno de uno de los estados más represores del planeta. Meses antes, el mismo Jong Il había designado a su tercer hijo Kim Jong Un como su heredero.

Muchos buscaban con ansias el gran trono en Corea del Norte, Jong Un tiene dos hermanos mayores y una multitud de familiares que bien pudieron haber reclamado el puesto toda vez que el elegido tenía apenas 27 años. No se sabía muy bien en el extranjero cómo reaccionarían no sólo las élites del poder en Corea del Norte sino los ancianos mandos militares que verían a un muchacho (con fama –ya comprobada- de ser muy caprichoso) a Coronel de cuatro estrellas, es decir, Coronel General.

Al final, Kim Jong Un ha demostrado ser un lider difícil, ha continuado con las provocaciones militares de su padre, ha desconocido el armisticio del 53 y está apunto de reactivar una planta nuclear. Pareciera que sus políticas están dirigidas a demostrar desesperadamente que su actitud está al nivel de su padre y su abuelo, fundadores y libertadores de la República Popular Democrática de Corea.

La fuerza de Norcorea no se encuentra en sus armas. Está en su discurso frontal y violento: entender este desesperado intento de comunicación en su justa dimensión, sin satanizar ni compadecer, es vital para poder evitar un conflicto innecesario.

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