Contrato De Distribucion

Contrato de distribución

INTRODUCCION

El contrato de distribución forma parte de los contratos de comercialización, cuyo origen debe buscarse con el nacimiento de las primeras actividades de comercio, entendidas estas como el modo de adquisición de bienes desarrollados, en forma continua y con la intervención de intermediarios, cuya expansión comenzó en Europa alrededor del siglo X.

Diversas causas económicas y sociales originaron el inicio de la actividad de intermediación comercial. En primer lugar, es a partir de esa época que toma auge la celebración de las ferias, como lugar de encuentro entre extranjeros que comparan e intercambian bienes mediante el sistema de trueque y, posteriormente, complementan on el uso de la moneda como medio de pago y transacción. Un impulso ulterior a la extensión del intercambio fue dado por el desarrollo de la navegación y los viajes por mar, en particular aquellos realizados por las Repúblicas Italianas, viajes que permitieron el desarrollo del comercio en todo el Mediterráneo .

Finalmente, la producción de bienes y servicios en serie, y a gran escala, a partir de la Revolución Industrial, trajo consigo la aparición de la gran empresa y determinó, consecuentemente con ello, la desvinculación entre el productor o fabricante de los bienes y servicios, y el consumidor, relación que anteriormente se proyectaba de forma directa, en virtud de la producción artesanal.

Enfrentados a estas circunstancias, los productores o fabricantes se vieron en la necesidad de adecuar las formas de comercialización de sus productos a la realidad económica cambiante, relacionándose, a tal fin, con personas o entidades diversas, encargadas de hacer llegar los bienes o servicios producidos al público y que actuaban en calidad de intermediarios, colaborando así con la gran empresa para colocar su mayor producción en plaza, ampliando la clientela y logrando la finalidad económica perseguida por el productor.

Originariamente, esas funciones de intermediación y colaboración eran ejercidas por agentes dependientes del productor o fabricante, quienes se encargaban de la distribución al público de los bienes o servicios producidos por el primero, posteriormente dicha función comenzó a ser ejercida por empresas autónomas, surgiendo así la modalidad contractual enominada contrato de distribución cuyo objetivo es dar solución a la necesidad del productor de desvincularse de los consumidores y propiciar la introducción de sus productos en el mercado a través de la figura del intermediario o distribuidor, que es quien se encarga de su comercialización .

El distribuidor es aquel empresario independiente que pone su empresa al servicio del fabricante, que actúa en nombre propio y por cuenta propia, y no en representación del proveedor. El distribuidor adquiere la propiedad de los bienes cuando los obtiene por compra, con la consiguiente aplicación de la doctrina de los riesgos, por lo que el fabricante queda siempre desvinculado de las sucesivas reventas que el intermediario realice.

El contrato de distribución permite que el proveedor o fabricante, sin mayor necesidad de invertir capital, obtenga beneficios minimizando sus riesgos, ya que sólo vende sus productos a sus distribuidores percibiendo el precio del distribuidor a la vez que traslada el riesgo de la venta al menudeo sobre éste. Mientras que el distribuidor por su parte toma a su cargo no sólo el riesgo mencionado sino también la organización de la prestación y su funcionamiento, obteniendo a cambio el prestigio de los productos que distribuye, y su beneficio económico consiste en el mayor precio que percibe del cliente o usuario por el producto adquirido al concedente (fabricante).

Este contrato poco a poco ha ido adquiriendo caracteres propios y se ha independizado de otras figuras afines, pero todavía se encuentra en un proceso de formación, que se evidencia en la falta de legislación específica en muchos países, incluyendo el nuestro.

La presente investigación tiene como objeto analizar el contrato de distribución. Consta de un único capítulo, el cual se divide en dos secciones. En la sección primera se entra a estudiar la figura del contrato de distribución empezando por su concepto, naturaleza jurídica, caracteres, elementos, derechos y obligaciones de las partes, ventajas y desventajas, y finalmente las razones de extinción del mismo. Dejando para la sección segunda la determinación de las principales características que hacen al contrato de distribución un contrato único y diferente a otras figuras contractuales tales como el contrato de agencia, el de concesión comercial, el de suministro y el de compraventa.

CONCEPTO

El contrato de distribución ha sido definido por la doctrina como:

" el productor o fabricante conviene el suministro de un bien final (producto terminado) al distribuidor, quien adquiere el producto para proceder a su colocación masiva por medio de su propia organización en una zona determinada. A cambio de ello, el distribuidor recibe del productor u porcentaje (que puede ser un descuento) sobre el precio de venta del producto". FUNCIÓN ECONÓMICA: el contrato de distribución irrumpió en el mundo de los negocios como consecuencia de la expansión de la actividad mercantil, que genero la necesidad de las empresas productoras recurran a otras empresas o personas a efectos de llegar con mayor facilidad a distintos lugares de consumo de los productos que elaboran, y por extensión a mayor número de clientes.

ELEMENTOS DEL CONTRATO DE DISTRIBUCIÓN

1) TERRITORIO: el contrato atribuye al distribuidor una zona territorial determinada de actuación. (exclusividad).

2) EXCLUSIVIDAD: la cláusula de exclusividad puede ser estipulada o no. El fabricante en muchos casos se compromete a no efectuar ventas directas en las zonas exclusivas y el distribuidor a no comercializar productos que compitan con los del fabricante.

3) DURACIÓN: el contrato puede convenirse por un tiempo indeterminado, es decir hasta que una de las partes lo denuncie o bien que se prevea u plazo, que en la mayoría de los casos se limita a un año.

4) CONTROL: típicamente, el distribuidor es un empresario independiente que pone su empresa al servicio del fabricante; actúa en su nombre y por cuenta propia y no en representación del proveedor.

5) Finalmente hay otras cláusulas de estos contratos. Por ejemplo: * La obligación de la distribuidora de vender una cantidad mínima, que autoriza a la empresa productora a la cancelación, de no llegar al límite fijado. * La entrega al distribuidor de la mercadería con descuento. * Las estipulaciones sobre la publicidad del producto, que estará a cargo

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