Conyuntura
Enviado por marisolcafy • 15 de Marzo de 2012 • 1.187 Palabras (5 Páginas) • 438 Visitas
CONYONTURA NACIONAL
Veamos primero, rápidamente, el grupo de los problemas objetivos. A mi modo de ver, los fundamentales en Chiapas son problemas políticos y de justicia. Comencemos por estos últimos. Los problemas de justicia que hay que encarar son tanto de justicia distributiva como de justicia retributiva. Es evidente, supongo, que el problema mayúsculo en Chiapas es la miseria en la que viven cientos de miles de personas: insalubridad, incultura, desnutrición, enfermedades crónicas, explotación sistemática, etc. Se tiene que establecer, por la fuerza si es necesario, un equilibrio aceptable en la sociedad chiapaneca y ello atañe no sólo a los indígenas, sino a la población en su conjunto. Chiapas es medieval en más de un sentido. Eso es algo que urge corregir. Pero, por otra parte, en la medida en que nos las vemos con seres humanos lacerados y humillados y no con meras máquinas descompuestas, la mera inyección de fondos, creación de empleos, salarios respetables, etc., no basta: se requiere castigar, legalmente desde luego, a multitud de bandas de facinerosos, asesinos y matones que, a la manera de los Tonton Macoute, han sembrado el horror en el estado. Aquí no se trata nada más de “perdonar”. De hecho, no se tiene derecho a perdonar por otros. En este punto Marcos tiene razón, si bien hábilmente le da un giro diferente a lo dicho por el presidente Fox. Éste habló de una amnistía general teniendo en mente primordialmente a Marcos mismo, puesto que hay una orden de aprehensión en su contra. Éste, empero, no se da por enterado y critica la amnistía, que eventualmente podría hacerse valer para los criminales de los grupos para-militares. Yo, repito, creo que en el fondo Marcos tiene razón y que no se debe amnistiar a gatillaros, aunque no es posible pasar por alto que él aprovecha la propuesta presidencial a su manera. Esto está vinculado con otro tema sobre el que regreso más abajo.
Consideremos ahora los problemas fundamentales de orden político. Los básicos son el manejo del ejército y el desmantelamiento de la estructura caciquil chiapaneca. Lo primero es crucial y muy delicado. En este momento, el ejército está fuertemente ligado al poder ejecutivo y a las leyes, pero (como todo en este mundo) las cosas pueden cambiar. Es muy importante no generar un corte entre, por una parte, el ejército (institución que naturalmente tiende a manejarse de manera autónoma) y, por la otra, el gobierno y el resto del país. Por consiguiente, se tiene que manejar su retirada de modo que no queden grandes resentimientos. Esto se puede lograr, sólo que aquí intervienen otras variables, esto es, los problemas que llamé ‘redundantes’. Antes de encararlos, empero, habría que indicar cuáles son los problemas políticos secundarios. Según mi leal saber y entender, éstos son, primero, los conflictos religiosos, es decir, las encarnizadas competencias entre Iglesias y, segundo, el todavía vivo priismo chiapaneco, el cual es bastante activo y fuerte. Recuérdese que en Chiapas lo único que cambió es que el gobernador ya no es del PRI, pero todos los presidentes municipales, que son quienes realmente controlan la vida cotidiana del estado, son priistas. Es de pensarse, por lo tanto, que estarán más interesados en mantener el status quo y en bloquear toda medida que emane de otros partidos que en sanear la situación. Después de todo, tuvieron años (por no decir lustros o inclusive decenios) para hacerlo y no lo hicieron. Hay que entender esto en toda su complejidad: el priismo chiapaneco es una fuerza viva que en gran medida puede complicar todavía la política de salud pública del gobierno federal. Sin embargo, tanto los conflictos religiosos como los bloqueos de lo que dan ganas de llamar el ‘ex-partido’ son manejables y ni siquiera virtualmente representan obstáculos insuperables.
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