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Cultura Bimbo


Enviado por   •  21 de Septiembre de 2014  •  Ensayo  •  2.184 Palabras (9 Páginas)  •  297 Visitas

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Cultura Bimbo

La respuesta es simple: elevados salarios, prestaciones muy por encima de la media; posibilidad de acceder a la compra de acciones... y un ambiente de trabajo sano, bajo el cobijo de 10 premisas: respeto, confianza, libertad, justicia, honestidad, austeridad, productividad, calidad, solidaridad y subsidiaridad.

En 1992 la firma realizó un estudio de campo para verificar el ingreso de los subempleados en la ciudad de México, ya boleros, tragafuegos, cuidacoches..., encontrando que ganaban más que cualquier trabajador, sin la esclavitud de un horario, los gritos de un jefe y mayores responsabilidades.

La lección obligó a replantear el panorama. Hoy el promedio de ingreso de un obrero es 3.7 veces el salario mínimo; el de un oficial "B" de mantenimiento, de 4.7 veces más del estipulado, en tanto que el del "A" llega a 8.3 veces; un vendedor junior alcanza 2.9 tantos de lo fijado por ley, y un senior 3.3... en paralelo a sus jugosas comisiones.

Más allá cada trabajador recibe vales de despensa que hace tres años llegaban a 720 pesos mensuales; ingresos semestrales cercanos a los 2 mil por concursos; bonos al desempeño; por cumplimiento de objetivos en materia de mantenimiento, en paralelo a una prima de antigüedad, aguinaldo especial previsto en el contrato colectivo... y el reparto de utilidades de ley.

Y si le seguimos, la empresa le otorga a los inscritos en su nómina un seguro de vida de 170 mil pesos, que se duplica si el deceso lo provocara un accidente de trabajo, además de la posibilidad de comprar acciones al cumplir dos años de antigüedad, vía descuentos quincenales.

Estamos hablando, lo adivinó usted, del Grupo Bimbo.

Fundada el 2 de diciembre de 1945 por los hermanos Lorenzo y Roberto Servitje Sendra, hijos del emigrante catalán Juan Servitje Torrallardona, quien llegó en 1904 al país para trabajar en la pastelería La Flor de México y fundar más tarde su propio negocio: El Molino, la empresa ha logrado forjar una cultura laboral que ha sido objeto de varios análisis, estudios e incluso debates académicos.

El último testimonio lo plantea en su tesis doctoral en Ciencias Antropológicas Reciprocidad, compromiso y congruencia de la cultura organizacional el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Antonio Darío Espinosa Ruiz.

El académico vincula el amor a la camiseta con el ejemplo vivo de los fundadores de la compañía, "que eran capaces de barrer si es necesario, o dormir en la propia empresa si las urgencias de la entrega lo demandaban, además de mezclarse con sus subordinados, y de remunerar y compensar el esfuerzo adicional".

En el efecto dominó, era común que los trabajadores en las temporadas pico, especialmente en diciembre, sólo iban a sus casas a dejar dinero... y a reportar que estaban bien.

Bimbo, dice el autor de la tesis, "es una empresa perrona que da orgullo de pertenencia". Fuera de ella se dice que es una multinacional mexicana ejemplar en su distribución mercantil con un historial laboral sin mancha. Hay grupos industriales con una gran presencia en el territorio mexicano que están celebrando su primer centenario; el Grupo Bimbo tiene el tamaño de ellos o mayor en sólo 60 años".

La aventura, naturalmente, no fue fácil. Los más antiguos empleados de Bimbo recuerdan aún al primo de los fundadores, Jaime Jorba Sendra, peinando la ciudad en busca de clientes para la novedad del pan de caja, o haciendo promoción con altavoces sobre las bondades de éste, pese a que para entonces ya había tres marcas en el mercado: Pan Ideal, Tip Top y Pan Lara.

Edificada sobre un terreno de 10 mil metros cuadrados en la colonia Santa María Insurgentes, la primera planta de Bimbo, con un stock de cuatro productos, tenía sólo 10 camiones de reparto. El resto se enviaba por ferrocarril o por camiones de línea.

El esquema organizacional, empero, surgidas las primeras distribuidoras foráneas en Puebla, Poza Rica o Tampico, se mantiene intacto: el sistema de mantenimiento de vehículos, el autoseguro de la flota vehicular, la comisión para el peritaje de accidentes...

Más allá, Bimbo conserva incólume la tradición de una rigurosa selección del personal; los premios por cooperación a la empresa; la remuneración adicional, y una relación armoniosa con los sindicatos.

A decir del investigador Espinosa Ruiz, la planta pionera ha cambiado "tremendamente" en tecnología, pero su filosofía y valores son los mismos de hace 60 años.

Sin embargo, señala tres incongruencias: el que la empresa pregone el valor familiar e imponga en paralelo fuertes cargas de trabajo que impiden la convivencia en el hogar; el que se pregone el valor de la igualdad y no se ofrezcan oportunidades para mujeres trabajadoras, cuya plantilla hasta 2003 llegaba a sólo 2%; y el que no todos los jefes actúen en función de los requisitos previstos para su contratación: integridad, inteligencia, capacidad y espíritu de trabajo; liderazgo, conciencia de rentabilidad, enfoque a resultados y apertura al cambio.

La cultura Bimbo.

Balance general

Rechazada por el panismo tradicional la posibilidad de atender su solicitud para incorporarlo a sus listas de aspirantes a un escaño en el Senado de la República por la vía plurinominal, bajo el argumento de no ser militante del partido, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, ya ubicó una rendija para chisparse de todos modos del cargo. Será el coordinador de la campaña del aspirante blanquiazul al gobierno de la ciudad, Demetrio Sodi de la Tijera.

De hecho, la intención se la comunicó ya al presidente Vicente Fox en una entrevista sostenida el lunes en Los Pinos.

De aceptarse la solicitud, Cerisola dejará docenas de expedientes abiertos en su gris gestión como funcionario, que oscilan desde inconformidades en la adjudicación de contratos hasta acusaciones de obras inútiles en el aeropuerto de la ciudad de México... digo, para no hablar de su sospechoso silencio en temas cruciales, como la reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión.

* * *

A un mes de su despegue desde el aeropuerto de Toluca, con una flota de cuatro aviones, Volaris, la línea aérea integrada por la alianza inaudita entre los empresarios Carlos Slim Helú, Emilio Azcárraga Jean, la firma aérea centroamericana Taca y el ex secretario de Hacienda Pedro Aspe Armella, ya provocó algo más que nerviosismo en la competencia.

Hete aquí que Aeroméxico acaba de inaugurar un vuelo a Tijuana, uno de los cuatro destinos de Volaris, con Cancún, Monterrey y Guadalajara... partiendo de Toluca.

Lo inaudito del caso es que la tarifa será de mil 400 pesos, es decir sólo 100 más de los que cobrará la empresa en proceso de despegue.

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