Desarrollo De Habilidades Directivas

Desarrollo de Habilidades Directivas

Michelle Sagrero Rodríguez

30 noviembre 2013

“Ser o no ser... he ahí el dilema”

Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente.

Peter Drucker

Para desarrollarse en un alto mando de alguna organización s necesita todo un cúmulo de cualidades, entre las que destacan las habilidades que poseamos, de ahí la importancia de ampliar las y fortalecerlas con el enfoque gerencial. Además de ciertos conocimientos, actitudes y aptitudes las habilidades de planeación y liderazgo son básicas; sin embargo, la toma de decisiones oportunas y congruentes para innovar o promover el cambio de la organización es determinante para marcar las diferencias entre un buen directivo.

El tomar decisiones está inmerso en nuestra cotidianidad, no solo a nivel laboral sino también en el ámbito personal; por lo tanto decidir entre una opción y otra, es decir el costo de oportunidad, está presente en el día a día de los directivos o puestos gerenciales, quieres en ocasiones no cuentan con el tiempo suficiente para meditarlas y es crucial resolverlas de manera casi inmediata.

Sin embargo, no solo de los directivos sino de todas las personas, ya que todos los días a cada momento estamos tomando decisiones, estamos atrapando sujetando y soltando oportunidad, desde qué calcetines, qué desayunar hasta la ruta a tomar hacia el trabajo. Todo esto nos puede traer implicaciones favorables o desaciertos.

Tomar una decisión, por sencilla que parezca nos implica siempre ciertos riesgos. Al decidir, estamos asumiendo un compromiso con las consecuencias que se obtengan, ya sea acertados o desafortunados, pero normalmente se busca ir obteniendo mejores resultado y alcanzar efectos exitosos, de ahí una popular frase “¿Toma algo para ser feliz? Sí, decisiones”.

Sean éstas acertadas o erróneas, ambas nos proporcionaran algún tipo de aprendizaje, aunque estemos acostumbrados a evitar el fracaso, él cual reside en saber asumir las consecuencias que traigan consigo, para repetir el modelo o en todo caso evitar que dicha situación se repita.

A pesar de que a toma de decisiones es un proceso interno del ser humano, siempre será de gran utilizad considerar los factores externos que nos rodean y que nos afecta ya sea directa o indirectamente. Existen diversas técnicas para toma de decisiones más certeras; no obstante, la prontitud con la cual debemos resolver problemas y/o el día a día nos impide utilizarlas. De acuerdo con el sitio degerencia.com

“Si nos equivocamos, debemos esforzarnos por aprender de nuestros errores, en lugar de castigarnos por ello, pues si no lo hacemos estaremos destinados a repetirlos en el futuro, ya que nos preocupamos por lo que pasó, (…) alimentándolo así mismo, en vez de ocuparnos por nuevas estrategias para intentarlo de formas diferentes en el futuro”.

Nuestra capacidad de tomar decisiones tienes su origen en la libertad de pensar pero también significa tener la capacidad para asumir riesgos y contar con la creatividad necesaria para buscar alternativas a problemas o retos aún no existentes, es decir, tener esa proactividad necesaria para no sólo reaccionar a las situaciones que se vayan presentando sino preverlas para evitar en lo posible consecuencias negativas.

Por ello, es necesario ir preparando los panoramas antes de actuar y analizar todas las posibles amenazas que rodeen nuestra resolución. Todos tenemos miedo a equivocarnos… nos asusta el fracaso aunque sólo sea una respuesta a situaciones que nos pone frente a un reto, actuamos con temor ante lo desconocido, por ellos siempre estamos planeando las mejores estrategias para alcanzar el éxito y que la decisión no nos genere tanto desconcierto.

Al igual que las demás habilidades directivas, la toma de decisiones está muy vinculada

...