EL GRAN HOTEL DE LAS TERMAS ELÍSEAS

2ª PARTE

EL GRAN HOTEL DE LAS TERMAS ELÍSEAS

Anna tenía que encontrar a su hermano. Si encontraba a los niños de azul le encontraría a él. Dejó la Finca de la Morera para no volver. Sólo llevaba una mochila con una linterna, a un mechero, el cuadernos de las Cosas Importantes, un cuchillo y el fémur derecho de su madre.

Llovía mucho, hizo parada en Torre Normanda, podrían estar refugiándose allí. No había nadie. Entró en un restaurante y dejó en un cajón el libro que casi no se había mojado y el fémur.  

Decidió vió una bicicleta naranja apoya en la puerta de un chalé, entró y estaba durmiendo Pietro. Le contó lo que le había pasado y Pietro le dijo que los niños de azul vivían en el Hotel de las Termas Elíseas. Le contó que los recogen los mayores y los hacen esclavos. Le explicó como ir al hotel. Le advirtió de los peligros pero Anna le dijo que tenía que rescatar a su hermano.

Anna se fue, miraba pero Pietro no la seguía. Cruzó el paso subterráneo de la autopista, todo estaba reducido a cenizas, los incendios lo habían quemado todo. Estaba agotada, se subió al capó de un Fiat 500  para descansar delante de Pizzarium. Allí apareció el perro de la autopista, estaba vivo, parecía bueno, pero lo asustó y se fue.

Siguió su camino, el perro la seguía. Y pensando en el perro vió lals indicaciones para llegar al hotel. Se sintió más tranquila. Estaba agotada, encontró una torre muy alta en medio del campo amarillo. Subió las escaleras y  descansó, ya no tenía miedo a la oscuridad.

Se puso a recordar, pensó en cuando veía películas con su madre, solo los sábados, cuando ella murió la vió  días enteros, pero un día se acabó la tele. También la electricidad. Los días se hacían más largos. Solo había silencio cuando su hermano, Astor, dormía. Con el tiempo aprendió no tener miedo a la oscuridad, sabía que al final venía la luz.

Anna se despertó, subió  a lo alto del a torre y creyó ver a lo lejos el continente. Quizás allí todo era normal, se emocionó y pensó que si rescataba a Astor irían al continente.

Se dirigió al Hotel, la seguía el perro, le echaba pero volvía. Pasó la noche en lo alto de un autobús y el perro debajo de él.

Continúo, el perro la seguía, Anna no podía más. Aparecieron unos niños en un remolque,   lleno de huesos, llevado por 2 caballos, un chico y dos chicas.  El perro asustó a los caballos y el remolque volcó. Anna intentó ayudar al chico,  que tenía unos arañazos,  pero no la dejó y la atacó, así que Anna se cansó. Las chicas y el chico se pelearon. Un chico pasó por allí y les preguntó como se iba al Hotel, llevaba una sandía enorme, les dijo que era un regalo para la Picciridduna. Katio, el chico de los cabllos, le dijo que El Oso era el jefe del hotel y que si les daba el melón le hablarían de él y podría salvase al comer ceniza, Anna les dio que le dejasen llevar su melón, al final la sandía se cayó, se rompió y se lanzaron a comerlo y el chico lloró.

Anna se fue al Hotel, al llegar vió que la seguía el perro, eran amigos y decidió llamarle Mimoso. Había muchos grupos de niños, muchos enfermos.  Le dijeron que para entrar había que llevar algo de regalo para la Picciridduna, decidió entregar la linterna y la dejaron entrar.

Se encontró con niños que iban a morir juntos, se sintió angustiada hasta que se quedó dormida. Al despertar se encontró con Pietro, que había ido a buscarla. Le contó que la iba a ayudar, que conocía el lugar porque había trabajado allí, que por las noches reartían una bebida que llevaba alcohol, píldoras…, que le llamaban las lágrimas de la Picciridduna, que si la tomabas no te acordabas de nada. Que los que se mueren de noche se los llevan a una fosa.

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