El Liderazgo o Dirección

Stephen Robbins define los procesos de la planeación estratégica:

Identificar un problema

Identificar los criterios de decisión

Asignar pesos a los criterios

Desarrollar las alternativas

Analizar las alternativas

Seleccionar la alternativa

Evaluar la eficacia de la decisión

Lo ideal es que las empresas tengan una visión clara de lo que desean lograr lo cual requiere, entre otros factores, de una dirección efectiva que maximice los esfuerzos de cada una de sus partes hacia la consecución de un bien mayor. Sin un buen liderazgo la empresa puede llegar a cumplir sus metas a corto o mediano plazo pero estará improvisando y actuando de manera azarosa; al carecer de una guía tendrá una desventaja frente a su competencia por lo que corren el riesgo de no lograr resultados constantes y a largo plazo, llegando incluso a perder su lugar en el mercado.

El Liderazgo o Dirección es imprescindible para la empresa ya que representa la fase de ejecución del proceso administrativo siendo la etapa en la que se ponen en marcha todos los lineamientos establecidos previamente durante la Planeación. El liderazgo busca influir de manera positiva en los integrantes de la empresa de tal modo que estos actúen por voluntad propia en pro de los objetivos de la empresa, de modo que un buen líder guía el camino de cada miembro de la organización para que se cumplan los objetivos planteados de manera efectiva.

La organización es la etapa estructural del Proceso Administrativo que da las bases para ejecutar lo planteado en la planeación pues estructura estas ideas (nos dice lo qué se va a hacer para lograrlas) al diseñar el trabajo, asignar los recursos y coordinar las actividades de cada miembro del grupo en cuestión.  

El objetivo de esta etapa es simplificar el trabajo y, con ello, lograr que los resultados sean eficientes, al permitir que los integrantes de un grupo realicen sus actividades basándose en la especialización del trabajo y el perfeccionamiento. Así, cada integrante es dividido y agrupado de manera lógica tomando en cuenta sus habilidades individuales (por ejemplo, la experiencia), dándole un orden a la empresa y evitando los conflictos o confusiones. Lo importante es que las actividades que se lleven a cabo estén bien definidas y cada integrante sea consciente de sus funciones, las cuales habrán de darse a conocer de forma clara y previa, en su totalidad.

A su vez, la coordinación que se da durante esta etapa fomenta el uso equilibrado de los recursos y permite aprovecharlos en mayor medida y de manera balanceada logrando la eficiencia en todos los niveles. 

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