Encaje Legal Del 2013
Enviado por deysi9 • 17 de Abril de 2014 • 6.213 Palabras (25 Páginas) • 215 Visitas
ENCAJE LEGAL Y CETRALES DE RIESGO
CAPITULO I: ENCAJE LEGAL
1. DEFINICION
El encaje Bancario o Legal es el equivalente en dinero de una porción de las obligaciones de las entidades financieras ya sea en moneda nacional o extranjera, que se reserva y por tanto no podrá ser utilizada para realizar actividades de intermediación o de inversión en activos. En el caso peruano, los fondos de encaje pueden mantenerse tanto bajo la forma de dinero en efectivo en las bóvedas de la propia entidad financiera o ser depositados en la cuenta corriente que cada entidad tiene en el Banco Central de Reserva (BCRP).
Al modificar los requerimientos de encaje, el ente emisor, es decir el Banco Central de Reservas del Perú (BCRP) establece las pautas que regirán la disposición de los fondos de las entidades financieras para el otorgamiento de préstamos o inversiones en instrumentos financieros, ya sea aumentándolos o disminuyéndolos vía una reducción o incremento de los encajes, respectivamente.
El cálculo del requerimiento de encaje es mensual, y se determina a partir del promedio diario de los saldos de obligaciones sujetas a encaje de los bancos. La forma como se calcula este requerimiento no es sencilla, en tanto los bancos deben aplicar metodologías específicas y diferenciadas a sus distintas obligaciones sujetas a encaje para determinar la cantidad de dinero que deben mantener inamovible en cada período (mes).
2. ANTECEDENTES DEL ENCAJE LEGAL
La crisis financiera global 2007-2009 ha tenido dos grandes etapas que se revelaron secuencialmente desde el último trimestre de 2007, cuando los bancos centrales de las economías desarrolladas iniciaron la flexibilización de su política monetaria. Para las economías emergentes, como el Perú, la primera etapa, pre-Lehman, se caracterizó por importantes influjos de capitales, y la segunda, post-Lehman, estuvo asociada a importantes restricciones de liquidez global y salidas de capitales. El manejo de la crisis por parte del Banco Central requirió en ambos etapas una combinación de medidas de política monetaria no convencionales primero y convencionales segundo, debido a la necesidad de restablecer el mecanismo de transmisión de la tasa de interés de referencia que se interrumpió durante estos episodios.
Durante la primera etapa, pre-Lehman, los importantes influjos de capitales se reflejaron en sustanciales aumentos de tenencias de activos domésticos de los inversionistas no residentes, principalmente Certificados del Banco Central, Bonos del Tesoro y depósitos en las entidades financieras; los que se incrementaron de US$ 2,8 mil millones en diciembre de 2007 hasta alcanzar un máximo de US$ 6,3 mil millones en abril de 2008. Para neutralizar este influjo de capitales que amenazaba con expandir la liquidez del sistema financiero a niveles excesivamente elevados, el Banco Central utilizó instrumentos no convencionales y entre ellos elevó los requerimientos de encaje en moneda nacional y en moneda extranjera, combinándolas con un conjunto de medidas orientadas a desincentivar las tenencias de Certificados del Banco Central por parte de inversionistas no residentes. El encaje marginal en moneda nacional se elevó de 6,0 a 25 por ciento, el requerimiento de encaje para depósitos de no residentes se elevó a 120 por ciento, el encaje marginal en moneda extranjera se incrementó de 30 a 49 por ciento. Estas medidas permitieron también contrarrestar el elevado nivel de crecimiento del crédito en soles y en dólares que se observó durante el 2008, controlando así el dinamismo de la demanda interna y su impacto sobre la inflación.
Ya en setiembre de 2007, el Banco Central había adoptado una medida no convencional, al eliminar los requerimientos de encaje a los préstamos externos obtenidos por los bancos a plazos iguales o mayores a 2 años con el propósito de inducir una menor vulnerabilidad de la estructura de créditos del sistema financiero doméstico a los choques financieros externos. Esta medida cambió la estructura de las fuentes de financiamiento en moneda extranjera del sistema bancario del corto al largo plazo (mayor a 2 años), aumentando este último de 17 a 50 por ciento del total de sus fuentes de financiamiento externo entre octubre y diciembre de 2007.
Durante la segunda etapa, post-Lehman, de la crisis financiera, las condiciones de liquidez de las economías emergentes se tornaron muy restrictivas debido a la profundización de la crisis y de la incertidumbre generalizada reflejándose en menores transacciones en el mercado de dinero y una elevada referencia por liquidez de los agentes económicos.
Durante este periodo de estrés, con el colapso del comercio internacional, la recesión global y la caída de los precios de commodities; la mayor incertidumbre indujo importantes salidas de capitales de las economías emergentes. La generalización de este comportamiento quebró los canales de transmisión de la tasa de política monetaria hacia las tasas de interés de los mercados de dinero y crediticios en la mayor parte de los países del mundo.
En circunstancias normales, la reducción de la tasa de interés de referencia señala la flexibilización de la posición de la política monetaria y de las condiciones crediticias, promoviendo el gasto y el nivel de actividad económica en tanto las expectativas de inflación se mantengan ancladas a la meta de inflación de largo plazo.
En escenarios de crisis, el estrés financiero y la alta aversión al riesgo bloquean los canales de transmisión de la tasa de referencia, reduciendo significativamente su capacidad de señal de la posición de política monetaria. Más aún, en economías con dolarización parcial, la volatilidad cambiaria debilita el balance de la posición financiera en moneda nacional y en moneda extranjera de los agentes económicos, con el riesgo de aceleración del impacto recesivo de la crisis. En estas circunstancias, la mejor opción es la adopción de medidas no convencionales de política.
Inmediatamente después de la quiebra de Lehman, el Banco Central de Reserva del Perú usó activamente estas medidas no convencionales para proveer de liquidez al sistema financiero doméstico, garantizando el normal funcionamiento del sistema de pagos, reduciendo los spreads de las tasas de interés en los mercados de dinero, de capitales y de créditos, y más importante aún, evitando el credit crunch.
Durante la primera etapa de la crisis global y en un contexto de influjo de capitales, los incrementos en los requerimientos de encaje en moneda nacional y en moneda extranjera permitieron que las entidades financieras acumulen activos líquidos en ambas monedas. Dada la severa restricción de liquidez financiera internacional observada en la segunda etapa de la crisis, luego de la
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