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Ficha Personal


Enviado por   •  26 de Febrero de 2015  •  1.442 Palabras (6 Páginas)  •  182 Visitas

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¿SOBERANIA TERRITORIAL O CULTURAL?

Una serie de factores parecen indicar la necesidad de replantear la posición colombiana sobre su segmento de la órbita geoestacionaria

En estos días se ha venido debatiendo cuál es la actitud que debe tomar Colombia con respecto a su soberanía sobre su segmento de la órbita geoestacionaria. En Ginebra, un foro regional de la Unión Internacional de Telecomunicaciones está otorgando los espacios para que los países interesados coloquen los llamados satélites de radiodifusión directa que, en un lapso de tiempo muy corto, harán posible recibir directamente en el hogar señales provenientes del espacio, gracias al uso de una pequeña antena receptora de bajo costo.

Se ha dicho que se debe defender la soberanía nacional sobre el segmento de órbita geoestacionaría, aunque se teme que la cancelación del proyecto colombiano SATCOL sea un negro precedente en las aspiraciones colombianas. El problema de estos nuevos satélites radica en la posible invasión de señales extrañas y de una posible colonización cultural. Precisamente, el Foro de Ginebra determinó que sobre el segmento geoestacionario colombiano serán colocados tres satélites de radiodifusión directa del Uruguay, Canadá y Guyana.

Asimismo se le asignó a Colombia un espacio en el segmento ecuatorial de Ecuador, exactamente sobre las islas Galápagos. Colombia manifestó sus "reservas" sobre la decisión adoptada.

DERECHO ESPACIAL

Desde el lanzamiento del primer Sputnik hasta nuestros días, ha sido necesario tener en cuenta el derecho espacial. Mientras en los años sesenta las misiones causaban asombro, en nuestros días los satélites causan preocupación, y no solamente por el miedo a los artefactos de uso militar sino también por el elevado número de ellos que giran alrededor de la Tierra. En 1967, varios países, entre ellos Colombia, firmaron un tratado cuyo segundo artículo dice que "el Espacio Ultraterrestre, incluída la Luna y otros cuerpos celestes, no podrán ser objeto de posesión por reivindicación de soberanía, uso u ocupación". Sin embargo las características especiales de la " orbita geoestacionaria", que fue definida en 1973 por el tratado resultante de la conferencia de Málaga-Torremolinos como un recurso natural limitado, han llevado a los diez países ecuatoriales a reivindicar una soberanía sobre el segmento de órbita correspondiente a su territorio. En primer lugar, estas naciones sostienen que no se ha definido a ciencia cierta dónde comienza el espacio extraterrestre. Y en segundo lugar, apoyadas en la anterior afirmación, concluyen que es necesario sustraer a la "órbita geoestacionaria" del concepto de espacio extraterrestre por tratarse de un recurso natural limitado en espacio. Los países ecuatoriales se reunieron en Bogotá a finales de 1976 y declararon formalmente que a partir de la fecha pensaban "ejercer la soberanía sobre el arco de órbita geoestacionaria correspondiente a su territorio". Aparentemente, este acto valiente de defensa del "territorio nacional" en este caso tiene muchos inconvenientes que merecen ser analizados.

El tratado de Málaga-Torremolinos, surgido a raíz de la conferencia de la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones) dice en su artículo 33 que la "órbita geoestacionaria" es un recurso natural limitado, que debe recibir un uso eficaz y económico, que debe poseer un acceso equitativo para todos los países o grupos de países. Este acuerdo fue suscrito por todos los países miembros de la UIT, lo cual contrasta con la declaración de Bogotá, firmada por apenas diez países ecuatoriales entre los cuales se ha destacado la posición del Brasil, un país que no parece muy convencido de la tesis de la soberanía. Esto significa que la actitud excluyente de una minoría de países, además de no ser vista con buenos ojos por la inmensa mayoría de países situados al norte y al sur del ecuador, no tiene por qué ser cumplida por una nación cualquiera que quiera colocar un satélite geoestacionario sobre el territorio de un determinado país. El país ecuatorial que se sienta violado o inválido tendría que someterse en el mejor de los casos a los demoradísimos pasos que implica un diferendo fronterizo. Mientras ello ocurre, nuevos satélites serían colocados en su segmento de arco geoestacionario sin que sea posible impedirlo.

PROBLEMAS TECNICOS

Si en términos jurídicos resulta utópico que la soberanía geoestacionaria sea respetada, en términos prácticos resulta en algunos casos antitécnico que un país ecuatorial pretenda sacarle partido a su segmento de órbita. Los satélites de radiodifusión directa, una realidad a muy corto plazo

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