Foro de Debate Estudio de Mercado

Introducción

Por medio de este trabajo podemos evidenciar como la ley de la oferta, demanda, y los niveles de precio del producto, son algo muy importante para poder formular o iniciar un nuevo proyecto sea un emprendimiento o nuevo producto, lo cual requiere de un estudio de mercado. En la actualidad sabemos que la economía de nuestro país está muy complicada, para insumos, hidrocarburos en general incluso para la canasta familiar.

Por lo que cualquier organización que requiera realizar algún proyecto debe realizar un excelente estudio de mercado para que así pueda ser viable tanto para el que produce o presta el servicio como para el consumidor.

1. ¿Cómo se afecta la oferta y la demanda en el mercado actual, como consecuencia del dinamismo de la economía del momento?

Karen Hernández responde:

Como ya sabemos la oferta es la cantidad de bienes o servicios disponible en el mercado para ser intercambiados por cierto valor, y la demanda es la cantidad que en realidad el consumidor adquiere del mismo.

Dando respuesta a la pregunta anterior podemos concluir en  la actualidad la oferta y la demanda se ve realmente afectada por la economía que está enfrentando nuestro país, lo podemos evidenciar en diferentes productos que consumimos en nuestro diario vivir, como lo son los alimentos, al momento en que cada uno de nosotros se acerca a realizar la compra de su canasta familiar se detalla que en algunos productos la oferta es alta pero la demanda es alta ya que es claro que la mayoría de hogares por no decir todos lo consumen, a esto se le llama exceso de necesidad lo que hace que con la demanda no se pueda satisfacer  la oferta ,y  esto genera que el nivel del precio del producto sea mucho más alto de lo común y para el consumidor es difícil adquirirlo. Pero es común que esto invierta ya que cuanto más complicado sea adquirir el producto y los consumidores más busquen alternativas económicas se crea un exceso de oferta, esto ocurre cuando el precio del mercado baja tanto que el bien comercial se vuelve interesante de nuevo para el cliente y la demanda aumenta.

Pero en la actualidad a mi parecer se vive un exceso de oferta, aparte de que nuestra moneda cada día es la más devaluada a nivel latinoamericano y los bienes y servicios aumentan más su valor. Esto genera que el mercado cada día este más quieto, aunque la gente haga su mayor esfuerzo en adquirir no es lo suficiente para reactivar la economía favorablemente.

Vemos a continuación el artículo que realiza la revista la república donde aclara que esta economía en nuestro país empeoró tras la pandemia del covid 19, la cual aún deja consecuencias en la misma aún después de dos años.

En cualquier libro de principios económicos se define la oferta como la cantidad de un bien o servicio que el vendedor pone en venta, mientras que la demanda es la cantidad de un bien o servicio que la gente desea adquirir. A simple vista, de ese encuentro surge una ley que equilibra cualquier mercado, ambas fuerzas comerciales interactúan entre ellas mediadas por el precio. Todo sucede casi que en silencio en un mercado perfecto y en situaciones normales, pero cuando ocurren cosas como por las que ahora atraviesa el mundo, nada es perfecto y todo es anormal; y en efecto, la oferta de bienes y servicios está distorsionada porque sus productores están en cuarentena, cosa idéntica que se puede decir de los consumidores, que deben comprar en un mercado totalmente enrarecido, lo que es un auténtico caldo de cultivo para que florezcan todos los defectos inherentes a la libre competencia, como la cartelización, en la que los productores se reparten mercados y acuerdan precios bajo la mesa a escondidas del consumidor final y de otros competidores. También se presenta el acaparamiento de productos, cuando los mismos productores o los intermediarios guardan los bienes para generar escasez y disparar sus precios. El otro pecado es la especulación que aparece en las operaciones comerciales o financieras para obtener un beneficio económico, a partir de las variaciones de precios en el tiempo, máxime si hay una crisis que afecte el mercado. Un arsenal de delitos contra la libre competencia que deben ser regulados por las instituciones de control y vigilancia para que el consumidor final no tenga que pagar, con sus escasos recursos, por bienes y servicios tradicionales que en situaciones normales no tendrían tantos problemas. En medio de la crisis sanitaria que desencadenará en una económica, los precios empiezan a distorsionarse con justificaciones reales o irreales como la escasez o el alto precio del dólar; es el momento para que el Estado entre en el juego de la economía como ente rector y genere equilibrios.

El país técnicamente está parado porque los trabajadores no pueden asistir a sus lugares de empleo; porque los empresarios no tienen la liquidez o la caja para seguir produciendo luego de dos semanas de aislamiento, y porque la incertidumbre se ha apoderado de la sociedad. Pero en medio de tal panorama, las personas siguen consumiendo bienes de primera necesidad que son los que más han sufrido alzas desmesuradas y sobre los cuáles no puede haber regulación de precios, pues la inflación se dispararía. El gran problema que se cierne sobre la formación de los precios de los alimentos básicos de la canasta familiar es la escasez al no haber mano de obra para la producción o la recolección de cosechas; si a esto se le suman los subsidios que ha puesto el Gobierno Nacional a disposición de los trabajadores, no hay mucho estímulo, por ejemplo, para recolectar la cosecha cafetera de mitaca. Es un deber del Gobierno Nacional y de los gremios económicos empezar a pensar cómo, cuándo y por dónde comenzar a reactivar la economía porque no se puede seguir pensando que 50 millones de colombianos pueden quedarse en cuarentena dos meses sin producir los bienes y servicios básicos. No se trata de salud o economía, se trata de producir comida para tener buena salud y continuar la marcha en un país lleno de necesidades.

Diana Duarte:

Oferta y demanda nos habla de que de acuerdo al precio que haya en el mercado de un bien, los oferentes (los que venden) están dispuestos a fabricar un número determinado de ese bien. Al igual que los demandantes (los que compran) están dispuestos a comprar un número determinado de ese bien, dependiendo del precio.

Si hablamos de precios y economía en Colombia podemos afirmar que todo está sobrevaluado y que si antes el salario estipulado no alcanzaba, hoy realmente nos damos cuenta que ahora si no alcanza, lo que lleva a dividir un gran grupo de consumidores en dos grupos, los que deciden no comprar y cancelar cualquier antojo o beneficio propio y los que deciden seguir adquiriendo servicios incluso con deudas que permitan tener la facilidad de obtenerlos (créditos elevados con alto porcentaje de interés).

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