Guia De Negocios

Controla esas fugas antes de que se desborden

Muchas veces los pequeños gastos se originan en pequeñas decisiones que vamos tomando sin mucho análisis y que poco a poco se van acumulando para convertirse en grandes gastos recurrentes.

Vemos algunos ejemplos:

Teléfono

¿Realmente necesitas tantas líneas? ¿Realmente necesitas tantos servicios? Revisa tu cuenta telefónica y determina en donde está la mayor parte de tus gastos. quizá tu compañía telefónica tenga un paquete más apropiado para tus necesidades. Quizá puedes cambiar de compañía. Quizá puedes hacer las cosas distinto para ahorrar dinero. Puedes utilizar servicios de bajo costo como Skype para las llamadas de larga distancia internacional.

Mensajería

¿Realmente estás mandando por mensajería lo que deberías estar mandando? A veces hay cosas que podrían mandarse con periodos menos urgentes y que no harían diferencia. ¿Que tantos de tus paquetes que mandas con entrega urgente se podrían enviar con entrega normal? ¿Has revisado los precios de otras empresas de mensajería?

Comisiones bancarias

Revisa cuánto estas pagándole a tu banco por comisiones y cargos. ¿Cuánto pagas por los cheques que expides? ¿Por transferencias? ¿Por revisar tu saldo en internet? Quizá puedes negociar con tu banco pasar a otro paquete o incluso cambiar de banco para reducir o eliminar estos costos.

Hospedaje de tu página y cuentas de correo

Revisa que opciones hay en el mercado. Hay paquetes muy baratos en donde cualquier cambio cuesta tanto como el servicio mensual. Hay proveedores que te incluyen ajustes. Hay servicios muy limitados o servicios tan avanzados que difícilmente usarás todo por lo que estás pagando.

Viáticos

¿Qué gastos les reembolsas a tus vendedores? ¿Transporte? ¿Hospedaje? ¿Comidas de negocios? Establece una política clara para que sea transparente para todos y que los límites y formas de comprobar sean sencillas. Revisa trimestralmente estos conceptos por si hay que ajustar algo.

Electricidad

¿Estás apagando tus equipos o los dejas prendidos toda la noche? ¿Apagas la impresora al terminar el día? Estos pequeños detalles te permitirán bajar tu cuenta de electricidad y hacer que tus equipos duren más tiempo

Papelería

¿Realmente necesitas utilizar papel membretado? ¿Imprimes tu papelería con tu impresora a color o la mandaste a hacer a una imprenta? ¿Tu papelería necesita tener tantos colores? Si imprimes tu papel membretado en 2 tintas puede ser mucho más barato que imprimirla a selección a color. Revisa tus gastos de papelería y limita las impresiones a lo que debas imprimir. Muchas personas imprimen cosas que no es necesario imprimir.

Aléjate de los pensamientos negativos, aprende a superarlos.

Son muchas horas en el trabajo, a veces pareciera que ya se forma parte del mobiliario... Pero no, no eres un mueble, tienes sentimientos... Y no todos son buenos...

Hay algunas emociones negativas frecuentes en el trabajo, mismas que debes considerar como una guía de gran alcance ya que te indican qué es lo que tienes que cambiar.

Lo normal sería que la mayor parte de tus emociones fueran positivas, el entusiasmo, asombro, gratitud y alegría. Sin embargo, es inevitable que también el lado oscuro aparezca por tu área de trabajo. No dejes que se apodere de ti.

Aquí te presentamos las seis emociones negativas más comunes en el trabajo y el plan más efectivo para transformarlas en algo constructivo.

No sé qué hago aquí

Aunque son pocos los valientes que lo admiten, muchos en secreto temen no estar al nivel o no estar bien posicionados. Pero en realidad es una de las emociones más sencillas de manejar.

Tu sentido de inadecuación proviene de la duda sobre las habilidades, experiencia y estrategias de esa área donde quieres tener éxito.

Plan: Simple, decídete a trabajar en tu área hasta que la domines. Encontrar un modelo a seguir es muy buena idea, también puedes consultar libros o tomar seminarios. Incluso irte puliendo conforme pasa el tiempo es válido. El secreto es no perder la calma.

¡Tengo miedo!

El miedo es bueno, demuestra que estás comprometido con lo que haces.

Plan: Date un break y reflexiona mirando la situación objetivamente. Pregúntate ¿Está mi negocio, mi carrera o mi propio futuro en peligro?

Si la respuesta es “No”, entonces es válido el nerviosismo, emociónate en vez de temer. Es parecido a subirse a una montaña rusa. Tú, disfruta el paseo.

En caso de que la realidad sea realmente grave, haz un poco de caminata, busca una distracción. Cuando vuelvas y retomes el meollo, prevé un plan de acción sobre cómo se va a manejar la situación en estos momentos. Recuerda todas las veces anteriores en que has salido bien librado de los desafíos. Si ya lo lograste una vez, esta ocasión puede salir mucho mejor.

A nadie le caigo bien

Es normal no ser el mejor amigo de todos en el trabajo. ¿Cómo pretender ser aceptado por todos si somos distintos?

Plan: Decide si realmente aquella persona que te hace el feo merece tu atención.

Si el rechazo es por parte de un fanfarrón o una persona con poca perspectiva, sólo se trata de un cumplido, quizá está ideando cómo ser tú.

Ahora que la opinión de la otra persona sí es valiosa, entonces reconoce, quizá estás exagerando, muy probablemente sólo se trate de interpretaciones distintas de las reglas o acuerdos no bien establecidos. A lo mejor no le caes tan mal, sólo no se están entendiendo. Intenta acercarte diplomáticamente y averigua qué pasa. Sea lo que sea, no te agobies.

¡Me lleva la $%&@!

El enojo surge porque las cosas se salieron de nuestro control, la idea es aprender a retomarlo.

Plan: Lo primero es alejarse un poco de la situación. Si puedes, ve a dar un paseo, sal a comprar un dulce o ve por un té, el caso es no abrumarse. En su defecto haz lo que las abuelas sugieren, cuenta lentamente hasta el diez.

Ya que lograste calmarte, busca el motivo de tu enojo. Muy probablemente alguien se saltó alguna regla que es importante para ti o el control no estaba realmente en tus manos. Después date cuenta que eres capaz de evitar entrar en cólera, domina el Hulk que llevas dentro y actúa con cautela para mejorar la situación.

No tengo ningún logro

En el trabajo, este sentimiento llega cuando te vuelves muy exigente contigo, quizá es mucho el trabajo y bastante esfuerzo implicado. Seguro tu meta es alcanzable,

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