Hemos Perdido La Guerra Contra Las Drogas? Español
Enviado por • 7 de Mayo de 2015 • 2.034 Palabras (9 Páginas) • 207 Visitas
Hemos perdido la guerra contra las drogas?
Después de más de cuatro décadas de un experimento fallido, el costo humano se ha vuelto demasiado alto. Es tiempo de considerar la descriminalización de las drogas y el mercado de las drogas.
El presidente Richard Nixon declaró una “guerra contra las drogas” en 1971. Deseaba que el tráfico de drogas en los estados Unidos fuera reducido en gran medida, y en poco tiempo, a través de seguimiento policial federal… pero la guerra contra las drogas nunca acabó. Es más, continúa hasta el día de hoy. El costo ha sido grande en términos de vidas, dinero y el bienestar de muchos estadounidenses, especialmente los más pobres y con menor nivel de educación. De cualquier modo, las ganancias de la guerra han sido, a lo más, muy moderadas.
El costo monetario directo sobre los contribuyentes estadounidenses incluye el gasto en la mantención de fuerzas policiales, la paga del personal de tribunales que enjuicia a los traficantes y consumidores de drogas y los guardias y otros recursos empleados en el encarcelamiento y corrección de aquellos culpables de ofensas relacionadas con las drogas. El costo total de todo esto se estima en sobre $40 billones de dólares al año.
Estos costos no incluyen muchos otros efectos nocivos de la guerra contra las drogas que son difíciles de medir y cuantificar. Por ejemplo, a lo largo de los últimos 40 años, la fracción de estudiantes que abandonan sus estudios secundarios ha permanecido alta, de alrededor de un 25%. La cantidad de niños blancos de clase media que abandonan sus estudios no es tan alta, pero sí lo es la cantidad de estudiantes negros e hispánicos que viven en barrios pobres. Muchos factores pueden explicar estas cifras, especialmente que los colegios ofrezcan educación de baja calidad y el poco apoyo familiar que reciben los niños en sus casas, pero otro factor importante en estos barrios es la tentación de abandonar la escuela para ganar dinero en el mercado de las drogas.
El número total de personas encarceladas en prisiones federales y de estado en Estados Unidos ha crecido desde 330,00 en 1980 a casi 1.6 millones hoy en día. Gran parte del incremento de esta población se debe a la guerra contra las drogas y los severos castigos que reciben las personas condenadas por tráfico o abuso de sustancias. Alrededor del 50% de los convictos en prisiones federales y 20% en prisiones estatales están allí por vender o usar drogas. Aquellos que son responsables sólo de operaciones de tráfico menores o de consumir drogas tienen menor posibilidad de encontrar trabajo legar una vez que son librados de prisión, por lo que encuentran mejores maneras de dedicarse al tráfico.
Los precios de drogas ilegales suben cada vez que varios traficantes son atrapados y castigados de forma severa. Precios más altos compensan a los traficantes por los riesgos de ser atrapados. Mayores precios significan una menor demanda de drogas, pero también un mayor ingreso para aquellos que logran venderlas sin ser atrapados cuando operan a una escala suficientemente grande y logran eliminar la competencia que presentan otros traficantes. Esto explica porqué carteles de drogas a gran escala son tan rentables en E.E.U.U, México, Colombia, Brasil y otros países.
La paradoja de la guerra contra las drogas es que mientras más fuerte luchen lo gobiernos, más alto subirán los precios para compensar los mayores riesgos, lo que lleva a mayores ganancias para los traficantes hábiles. Ésta es la razón de porqué carteles de drogas grandes frecuentemente resultan beneficiados de una guerra contra las drogas estricta, especialmente si la guerra se concentra en los traficantes más pequeños y no en los peces más gordos. Más aún, una guerra contra las drogas más agresiva significa que los traficantes responden con violencia y corrupción incrementadas. Un aumento de las fuerzas para contrarrestar esta violencia, a su vez, puede exacerbar los costos impuestos sobre la sociedad.
Las grandes ganancias de los traficantes de drogas que saben cómo evitar que los atrapen los incentivan a sobornar e intimidar a la policía, a los políticos, a los militares y a cualquiera que esté involucrado con la guerra contra las drogas. Si los oficiales y la policía se resisten a los sobornos y ejercen las leyes anti drogas son amenazados con violencia y a menudo temen por sus vidas y por las de sus familias.
En México encontramos un ejemplo bien documentado de algunos de los costos de la guerra contra las drogas. Probablemente, más de 50,000 personas han muerto desde el comienzo de la campaña anti drogas en 2006. Para mayor perspectiva, alrededor de 150,000 muertes resultarían si muriera la misma facción de residentes estadounidenses que mexicanos. Éste número de muertes es mucho mayor que la cantidad de vidas perdidas en Iraq y Afganistán combinados, y tres veces más grande que la cantidad de vidas perdidas en Vietnam. Muchos de los muertos fueron civiles y militares, policías y oficiales de gobierno que participaban en el esfuerzo anti drogas.
Además, el resentimiento en México hacia la guerra contra las drogas se ve aumentado por el hecho de que la gran mayoría de las gorgas va a parar a carteles estadounidenses en México. Muchos otros países sudamericanos serían mucho más débiles de vendieran las drogas sólo en el mercado interno (carteles brasileños y mexicanos exportan mucho a Europa).
La mayor ganancia de la guerra contra las drogas, según aquellos a favor de continuarla, es la menor incidencia de abuso de drogas y drogadicción. La economía básica sostiene que mayores precios de un bien significan una menor demanda de ese bien. La magnitud de la variación depende de la disponibilidad de sustitutos para el bien que subió de precio. Por ejemplo, muchos que consumen drogas encuentran el alcohol un sustituto satisfactorio.
La conclusión es que mayores precios reducen la demanda sólo bajo ciertas circunstancias, lo que es tremendamente importante a la hora de considerar los efectos de los precios más altos de las drogas gracias a la guerra contra ellas. Hacer que el consumo y la venta de
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