Importancia mercadotecnia.

¿Consideras importante esta “p” (Producto) en el proceso mercadológico?,

¿por qué?

El producto no solo lo considero importante, lo considero parte fundamental para dar pie a un proceso mercadológico. Desde nuestros orígenes hemos buscado la forma de intercambiar cosas con la única finalidad de mejorar nuestras condiciones de vida y por nuestro sentido de supervivencia, este intercambio nos llevó a desarrollar necesidades las cuales se satisfacían de una forma en la que buscábamos las materias primas y las convertíamos, o buscábamos al que tenía lo que necesitábamos y lo intercambiábamos.

Con el paso del tiempo, algunas personas se dieron cuenta que podían almacenar cierta cantidad de “productos” y obtener una gran variedad a cambio de ellos, sin tener en mente el valor de cada cosa, era nuestro propio deseo el que le daba el valor y a través de la negociación lográbamos satisfacernos y al mismo tiempo mejorar nuestra calidad de vida.

A la llegada o fundación de los bancos, se dio origen a colocar un costo a esos productos y a que los mismos tuvieran un significado mayor para nosotros, ya no se trataba de intercambiar, se trataba de trabajar y generar recursos para seguir satisfaciendo nuestras necesidades. Pero nos encontrábamos ante un escenario mejor: La competencia.

La competencia permitió mejorar la oferta de productos en el mercado, con lo cual se mejora la calidad de los mismos y se ajustaron los precios. Surge entonces un movimiento que industrializa la creación, distribución y venta de estos productos.

Con ello se va abriendo camino a la era del servicio, en donde los servicios y no solo los bienes toman un rol importante en el desempeño de una empresa, de una marca, de un producto. Cada vez la industria se enfrenta a un cliente o posible cliente más informado, más curioso, más precavido y que comparte sus experiencias, haciendo reverencia a la publicidad más famosa y más posicionada: “De boca en boca”

En la actualidad ya no se trata de vender mucho, se trata de generar clientes fieles a la marca, al producto, clientes que satisfagan sus necesidades y a los que se les genere mayor necesidad y lealtad. Esto se logra a través de una excelencia en el servicio, lo cual permite que el consumidor no solo se centre en el costo del bien, si no en la experiencia que le provoca adquirir ese bien, en el momento de “felicidad” y en la atención post-venta que este reciba.

Debemos poner mayor énfasis en la imagen física y digital (Redes, Internet) del producto, y sobre todo en la cadena de servicio con valor agregado que se ofrece, ya que su éxito o fracaso dependen del mismo.

El producto (Bienes) es fundamental, el servicio (Servicios) es determinante en la decisión y lealtad de nuestro público objetivo.

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