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Ingenieria Comercial


Enviado por   •  15 de Abril de 2013  •  2.092 Palabras (9 Páginas)  •  657 Visitas

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SUSTENTABILIDAD

Origen y Significado.

El concepto apareció en Alemania desde 1442, en un reglamento de economía forestal del obispado de Speyer que proponía el desarrollo de ésta en varias regiones de Europa, como medio control y solución a la devastación de los bosques, especialmente el perpetrado por la industria naval y minera, que involucraban a éstos como su materia prima básica.

La Edad Media tuvo en la sobreexplotación de este hábitat una problemática similar a la que vivimos hoy, de ahí que la silvicultura (o economía forestal) fuese la disciplina encargada de proponer procedimientos de aprovechamiento en los bosques que, además de mantener una alta calidad en la materia prima, impulsara un ciclo de bosques constante; o dicho de otro modo, que siempre hubiera árboles que talar de alta calidad, sin que esto implicara la devastación de bosques y que con ello se produjera un perjuicio económico y social. “Es en esos largos siglos de la alta y la baja Edad Media, cuando se empieza a oír como un murmullo eso que en tiempos modernos alcanza finalmente tan enorme volumen: esto es, la idea de que los hombres pueden operar en la naturaleza cambios deseables e indeseables”.

Así, esta noción describía que la explotación de un bosque fuera hecha, tras determinar una tala máxima que permitiera su regeneración. El reto era no extinguir el recurso natural, conscientes que la base del proceso económico era la existencia y calidad de árboles. De ahí que, en general, la sustentabilidad se entienda como el aprovechamiento de un sistema regenerativo, donde el sistema quede intacto en sus aspectos substanciales, y al mismo tiempo, pueda renovarse de manera natural.

Esta idea es, en consecuencia, un proceso con una visión integral en el que intervienen tres elementos de igual importancia entre sí: ambiente, economía y sociedad. La relación entre éstos es de carácter dinámico ya que la sociedad depende de la economía y el ambiente, y viceversa, lo que dota a esta dependencia de un alcance a nivel global, nacional, regional y local, por la manera en que afecta las actividades cotidianas y los procesos industriales.

Las actividades realizadas por cualquier sociedad representan un impacto negativo o positivo en nuestro entorno. Por ende, este postulado se refiere, en primer lugar, a la actividad humana y su concepto clave es mantener las condiciones naturales favorables para el desarrollo de la vida, de tal manera que se mantengan límites que eviten la destrucción de los sistemas que dan sustento a las sociedades.

El concepto también se mencionó en una publicación de Hans Carl von Carlowitz del año 1713, en donde describió el aprovechamiento de los bosques y su materia prima, la madera. Pero, fue en el año 1972 cuando el término sustentabilidad apareció por primera vez en el reporte del Club of Rome titulado Los límites del crecimiento refiriéndose en su sentido más amplio, a la condición del equilibro global.

La comunidad internacional hizo conciencia sobre la dependencia que tiene la humanidad hacia los recursos y ecosistemas naturales. Por primera vez, se hizo un temario al respecto y de manera abundante, cuando a principios de los años setenta las distintas crisis energéticas (en especial la petrolera de 1973), la desertificación de áreas forestales, las secuelas por las aguas contaminadas reflejadas en graves problemas económicos y de salud pública, desmitificaban la fe ciega y el culto despreocupado por los procesos tecnológicos.

La percepción del ambiente natural cambió. Por un lado apareció la amenaza para el ser humano y la técnica, y por otro lado, se vio con claridad que esta última y la economía dependían de los ecosistemas. La cognición de que la economía humana estaba por destruir su propia base fue parcial, y percibida como un shock, lo que dio paso a la creencia de que se atravesaba por una crisis ambiental planetaria.

Los primeros pasos, a nivel internacional para la protección del ambiente, comenzaron a finales de los años sesenta y tuvieron un clímax en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente celebrada en Estocolmo, Suecia. A partir de ahí, donde se reunieron 103 estados miembros del organismo y más de cuatrocientas organizaciones gubernamentales, se reconoció que el medio ambiente es un elemento fundamental para el desarrollo humano.

Con esta perspectiva se iniciaron programas y proyectos que trabajarían para construir nuevas vías y alternativas para enfrentar los problemas ambientales y, al mismo tiempo, mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales para las generaciones presentes y futuras. La Conferencia en Estocolmo propuso, además, la fundación del PNUMA: Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

A partir del crecimiento de esta problemática, así como del impacto en su ámbito social y económico, la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo comenzó en 1983, una serie de acciones encabezadas por la presidenta de Noruega, Gro Harlem Brundtland (trabajos que se conocen como actividades de La Comisión Brundtland) en donde se habla de acciones para lograr un Desarrollo Sustentable. En el informe Nuestro Futuro Común, publicado en 1987, se presentaron tres principios básicos: la perspectiva global, la conexión entre ambiente y desarrollo, y la responsabilidad social entre la generación actual y las futuras, así como entre las diversas sociedades que habitan el planeta.

En este estudio se advertía que la humanidad debía cambiar su modus vivendi y la interacción comercial, si deseaba evitar el advenimiento de una era con niveles inaceptables de sufrimiento humano y degradación ecológica. En este texto, el desarrollo sustentable se definió como “aquel que satisface las necesidades actuales sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las propias”. Otro logro alcanzado de este ejercicio fue el presentar y proponer el término como modelo del desarrollo para un público más amplio, y no sólo el científico.

La Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992, fue la más grande del Siglo XX con la presencia de 178 países. En ella el desarrollo sustentable comenzó como idea y meta, al grado que ganó tal popularidad y peso político que estalló un reconocimiento sobre el desequilibrio económico, social y ecológico. Se reconoció entonces que el medio ambiente es un elemento fundamental para el desarrollo humano. La meta era, y sigue siendo, equilibrar los satisfactores humanos a partir de un ambiente natural sano y una economía justa. Esto no puede lograrse con la participación de una sola nación pues el desarrollo sustentable implica una cooperación a nivel mundial.

El sector ambiental no está apartado, independiente o

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