Just in time

JUSTO A TIEMPO

“Just in time” (JIT)

Just in time, es una filosofía empresarial que define la manera en que se deben optimizar los sistemas de producción a través de la entrega  de materias primas o de sus componentes a la línea de fabricación “justo a tiempo” y en medida de que sean necesarios. Es una característica de las empresas llamadas “ajustadas”, cuya producción se ajusta al mínimo desperdicio, alcanzan su perfección mediante el aprendizaje continuo, la creatividad y el trabajo en equipo, mediante lo cual logran eliminar las operaciones que no añaden valor al cliente. Su competencia está basada en los principios de la calidad total a través de su capacidad de entregar al mercado el producto solicitado en tiempo breve y en la cantidad requerida, evitando costos que no producen un valor añadido y si logran precios competitivos. La estructura de esta filosofía se basada en cuatro principios esenciales:

1. Identificar y poner en evidencia los problemas fundamentales:

Es importante identificar las dificultades que surjan y obstruyan la operación o la producción de una empresa, con la finalidad de dar una solución objetiva, correcta y eficiente, que le permita cumplir exitosamente el objetivo de la filosofía “justo a tiempo”.

1. Eliminar despilfarros:

Implica no desperdiciar, eliminar actividades que no añadan valor al producto y reduca costos, mejoren la calidad del producto, reducan los plazos de fabricación y aumente el nivel de servicio al cliente para lo cual es necesario hacer bien las cosas a la primera. Se debe asumir que el personal operativo tenga la responsabilidad del control del proceso a su cargo, garantice la adecuada operación de procesos mediante el control estadístico (SPC). Durante esta fase es importante el análisis de la información que se obtenga para prevenir y gestionar los riesgos potenciales que hay en los procesos de producción. También es importante reducir al máximo las existencias para evitar sobre existencia y desperdicios secundarios.

1. Buscar la simplicidad:

Hacer simple la operación de procesos y fáciles para su gestión eficaz, para lo cual se requiere del adecuado flujo de material, la eliminación de rutas complejas de entrega y contar con líneas de flujo más directas, de ser posible unidireccionales. También puede ser útil el agrupar los productos por familias, las que se fabrican en una sola línea de flujo, con lo que se facilitará el trabajo en células de producción o “minifactorías”. El modelo Kanban es ejemplo de este sistema.

1. Diseñar sistemas para la identificación de problemas.

Un sistema que identifique problemas es considerado como benéfico y cualquier que los enmascare perjudicial, por lo que es necesario la mejora continua de sus mecanismos de identificación.

FASES DE IMPLANTACIÓN DEL SISTEMA JUST IN TIME

Primera fase de implementación:

Establecer las bases sobre las cuales se implantará del sistema, sustentada en la existencia de un cambio de actitud en toda la empresa y para lograrlo se necesita:

• El conocimiento básico del sistema.
• Analizar el costo/beneficio con la implementación del sistema.
• Contar con el compromiso de todo el personal de la empresa.
• Tomar una decisión si/no para poner en práctica el sistema JIT.
• Seleccionar al equipo que participará en la implantación de proyecto.
• Es necesario identificar la planta ideal para una prueba piloto.

Segunda fase: mentalización, clave del éxito:

Consiste en la educación de todo el personal. Para su éxito no debe escatimarse los recursos necesarios para tal efecto y evitar dificultades en la implementación. El personal operativo deberá empezar la aplicación de la filosofía en su propio trabajo. No confundir la educación con la formación. Educar significa ofrecer una visión más amplia, el describir cómo encajan los elementos entre sí. En cambio, la formación consiste en dar un conocimiento detallado de un aspecto determinado. Durante el proceso de educación se deben conseguir dos objetivos:

• Conseguir la adecuada comprensión de la filosofía del JIT y su aplicación en la industria.
• Un programa estructurado para que el personal operativo empiece la aplicación de la filosofía JIT en su propio trabajo.

Tercera fase: mejorar los procesos:

Son los cambios físicos en el proceso de fabricación que mejorarán el flujo de trabajo a través de tres formas principales:

• Reducción del tiempo de preparación de máquinas para que se pueda procesar otro tipo de producto. Un tiempo de preparación excesivo es perjudicial ya que durante este tiempo no se puede producir nada y se disminuye el rendimiento de la máquina. Entre más largo sea el tiempo, más largo es el tamaño del lote, con lo cual no resulta económico la producción de lotes pequeños. Cuando los lotes son grandes, llegan los inconvenientes de alargamiento de los plazos de fabricación y aumento de los niveles de existencias.
• Mantenimiento preventivo. Las máquinas poco eficientes son cada vez más problemáticas. Si sufre una avería, les faltará material a las máquinas siguientes. Por lo tanto, se debe incluir un programa de mantenimiento preventivo y garantizar el correcto funcionamiento de la maquinaria en los procesos.
• Cambiar las líneas de flujo en el sistema de fabricación para mejorarlo y se puede lograr al sustituir la disposición más tradicional por unas líneas de flujo más eficientes, con lo que se logra un flujo de trabajo rápido de un proceso a otro, reduciéndose así los plazos de fabricación.

Cuarta fase: mejoras en el control

El tipo de control del sistema de fabricación determinará los resultados de la aplicación del sistema JIT. La simplicidad proporciona la base del esfuerzo por mejorar el mecanismo de control de fabricación: el sistema tipo de arrastre da control local en vez de centralizado, lo que facilita el control estadístico del proceso y da calidad en el origen (autocontrol, programas de sugerencias, etc.).

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