LA ETICA PROFESIONAL
Enviado por m.zamor • 18 de Abril de 2014 • Ensayo • 3.381 Palabras (14 Páginas) • 303 Visitas
LA ETICA PROFESIONAL
La palabra ética proviene del griego ethikos (“carácter”). Se trata del estudio de la moral y del accionar humano para promover los comportamientos deseables. Una sentencia ética supone la elaboración de un juicio moral y una norma que señala cómo deberían actuar los integrantes de una sociedad.
La ética profesional pretende regular las actividades que se realizan en el marco de una profesión. En este sentido, se trata de una disciplina que está incluida dentro de la ética aplicada ya que hace referencia a una parte específica de la realidad.
Cabe destacar que la ética, a nivel general, no es coactiva (no impone sanciones legales o normativas). Sin embargo, la ética profesional puede estar, en cierta forma, en los códigos deontológicos que regulan una actividad profesional. La deontología forma parte de lo que se conoce como ética normativa y presenta una serie de principios y reglas de cumplimiento obligatorio.
Podría decirse, por lo tanto, que la ética profesional estudia las normas vinculantes recogidas por la deontología profesional. La ética sugiere aquello que es deseable y condena lo que no debe hacerse, mientras que la deontología cuenta con las herramientas administrativas para garantizar que la profesión se ejerza de manera ética.
La ética periodística, por ejemplo, condena que una periodista reciba dinero para publicar una noticia tendenciosa a favor de una determinada persona, organización o empresa. En el mundo de los negocios, por otra parte, la ética señala que un vendedor no puede realizar operaciones por afuera de la empresa para la cual trabaja como empleado.
NATURALEZA DE LA ETICA PROFESIONAL
Todos los hombres, a lo largo de las generaciones, se han cuestionado la presencia del bien y del mal en el mundo. Lo han hecho, siempre, partiendo del análisis de las acciones humanas. En cualquier dimensión de la vida, cabe reflexionar acerca de un modo bueno, virtuoso de comportarse o, al revés, de una manera deshonesta y viciosa de actuar. Se puede trabajar bien o mal, ser un buen amigo o no serlo, manejar un vehículo correctamente o de modo imprudente, en definitiva, desempeña un buen o un mal papel en cada una de las actuaciones. Permanentemente se valora la realidad. A través de los juicios éticos, se compara lo que pasa con lo que debería pasar. En última instancia, esa cuestión del bien y del mal está íntimamente relacionada con el obrar humano. Se puede decir que una persona es lo que es su comportamiento moral y por eso la ética resulta tan importante que no deja indiferente a los hombres.
La persona comenzó a plantearse estas cuestiones cuando tomó conciencia de que el ejercicio de su acción libre no significaba simplemente una elección sobre cosas externas a ella. Ésta es la más inmediata y evidente dimensión de la libertad, pero no la única. Su libertad tiene un alcance más profundo y decisivo: al optar sobre esta o aquella cosa, sabe que está decidiendo sobre sí mismo, está eligiendo el tipo de persona que quiere ser. Es el propio sujeto el que, como consecuencia de sus decisiones, alcanzará la felicidad o la frustración. Por eso, al tomar conciencia de su libertad y ejercerla, el hombre se enfrenta con la cuestión de su responsabilidad.
Cada persona es protagonista de su propia vida y, por lo tanto, de su existencia moral. Teniendo en cuenta un conjunto de ideas, valores y criterios, toma determinadas decisiones y enjuicia el comportamiento de los demás. Partiendo de este conocimiento moral espontáneo, el hombre es capaz de investigar racionalmente los fundamentos de la moralidad de sus acciones. La ética pretende esclarecer filosóficamente la esencia de la vida moral, con el propósito de formular normas y criterios de juicio que puedan contribuir una válida orientación en el ejercicio responsable de la libertad personal.
La ética es la parte de la filosofía que estudia la vida moral del hombre. Se centra en una dimensión particular dentro de la realidad de la vida humana: El comportamiento libre de la persona y, por ende su conducta responsable. La ética reflexiona sobre el significado último y profundo de la vida moral y se pregunta por el fin que persigue el hombre en su vida, para determinar, a partir de esa meta, aquellos comportamientos mediante los cuales podrá alcanzar la felicidad. De estas consideraciones se deduce fácilmente que la ética está al servicio del hombre para ayudarlo a vivir mejor, en un sentido más humano.
El origen etimológico del término “ética” puede aclarar la naturaleza de esta ciencia. Ética es un término muy antiguo, usado con frecuencia ya en el mundo griego. Procede del vocablo éthos y se traduce por ciencia de las costumbres. Lo mismo se aplica al término “moral”, que deriva del latín mos, es decir, costumbre. Sin embargo, si se quiere precisar aún más la significación de la palabra ética hay que remontarse a dos interpretaciones. En su origen, se encuentran dos términos griegos que tienen la misma raíz semántica: éthos (con épsilon) y êthos (con eta). El origen parece ser éthos, que significa costumbres y se refiere a los usos y principios que rigen en una comunidad y guían la vida de la polis.
El término êthos (con eta), tal como lo usa Aristóteles, se refiere al “carácter”, o “modo habitual de ser”. Esta significación tienen más connotaciones individuales que sociales pues hace referencia a la personalidad. Remite al conjunto de cualidades que distinguen a una persona en su obrar. Cuando se habla de carácter o modo de ser no se alude al temperamento o a la constitución psicobiológica innata de una persona, sino a la forma de ser que ella adquiere para sí misma a lo largo de su vida, emparentada con el hábito que es bueno, si la perfecciona (virtud), o malo si la pervierte (vicio). De aquí se desprende que, muchas veces, la ética se identifica con el ejercicio de las virtudes o hábitos que el hombre se esfuerza por adquirir.
En latín, un solo término expresa esa doble acepción indicada más arriba. Mos, del que deriva “moral”, significa “costumbres” y de ahí que se considere la moral como la ciencia de las costumbres. Si bien es cierto que ética y moral se identifican en su significado, en el curso de la historia recibieron contenidos diversos. Ética se utiliza para la ciencia filosófica, y moral para el ámbito de la teología que estudia las acciones que tienden a alcanzar el fin sobrenatural del hombre. Moral, a su vez, podría tener un significado sociológico referido a las valoraciones morales de una sociedad, o bien un sentido meramente psicológico, como u estado de ánimo que indica una experiencia habitual de todas las personas. Así, por ejemplo, se dice que una personas tiene “una moral alta” o bien que está
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