LEY DE PARETO.

ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

ESCUELA DE CONTABILIDAD Y AUDITORÍA

Nombre: Belén Sagñay

Nivel: Tercero “2”

Fecha: 14 de Octubre de 2014

Profesor: Ing. Alba Olivo

LEY DE PARETO

La Ley de Pareto,  es una de las bases fundamentales para la organización de una empresa, su mentor fue el economista Vilfredo Pareto, el diseñó un sistema de porcentajes basado en la situación socio-económico de su natal Italia. Estas proporciones son el 80% y el 20%, muestra los efectos y las causas respectivos de todas las actividades que surgen a lo largo de los procesos administrativos.

De un correcto análisis del principio de esta Ley, depende un buen enlace en todas las etapas: productivas, económicas, y sociales de un ente económico, como es la empresa. La Ley de Pareto resume una idea cotidiana; que admite que un pequeño grupo de causas, desencadena un sinnúmero de efectos.

Como sabemos, la distribución de la riqueza ha sido desigual desde tiempos inmemorables. Incluso en nuestros días, podemos dar fe de cómo la mayoría de la propiedad de los factores de producción está en manos de unas pocas personas, mientras que muchos grupos de personas deben conformarse con una pequeña parte, este patrón se repite en muchos países. Eh ahí, el indicio en el que se basó el economista azurro Vilfredo Pareto. Concedió sin embargo que la extensión de la renta media se consigue con un debido proceso de desarrollo económico para reducir un poco la desigualdad, que se acomoda en el abrigo de muchos países.

El italiano fijó un porcentaje comprendido en un veinte y ochenta por ciento; el veinte por ciento representa los esfuerzos o causas que una o un grupo de personas invierte en la consecución de algo, ese algo se constituye en el ochenta por ciento de los resultados o efectos. Pero, ¿por qué no un 85 y 15% o un 75 y 25%? Esto se debe a que no siempre se cumplirán estas proporciones, pero si las bordean. Más adelante, muchos otros economistas, sociólogos, mercadólogos, han comprobado que la Ley de Pareto es aplicable a diversas circunstancias, en todas las actividades o eventos que se llevan a cabo.

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Por ejemplo, el ser humano se plantea una meta, un objetivo a todo proceso que encamina, es decir si desea conseguir éxito en un trabajo, mucho dependerá del 20% de las acciones, fuerza y ahínco para conseguir el 80% de los logros. Significa que, resumiendo el ciento por ciento de mi diario vivir, solo el veinte por ciento de los eventos que ocurren, me produce un 80% de satisfacción.

Si bien es cierto en un inicio no se logra comprender por completo como funciona este sistema 80/20; hasta adaptarlo a nuestro diario vivir.

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Pero lo esencial en este procedimiento es que debemos identificar y aprovechar ese veinte por ciento de las actividades vitales y separar las diligencias insignificantes; con lo cual el ochenta por ciento se constituirán en los resultados de esas actividades principales y el resto de los eventos banales.

Así las cosas, una persona debe asegurar sus habilidades más fuertes, para alcanzar grandes derivaciones. Podemos darnos cuenta de todas las acciones que realizamos día a día; y qué según nuestra percepción, éstas pueden ser buenas o malas y una forma muy útil de identificar cuáles son las proporciones de esa relación 80/20 es redactar una lista de las fortalezas para aplicarlas a lo largo de nuestra vida.

El establecimiento del principio de Pareto es multifuncional y se puede aplicar en muchos campos o ámbitos; pero de manera especial en casi toda área empresarial para el mejoramiento estratégico y financiero. Por ejemplo, enfocándonos a la gestión interna de la empresa, este principio juega un papel demasiado importante, pues el 80% de la productividad de una empresa es el resultado de un 20% de esfuerzo o inversión.

En una entidad industrial, el 80% de los desperfectos de un producto fabricado es consecuencia del 20% de actividades u obras permisibles, el 80% de la falta es causado por un 20% de empleados. Evidentemente, la relación no debe ser necesariamente igual. Ahora, entendamos porqué el buen funcionamiento de una empresa se puede lograr por la aplicación de la Ley de Pareto. La empresa puede tener innumerables clientes, y un montón de mercadería disponible en inventario; entonces, ¿cuál es la finalidad de la empresa? Reunir los recursos humanos, financieros y materiales y tecnológicos para producir bienes y servicios y obtener un beneficio social.

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