México, tierra de amaranto.

México tierra de Amaranto

Si bien el fin principal de cualquier negocio es generar utilidades para garantizar la existencia y ganancia de los accionistas/dueños, cuando entramos en el terreno de las organizaciones civiles, tenemos que tener muchos más factores en cuenta adicionales a generar utilidades para la compañía. Si bien necesitamos un negocio rentable para garantizar la existencia y correcto funcionamiento de la misma a través de los años, la responsabilidad social que debe tener es igual o más importante que las utilidades de la organización. México, tierra de Amaranto presenta un caso muy particular de negocio, donde a pesar de haber sido fundada bajo el sueño de mejorar la alimentación de una población, debe toparte con muchas dificultades e incluso trabas que cualquier sociedad anónima percibe en el día a día.

 Si bien el proyecto comenzó involucrando a gigantes de consumo como Kelloggs o Grupo Bimbo, no pasó mucho tiempo antes de que MTA ampliara sus horizontes y comenzará a pensar en jugadores más pequeños dentro del mercado, pequeños productores regionales que buscaban aprovechar la oportunidad que el Amaranto les brindaba, específicamente para atender las necesidades de estos gigantes de consumo. MTA tuvo que tomar en cuenta no solo las necesidades de las grandes empresas de consumo, sino también de los pequeños productores, “una organización debe reconocer que la información de grupos interesados y su participación en estas decisiones, que tienen un impacto en sus intereses y expectativas, puede ser beneficioso para el desarrollo a largo plazo de la empresa” (Cornel & Mihaela, 2010).

La participación del gobierno es también un aspecto crucial a la hora de arrancar cualquier proyecto con tinte social, debido a que puede convertirse en nuestro mejor aliado, o nuestro peor enemigo según como manejemos las relaciones con el mismo. MTA logró muchos beneficios a través de relaciones con gobernadores, asociaciones públicas, secretarías y demás, y la realidad es que hizo un muy buen trabajo a la hora de recolectar fondos para brindarles una oportunidad a algunas localidades muy pequeñas. Usada de manera correcta, las relaciones públicas nos pueden brindar también un gran apoyo, y es que una organización como MTA busca lo mismo que cualquier gobierno que busque llamarse digno debe aspirar, hacerse responsable y actuar en búsqueda de mejores oportunidades para las comunidades más marginales: “En efecto la responsabilidad está en el poder que yo tengo de causar un daño, o un beneficio de todo aquello que se halla en el campo de mi acción” (Vilchis, 2007).

Hoy en día, MTA se ve en la antesala de una gran decisión por tomar, hacerse cargo de la producción y seguimiento de siembras comerciales, o dejar al gobierno o a otro jugador tomar esta carta.

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