Mercado Imperfecto
Enviado por edgar_31ms • 14 de Noviembre de 2012 • 2.530 Palabras (11 Páginas) • 1.023 Visitas
5. Los mercados imperfectos
Los mercados reales no cumplen con las condiciones del modelo descrito de competencia perfecta, y por ello se les denomina mercados imperfectos.
Algunos mercados, como el de ciertos productos agrícolas homogéneos (los cereales, por ejemplo) o la venta al por menor de bienes o servicios estándar, se acercan bastante al ideal del mercado perfecto, pero son una minoría dentro del enorme entramado de industrias que forman el sistema económico y no son, por tanto, representativos.
La realidad económica, por el contrario, se define por la existencia de grandes empresas con elevado poder de mercado, que consiguen a través de estrategias como la diferenciación del producto, o mediante ventajas como las economías de escala.
La imperfección de los mercados conduce al establecimiento de los precios por encima del coste marginal de las empresas. Y el mayor precio respecto a la situación de competencia perfecta, determina una menor cantidad de producción al enfrentarse con una demanda decreciente.
El poder para fijar los precios convierte a las empresas en precio-decisoras, en contraposición a las empresas competitivas, que son precio-aceptantes. Esta situación tiene como consecuencia la no existencia de una función o curva de oferta en estos mercados: las empresas deciden un precio y la demanda determina la cantidad a producir, pero se trata de combinaciones precio-cantidad discretas, que no siguen un patrón contínuo. El análisis de los mercados del tema 4, por tanto, se refiere a empresas que operan en mercados competitivos, cuya función de oferta coincide con la de coste marginal.
La eficiencia social descrita para la competencia perfecta se convierte en ineficiencia en este tipo de mercados: las empresas no producen al menor coste medio posible ni venden al menor precio, tomando el poder en los mercados en detrimento del consumidor, que pierde su soberanía.
Sin embargo, como hemos visto, no todos los mercados son imperfectos en la misma medida. A continuación se analizan los distintos modelos definidos, ordenados de menor a mayor grado de competencia o, dicho de otra forma, de mayor a menor poder de mercado.
El monopolio
La máxima imperfección se alcanza en el monopolio, cuando una sola empresa controla todo el mercado. La ineficiencia social, por tanto, también es máxima: el monopolista logra el mayor beneficio extraordinario posible, al establecer un precio elevado que, como hemos visto, implica una menor cantidad de producción. Todo ello en comparación al mercado ideal, la referencia teórica que utiliza el análisis económico.
El resultado ineficiente del monopolio, que incluye costes medios de producción por encima del mínimo, ha llevado a la mayoría de los países capitalistas establecer algún tipo de regulación o ley antimonopolio que impide la formación de mercados de este tipo.
No obstante, en ocasiones se permite la existencia de monopolios por razones como las siguientes:
Las condiciones tecnológicas hacen que existan economías de escala contínuas en relación al tamaño de la demanda del mercado. En este caso se habla de monopolios naturales y es más eficiente económicamente la existencia de una sola empresa, que es gestionada por el Estado o regulada por éste. La distribución de electricidad, agua o gas son ejemplos de esta estructura.
El Estado concede un monopolio temporal a una empresa privada que ha patentado una innovación, permitiendo que obtenga un beneficio extraordinario para amortizar el gasto realizado en investigación y desarrollo del producto (I+D+i). Un ejemplo lo constituye la industria farmaceútica, con concesiones exclusivas que pueden durar hasta 20 años.
El modelo del monopolio en sentido estricto, con una sola empresa en la industria, no es frecuente en la realidad, salvo en los casos descritos. Pero sí existen situación próximas, con empresas que poseen cuotas de mercado del 80 por ciento o incluso más. El caso de Microsoft, la empresa de Bill Gates, es paradigmático, y ha sido llevada a juicio en varias ocasiones por prácticas monopolistas. Y a pesar de las multas impuestas, actualmente sigue manteniendo una posición dominante en el mercado de sistemas operativos, tal como indica el gráfico del reparto de cuotas de mercado a nivel mundial:
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Netmarketshare
Por otra parte, y al margen de las grandes empresas, existen situaciones de pequeños monopolios: el servicio de bar dentro de un avión, el área de servicio de una autopista de peaje, o el único chiringuito de una playa apartada. En todos estos casos, los consumidores comprobamos cómo los precios son bastante más altos que fuera de esas áreas.
Las características del monopolio son las contrarias a las que hemos visto para la competencia perfecta: poder para fijar el precio del monopolista (precio-decisor en vez de precio-aceptante), producto único, información imperfecta, y existencia de barreras de entrada al mercado.
Una de las características que más influyen en la estructura de un mercado son las llamadas barreras de entrada al sector, que en el caso del monopolio son tan elevadas que impiden la entrada de nuevas empresas.
El oligopolio
Este tipo de mercado se caracteriza por la existencia de pocas empresas que interactúan entre ellas estratégicamente. La interdependencia estratégica significa que las decisiones que toma cualquiera de las empresas afecta a las demás, ya sea la decisión sobre el precio o sobre la cantidad producida del bien.
Otra característica es la existencia de barreras a la entrada, bien por razones tecnológicas (menores costes) o estratégicas. En cuanto al producto, suele ser homogéneo, aunque en algunos casos se intenta una cierta diferenciación.
En los oligopolios no siempre el mercado se reparte por igual entre las empresas que lo forman. Con frecuencia una de ellas es más grande y posee una cuota de mercado significativamente mayor que las demás. Se habla entonces de oligopolio con una empresa líder, que establece el precio, y empresas seguidoras, que aceptan ese precio.
Otro caso particular es el duopolio que, como su nombre indica, son sólo dos empresas las que se reparten la tarta del mercado.
En cualquier caso, el resultado
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