Pedir Ayuda
Enviado por rosagp • 20 de Septiembre de 2014 • 5.327 Palabras (22 Páginas) • 183 Visitas
INTRODUCCIÓN A PLATÓN
1.- Datos biográficos
2.- Obras más importantes
3.- Un mito, para empezar
4.- Dualidad de mundos. Teoría de las Ideas
4.1.- El mundo sensible
4.2.- El mundo inteligible: las Ideas
4.3.- Relación entre los dos mundos
5.- Antropología y Psicología
5.1.- Dualismo humano
5.2.- El alma: origen, naturaleza, estructura y destino
6.- Teoría moral: las virtudes
7.- El conocimiento y el amor
7.1.- El conocimiento como reminiscencia
7.2.- Los grados de conocimiento. La dialéctica
7.3.- El amor, impulsor del alma
8.- Teoría política. El Estado ideal
8.1.- Los regímenes políticos imperfectos
8.2.- El régimen ideal, el Estado justo
8.2.1.- Estructura del Estado: clases sociales
8.2.2.- El sistema educativo: selección de los mejores
8.2.3.- El gobernante sabio
8.2.4.- Rectificaciones al Estado ideal
8.3.- Influencia de la teoría política de Platón
PRESENTACIÓN DEL TEMA
Platón fue el más destacado discípulo de Sócrates, de quien adoptó el método dialogado para hacer filosofía. Pero, a diferencia de su maestro, dejó escritos sus pensamientos, y elevó a categoría de belleza literaria el arte del diálogo. Y aún más, “se atrevió” a establecer unas bases firmes, objetivas, para la definición de las virtudes y los valores: la justicia, la belleza, el bien... que Sócrates anduvo toda su vida persiguiendo.
Junto a Aristóteles, Platón representa la cima de la filosofía clásica griega (siglo IV a. de C.). Su teoría de las Ideas –su concepción de que la realidad tiene dos ámbitos o mundos, sensible e inteligible– ha marcado un hito en toda la filosofía posterior, fielmente seguida por unos y duramente criticada por otros; en todo caso Platón ha sido decididamente influyente.
El mundo sensible o material es sólo una parte inferior de la realidad, una realidad devaluada, mera imitación de otra realidad no visible pero auténtica, a la que sólo la razón (lo divino en el hombre) tiene acceso: el mundo inteligible. El ser humano, compuesto de cuerpo y alma, tiene el privilegio de vivir entre ambos mundos: su cuerpo pertenece al ámbito de lo sensible, de lo que nace y perece, pero su alma –ocasionalmente unida al cuerpo , aunque originaria del mundo inteligible– le permite asomarse a esas otras realidades (las Ideas) que no nacen ni mueren, que son perfectas.
Ese mundo de realidades perfectas sirvió de modelo al artesano divino que plasmó el mundo de las cosas físicas (la physis). Hay, pues, conexión entre ambos mundos, como la que hay entre un original y su copia; la copia, aunque imperfecta, recuerda al original. El hombre puede en consecuencia transitar desde el mundo imperfecto, de apariencias, al mundo verdadero.
El tránsito desde lo sensible a lo inteligible es posible gracias a la razón (Nous), “el ojo del alma”. Los medios que lo permiten (los medios que permiten esa “elevación”, como dice Platón) son el conocimiento y las virtudes; y el amor, que impulsa dando alas al alma. El hombre que vive reflexivamente, que se guía por su razón, que defiende sus verdaderos intereses –los del alma– alcanza ese mundo ideal.
Y ese mundo ideal constituye la meta del verdadero conocimiento, la ciencia. El conocimiento de las Ideas, y, sobre todo, el conocimiento de la idea suprema del Bien es necesario para que el ser humano logre armonía (felicidad) y para que las sociedades humanas, los Estados, puedan alcanzar su felicidad colectiva, la justicia.
1.- Datos biográficos
De nombre real Aristocles, pero conocido como PLATÓN, nació el año 427 a. de C. en el seno de una familia enraizada en la antigua nobleza de Atenas. A tono con sus orígenes, y como muestran sus obras, recibió una exquisita educación: música, matemáticas, pintura, lectura de los poetas clásicos (lo que contribuyó a convertirlo en excelente escritor), filosofía y gimnástica.
Los avatares históricos determinaron que, en su juventud, viviera los desastres de la guerra del Peloponeso, pero no le permitieron, en cambio, disfrutar sino de los restos del pasado esplendor de su polis.
Por su origen familiar y por la educación recibida parecía predestinado a ser una gloria literaria y una destacada figura política de Atenas. Durante su servicio militar, de los 18 a los 20 años, debió conocer personalmente a Sócrates, que predicaba la necesidad de buscar la sabiduría por las calles de su ciudad. Esta circunstancia, unida a la progresiva decadencia del poderío político y militar de su ciudad y a la inestabilidad e injusticia de los regímenes políticos que se sucedían unos a otros, decidió que Platón fuera ganado para la causa de la filosofía.
Durante ocho años fue discípulo y amigo de Sócrates, a quien convirtió en protagonista de muchos de sus diálogos. Tras la muerte de Sócrates, marchó a Megara, donde fue acogido por Euclides (SEÑALAR QUE NO ES EL MATEMÁTICO). Hay después, durante los doce años siguientes, una notable oscuridad en los datos biográficos de Platón: viajó, parece, por Egipto, Cirene y Tarento. En Tarento conoció a los pitagóricos; sus doctrinas de la preexistencia de las almas, de la subsistencia del alma tras la muerte, sus ideas pedagógicas y ético-políticas y el valor de la matemática para conocer la realidad marcaron una notable influencia en su pensamiento. Es en esta época, sobre los cuarenta años, cuando realiza el primero de sus viajes a Siracusa, en Sicilia, acariciando la idea de hacer realidad sus teorías ético-políticas plasmadas en su diálogo “República”. Pero el intento, como los otros dos posteriores, acabó en fracaso.
A la vuelta de ese primer viaje a Siracusa fundó la Academia, centro de estudios al que cabría calificar como la primera universidad europea. La docencia en la Academia, especialmente de filosofía, matemáticas y astronomía, y la redacción de sus escritos (los Diálogos), fueron la principal actividad de los siguientes veintiún años en Atenas. Hacia el año 367, realizó un segundo viaje a Siracusa, saldado de nuevo con un fracaso en su intento de plasmar en la realidad su modelo ideal de sociedad. A su regreso a Atenas, se encontró con un nuevo discípulo, Aristóteles. Tras un tercer viaje a Siracusa, también sin éxito, volvió definitivamente a Atenas, donde pasó los últimos trece años de su vida enfrascado en una fecunda actividad intelectual.
...