RSE marketing para las empresas

Ensayo: María Mingoarranz Revuelta, grupo 22.

La RSE es un tema que concierne a todas las empresas y a sus grupos de interés. Existe un debate sobre quienes apoyan seguir esta corriente de mirar también por la sociedad y el medio ambiente y quienes mantienen su idea antológica sobre lo que significa el negocio. Numerosos argumentos tanto a favor como en contra hacen que este debate sea delicado y de vital importancia para el futuro de la economía, la sociedad y el medio ambiente.

Por un lado, hay que tener en cuenta la evolución de la sociedad y de las economías. En el pasado, no se tenía en cuenta aspectos importantes como la flexibilidad, un entorno laboral de calidad, una buena comunicación entre los directivos y los empleados…Gracias a la demanda social de cambiar estos asuntos se ha conseguido que las empresas ofrezcan puestos de trabajo que tengan en consideración todos estos aspectos.

Con la constante evolución del mercado se ha conseguido alcanzar unos niveles muy altos de disponibilidad de capital. Nunca había sido tan asequible conseguir financiación tan fácilmente, por lo que se ha facilitado el desarrollo de nuevas empresas con algunos valores incorporados de RSE. Las empresas ya consolidadas tendrán más dificultad para esta adaptación, pero deberán conseguirlo para su propia supervivencia y competitividad. Serán foco para innovar en ellas aquellas que se adapten mejor a los nuevos cambios que van surgiendo.

Por parte de aquellos que creen que “el negocio del negocio es el negocio” se están perdiendo oportunidades de creación de valor para sus accionistas. Este grupo cree que invertir en aspectos sociales no ofrece ninguna rentabilidad, cuando en realidad sí que existe, ya que teniendo en cuenta las necesidades de tus grupos de interés vas a poder cubrir su demanda, tanto social como de servicios. Entender de esta forma el negocio puede llevar a que pierdas clientes ante tus competidores por no adaptarte a las nuevas formas de hacer negocio.

Por otro lado, la forma en la que se entiende la RSE, en la mayoría de los casos, es equivocada. Muchas de las empresas que dicen ser responsables con la sociedad y el medio ambiente, lo son únicamente con el propósito de “seguir la corriente” y no quedarse atrás. Este tema debería entenderse de una forma menos defensiva, es decir, no adoptar medidas o cambios únicamente por no perder dinero o por no asumir costes muy elevados. La única forma de no ser hipócritas en este aspecto sería interiorizando en las propias decisiones y en la estrategia los valores que contribuyen al desarrollo de la sociedad.

En muchos casos resulta demasiado costoso adoptar medidas “verdes” ya que sus formas de producir o comercializar se basan en métodos antiguos difíciles de adaptar a los nuevos tiempos. En los países en vías de desarrollo resulta casi imposible llevar a cabo esta transición si no se les apoya con grandes ayudas o inversiones. Para conseguir alcanzar ciertos objetivos sociales, se debe trabajar conjuntamente o sino muchos se quedarán atrás, incluso llegando a desaparecer del mercado.

No debemos olvidar a una de las partes más importantes de las empresas, los clientes. Como empresa, invertir en métodos de responsabilidad social pueden elevar tus cotes y con ello el precio de tus productos o servicios. Mientras que para algunos de tus clientes pueda resultar atractiva tu nueva forma de hacer negocio, a otra parte de ellos les resultará irrelevante y se pasarán a la competencia, en la que los precios serán más bajos.

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