Relacion Del Gerente
Enviado por schwartasky • 18 de Febrero de 2015 • 575 Palabras (3 Páginas) • 234 Visitas
Partimos del principio fundamental de que el mundo no sería lo que es, si no existiesen las relaciones interpersonales, entendiendo éstas, tal como las describe el Diccionario de la Lengua Española al decir que son una “Conexión, correspondencia, trato o comunicación de alguien con otra persona”.
Con base en lo anterior, pasamos entonces a describir lo que en el mundo corporativo de hoy llamamos la relación “Supervisor – Colaborador”. Entendiendo que el primero ocupa un nivel más alto dentro de la estructura jerárquica de la organización y por ende tiene mayores responsabilidades que cumplir (con su jefe, las de él mismo y con su equipo) y el segundo colabora con aquel en la ejecución de su trabajo diario, y así contribuir y poder alcanzar los objetivos que le son propios (individuales) o del equipo (comunes) del cual ambos forman parte.
A fin de cuentas, si los objetivos del o los equipos se cumplen, esa circunstancia le permitirá al Supervisor alcanzar los suyos también, tomando en cuenta que éste puede liderar diversos equipos de trabajo que realicen funciones disímiles o semejantes unos de otros.
Pero lamento informarle apreciado lector, que como dice el dicho: “no todo lo brilla es oro”. La ilusión nos llegó hasta aquí al suponer que toda relación “Supervisor – Colaborador” es color de rosas y/o la más agradable que pueda existir. Si ya de por sí la relación entre dos personas puede ser sumamente compleja, imaginen entonces por un instante como puede ser una relación en la que una de las partes tiene de antemano más “poder” que la otra, produciéndose en consecuencia un desbalance natural e importante en la misma, sobre todo cuando “el jefe” sospecha que con ello logrará un efecto de intimidación en la otra persona.
Es allí donde hace su aparición lo que Bernardo Stamateas llama en su libro “Gente Tóxica” “El Jefe Autoritario”, ese que se siente con pleno derecho de usar el poder con Autoritarismo, mientras que los Colaboradores le obedecen simplemente, por temor. Dice Stamateas que “los que están en posición de poder suelen confundir servilismo con servicio o trabajo o acuerdo entre dos partes”.
Dadas las circunstancias de hoy y, sobretodo, el temor de los Colaboradores de perder su trabajo, lamentablemente este estilo de “jefes” engrandecen su figura de Autoritarismo con el objetivo de sacar ventaja por ocupar la posición que ocupan y hacer que su voluntad sea cumplida sin que a nadie siquiera se le ocurra cuestionarla y mucho menos objetarla. ¡Pobre del aquel al que se le ocurra hacerlo!
Stamateas bien menciona que “este estilo de líderes busca el logro permanente de sus objetivos más allá del pensamiento en equipo, de la búsqueda de superación y el beneficio para todos, para poder alcanzar las metas propuestas”.
El jefe Autoritario se caracteriza por no guiar, sino hostigar, no logra que su
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