Responsabilidad social CREPES Y WAFFLES

Teniendo en cuenta que el emprendimiento social se basa en aportes de soluciones originales generando valor social, que benefician a las comunidades en donde busca impactar; podemos definir a la pareja de esposos Beatriz Fernández y Eduardo Macía, fundadores y dueños de Crepes & Waffles como grandes emprendedores sociales porque aunque su negocio tiene fines lucrativos su filosofía es contratar únicamente a mujeres colombianas que son cabezas de hogar, además se perciben las características fundamentales del emprendedor, por ejemplo la innovación social ya que mediante su filosofía provocan un gran impacto en la vida de las mujeres que trabajan allí otorgando oportunidades de surgimiento, fuentes estables de ingresos y además ofrecen planes que facilitan la adquisición de viviendas, programas de salud, planificación familiar, orientación socio-familiar y capacitación, esto deja ver además su solidaridad y sensibilidad social porque generalmente estas son mujeres con una vida difícil y esto les ayuda a superar dificultades. 

Inicialmente CREPES Y WAFFLES nace de la idea de dos mentes jóvenes, una pareja de universitarios sobrada de fe en ellos mismo y en la gente, que unen sus ideales y tienen la visión de abrir un negocio en el que solo ellos creían.

Hoy es una gran franquicia que tiene más de 50 restaurantes en Colombia y el mercado mundial específicamente en países como Venezuela, España, Ecuador, Perú, México y Panamá. En todas las franquicias se mantiene intacta la filosofía de contratar estas mujeres para las áreas de servicio al cliente, administración, producción y logística. Así mismo, es una ley que de 100 personas contratadas, al menos cinco o diez de ellas sean mujeres que no tengan experiencia ni hayan tenido alguna otra opción en el mercado laboral. Esto tiene una explicación que da Eduardo Macía: “¿Cómo queremos cambiar al mundo, si nosotros, los que hacemos empresas, no damos la oportunidad para que las cosas cambien?".

Y es que esto es una realidad que muchos de nuestros jóvenes padecen ya que a diario salen a buscar un empleo pero todas las empresas cierran las puertas porque requieren personas con experiencia, con rangos de edades desde los 22 hasta los 45 años como máximo y con larga trayectoria laboral; pero si no se da la oportunidad de que empiecen a forjar ese camino entonces como lograran adquirir esa experiencia. Y ¿acaso las personas mayores de 45 años no tienen derecho también a un trabajo digno mientras tienen la edad para pensionarse? Hay que ser consecuente con este tipo de situaciones; si la edad para la pensión de vejez actualmente es de 55 años para las mujeres y  60 años para los hombres lo más justo es que haya oferta laboral hasta estas edades; o es que acaso el objetivo es que menos personas logren pensionarse…

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