SISTEMA TRIBUTARIO CHILENO

SISTEMA TRIBUTARIO CHILENO

El sistema tributario chileno basa su recaudación de impuestos en dos tipos: impuestos directos e indirectos. Los impuestos directos son aquellos que gravan o afectan la obtención de la renta o riqueza en manos del sujeto que la obtiene. El impuesto a la Renta pertenece a los impuestos directos y se divide en: impuestos a las utilidades empresariales, impuestos a las personas naturales e impuestos a las personas no residentes (impuesto adicional).

Asimismo, los impuestos indirectos afectan la manifestación de la riqueza, gravando, actos y/o contratos. Entre ellos tenemos: los impuestos a las ventas y servicios, impuestos específicos y otros impuestos.

La estructura tributaria está conformada por tres actores principales: Servicio de Impuestos Internos (aplicación y fiscalización de impuestos internos), Servicio Nacional de Aduanas (aplicación y fiscalización de impuestos aduaneros) y la Tesorería General de la República (recaudación y cobranza de los impuestos internos y aduaneros).

El Servicios de Impuestos Internos, está encargado de la fiscalización de los impuestos internos. La misión del Servicio de Impuestos Internos es administrar el sistema de tributos internos, facilitar y fiscalizar el cumplimiento tributario, propiciar la reducción de costos de cumplimiento y aumentos de productividad de los agentes económicos y potenciar la modernización del Estado y el gobierno electrónico del país. Este servicio es dependiente de la Hacienda Pública (un equivalente al ministerio de Economía en Perú).

Por otro lado, el Servicio Nacional de Aduanas, encargado de administrar y fiscalizar los impuestos aduaneros. Su función está enfocada en la vigilancia y fiscalización del paso de mercancías por las costas, fronteras y aeropuertos del país, la intervención en el tráfico comercial para la recaudación de los impuestos aplicados a la importación y exportación.

Por último, la Tesorería General de la República se encarga de la recaudación y cobranza de los impuestos internos y aduaneros. Entre las funciones principales de esta institución, tenemos: recaudar los tributos y demás entradas fiscales, y las de otros servicios públicos, como conservar y custodiar los fondos recaudados, las especies valoradas y demás valores a su cargo. Asimismo, está encargado a efectuar el pago de las obligaciones fiscales y, en general, las de las entidades del Sector Público que las leyes le encomienden.

Es importante considerar el rol de los sistemas tributarios en la economía y abarca diversas dimensiones. Por una parte, los impuestos son la principal fuente de ingresos que obtiene el Estado para el financiamiento del gasto público en bienes y servicios para la población, y por otra, tienen un rol central en el crecimiento económico de un país y la competitividad de sus empresas.

En efecto, la importancia de la regulación tributaria en el desempeño macroeconómico ha sido demostrada, concluyéndose que un sistema tributario moderno, con principios y reglas claras, fomenta la creación de un clima atractivo para los negocios, el emprendimiento y la creación de oportunidades. En este sentido, los sistemas tributarios deben tener la aptitud de obtener los ingresos necesarios para el funcionamiento del aparato público, pero cuidando la capacidad de las empresas para crecer, ser competitivas e innovar. Esto es esencial para el fortalecimiento de la economía, el mejoramiento de las condiciones laborales y las remuneraciones. Por lo tanto, el sistema tributario necesita ser modernizado mediante reformas o modificaciones tributarias.

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