Tengo Miedo Torero
Enviado por • 15 de Junio de 2015 • 1.191 Palabras (5 Páginas) • 184 Visitas
a de Lemebel se publica después de diez años de recuperada la democracia en Chile, instalando la fábula en un momento crucial para el devenir político del país. Las primeras protestas organizadas por la oposición en contra de la dictadura, el clima asfixiante de las bombas lacrimógenas en el centro de Santiago, el atentado en contra de Pinochet y otros hechos constituyen el trasfondo histórico sobre el cual se afirma la identidad tránsfuga del revolucionario y la sexualidad mórbida del sexo herético. El año de publicación de Tengo miedo torero también es significativo; el comienzo del siglo XXI enmarca una visión de mundo fragmentaria, fracturada e inestable que astilla la monotonía blanquinegra del Logos falocéntrico. En este escenario, la novela es algo más que la memoria obstinada de un segmento temporal o la mirada exorcista que congela el pasado reciente. Es más bien una vuelta al revés de los relatos maestros del siglo XX, resquebrajados ya por la irrupción de un sujeto femenino, por la proliferación de discursos periféricos, por una escritura atravesada por una multiplicidad de voces y por nuevos modos de ficción que ya no tienen lugar en el discurso de un sujeto único.
Las dos perspectivas que nos ofrece Lemebel en esta historia de dos caras, nos permite reconstruir la fibra íntima que hay detrás de los hechos que se nos presentan como “la historia oficial” tras el atentado a Augusto Pinochet, donde por medio de la relación amorosa que surge entre el homosexual y el joven que se juega la vida por el derrocamiento del dictador, en medio de las protestas fielmente retratadas por la radio Cooperativa, en el cual la narrativa irónica y cursi de Lemebel nos transporta a lo que pudo ser el momento definitivo para el fin de la ocupación militar, el puente entre ambos mundos no es otra que la Loca del frente, melancólica y enamorada, olvidamos su homosexualidad porque el autor nos hechiza con este personaje noble, que independiente de su entorno socio cultural nos muestra que el amor se alza y es posible aún cuando todo esté en contra.
Tengo miedo torero es una novela que por sobre cualquier aspiración ideológica nos
regala una exquisita historia de amor, de humanidad y de abnegación.
Es 1986 y en las calles de Santiago las protestas y las barricadas mantienen en vilo a sus ciudadanos. Las protestas callejeras contra la dictadura de Augusto Pinochet se agudizan y se endurecen marcando el pulso de una sociedad que empieza, cada vez con más fuerza, a alzar la voz contra la represión y las atrocidades del régimen militar. Tiempos violentos, dramáticos, cargados de atropellos y brutalidades en los que, poco a poco y desde los distintos sectores sociales, los chilenos se fueron poniendo de pie para exigir su derecho a cambiar la historia. El escenario es exactamente el del año que pudo ser decisivo pero no lo fue: las protestas, los neumáticos humeando en las calles de la capital, los apagones; los boleros, rancheras y baladas de la época; Pinochet lidiando en la intimidad con sus fantasmas y sus inquietudes, y con una Lucía encaprichada con los últimos Modelos de Nina Ricci; y en medio de esa batahola…la Loca del Frente.
La Locadel Frente es la denominación del personaje clave de la novela. Los motivos para llegar a ser bautizada así se multiplican polisémicamente. Por un lado, la palabrafr ente remite al Frente Patriótico Manuel Rodríguez, integrado por los rebeldes que actúan contra el gobierno tiránico de Augusto Pinochet. Por otro, alude también al tratamiento irónico que recibe el
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