Walmart

Wal-Mart es una corporación global, pero es más que una compañía que compra y vende productos en varios países, incluyendo Puerto Rico. En su búsqueda de crecimiento, Wal-Mart busca nuevos mercados, más clientes y productos más económicos. Esto causa cambios en los que los manufactureros, compañías de transporte y los detallistas operan. Wal-Mart ha creado un proceso en la que, el detallista, y no el manufacturero, tienen el control de los costos y negociaciones. Esto les ayuda a llevar su mensaje a los clientes “Precios bajos todos los días” pero a un costo a los detallistas minoritarios.

Wal-Mart son amados….y odiados a su vez. En adición a sus prácticas comerciales, su práctica de empleomanía y expansión es altamente controversial tanto en los Estados Unidos como en Puerto Rico. Según Nelson Lichtenstein en su libro “Wal-Mart: The Face of Twenty-First Century Capitalism” nos dice: “Wal-Mart se ha convertido en objeto de fascinación, admiración, maravilla y controversia. Se ha convertido en una empresa que representa a lo que tememos de los sistemas de producción y distribución, los cuales tienen un efecto total pero cuyo control está fuera de nuestr as manos. Pero el conocimiento es poder y si entendemos el fenómeno de la industria al detal, entonces podamos aprender a controlar el mismo.”

Wal-Mart US fue fundado en 1962 por Sam Walton e incorporado en 1969. Es increíble que en 50 años se ha convertido en el mayor minorista del mundo con ventas de $421,849 millones (2010) con más de 2 millones de empleados. Actualmente opera en 14 países, en los que se encuentra Méjico, Reino Unido, Canadá, Chile, Japón, Brasil y Puerto Rico. En Puerto Rico abren la primera tienda en Fajardo en 1992. Actualmente operan 54 unidades entre Wal-Mart, WM Supercenter, Sam’s, Amigo y Super Ahorros.

Wal-Mart Puerto Rico ha extendido su oferta inicial para incluir otros servicios, que van desde servicios financieros, farmacias, lavanderías, ópticas hasta centros de cambio de aceite y filtro para los autos. Han convertido sus unidades Wal-Mart en WM Supercenters (en los casos que el espacio de la tienda así lo permitiese, como por ejemplo Carolina) o añadiendo el área de alimentos a las unidades existentes (como por ejemplo la tienda de Isabela), reduciendo así el área de mercancía en general. Esto todo con un mensaje claro: un solo centro de compras. Esto, junto a su mensaje constante de “Precios bajos todos los días”, los ha llevado a ser la opción principal de muchas familias puertorriqueñas para reducir y mejor manejar sus presupuestos.

Otro aspecto interesante es el efecto de las tiendas Wal-Mart en el pequeño comerciante local. En el estudio “El Impacto de la Mega Tienda en las Pymes de Puerto Rico: El Caso de Wal-Mart” por José I. Alameda Lozada, se indica

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