CASO CLINICO DE PSICOSIS

 CASO CLINICO DE PSICOSIS

Schreber

CRONOLOGÍA1842 25 de Julio nace Schereber en Leipzig1861 noviembre, muere el padre, a los 53 años de edad1877 Muere su hermano (3 años mayor que él) a los 38 años de edad1878 Contrae matrimonio  Primera enfermedad 1884 - en otoño es candidato a la cámara baja del Parlamento.  - octubre. Es internado durante unas semanas en un asilo1885 junio, es dado de alta. 1886 enero, inicia su actividad en el Tribunal de Leipzig Segunda enfermedad 1893 junio, se le informa de su próxima designación para el Tribunal Superior.  Octubre, inicia su actividad noviembre, vuelve a ser internado en la clínica de Leipzig1894 junio, es trasladado al asilo1900-2 escribe sus memorias e inicia una acción judicial para ser dado de alta  en junio el Tribunal se pronuncia en favor del alta en diciembre es dado de alta 1903 se publican las Memorias Tercera enfermedad 1907 En mayo muere la madre a los 92 años de edad. En noviembre, la esposa sufre un ataque, él cae enfermo y es internado en el asilo1911 En abril muere Schreber. 1912 En mayo muere la esposa a los 54 años de edad.

Freud va a tomar el caso del ex presidente del Superior Tribunal de Sajonia, el doctor Daniel Paul Schreber, cuyo libro Memorias de un enfermo nervioso apareció en 1903 y ha despertado un interés bastante grande entre los psiquiatras. Hombre de sobresaliente espíritu, de inteligencia aguda y de un penetrante poder de observación.  

El doctor Schreber informa que ha estado dos veces enfermo La primera vez con ocasión de una candidatura al parlamento regional, sobrevino en el otoño de 1884, por lo que fue internado por 6 meses en la clínica de Flechsig, y a fines de 1885 había sanado totalmente. Se definió su estado como un ataque de hipocondría grave, Schreber asegura que esta enfermedad pasó sin incidente alguno que rozara el ámbito de lo suprasensible, es decir, hubo ausencia de alucinaciones. Freud no cuenta con suficiente noticia de la prehistoria de este sujeto. En la época del ataque de “hipocondría” el doctor Schreber llevaba largo tiempo casado. Tras la curación de la primera enfermedad convivió ocho años con su esposa y eran felices, salvo por la frustración de no poder concebir hijos.   La segunda enfermedad sobrevino según Schreber, por una sobrecarga de trabajo producto de haber asumido la función de presidente del tribunal superior de Dresde. En junio de 1893fue notificado de su inminente nombramiento como presidente del tribunal superior; asumió este cargo el primero de octubre. Pero en el intervalo le sobrevinieron algunos sueños (fantasía de duermevela) solo más tarde se vio motivado a atribuirle significatividad: Soñó que su anterior enfermedad había vuelto, como también, había tenido la representación de lo hermoso que sería ser una mujer sometida al acoplamiento. Una representación que, de estar con plena conciencia, habría rechazado con indignación.  A fines de octubre de ese mismo año, contrajo un martirizador insomnio que le hizo acudir a la clínica de Flechsig, donde su estado empeoró con rapidez. Exteriorizó más ideas hipocondríacas, se quejaba de padecer de un reblandecimiento del cerebro, de no tener estómago, intestinos, pulmones, tener el esófago desgarrado, sostenía que varias veces se había comido su laringe al tragar, etc. Todo ello se mezcló con ideas de persecución, basadas en espejismos sensoriales, a la par que presentaba un alto grado de hiperestesia (sensibilidad táctil). Se sumaron espejismos visuales y auditivos, y perturbaciones de la cenestesia, gobernaron todo su sentir y pensar.   Se le había impuesto la idea de que había un complot contra él, en palabras de Schreber: “luego de haberse reconocido que mi enfermedad nerviosa es incurable, me entregarían a un hombre, le darían mi alma, y mi cuerpo mudado en un cuerpo de mujer, para que cometiera abuso sexual y luego, me abandonaría”.

Permanecía sentado durante horas totalmente absortas e inmóviles. Estaba tan martirizado que deseaba la muerte, presentaba lo que se denomina estupor catatónicoo mutismo alucinatorio. Poco a poco las ideas delirantes cobraron un carácter mítico y religioso. Insultaba a personas por las cuales se sentía perseguido y perjudicado; sobre todo a su anterior médico, Flechsig, al que llamaba “almicida” (asesino de almas). En el curso de los años que siguieron el cuadro clínico se alteró. A partir de la psicosis inicial, más aguda y que afectaba todo el acontecer psíquico, definido como un delirio alucinatorio, se fue destacando cada vez más el cuadro clínico de paranoia.  Schreber no aparece ni confundido ni inhibido psíquicamente, ni dañado en su inteligencia; es reflexivo, posee excelente memoria y un considerable saber. El delirio de Schreber se basa en ser llamado a redimir el mundo y devolverle su perdida bienaventuranza. Sostiene que ha recibido esta misión por inspiraciones divinas; sus nervios desequilibrados tendrían la propiedad de atraer a dios. En su misión redentora lo esencial es que debe mudarse en mujer, aunque él no lo quiera así, porque se lo dictamina el orden del universo, está convencido de que es objeto de milagros divinos y que es el hombre más maravilloso que ha vivido sobre la tierra. Sostiene que sufrió destrucciones en los órganos de su cuerpo, pero logró sobrevivir porque los rayos lo curaron: él es inmortal mientras siga siendo varón. Solo con la transformación en mujer podrá morir y obtener la bienaventuranza. Freud dice que el delirio de redención de Schreber es el núcleo de la paranoia religiosa.  La emasculación no es más que la concreción de la fantasía de duermevela. En un momento se revolvió contra tal fantasía, pero llegó un momento que se reconcilió con ella (noviembre de 1895), gracias al nexo con la idea de redención. Dios le reclama un goce continuo, y el cultivo de la voluptuosidad es la forma de obtenerlo. Las dos piezas principales del delirio, la mudanza en mujer y el vínculo privilegiado con dios, están enlazadas en su sistema mediante la actitud femenina frente a Dios: tenía un sentimiento sexual femenino, adoptó una actitud femenina frente a Dios, se sentía la mujer de Dios.  La mudanza en mujer fue el delirio primario, juzgado al comienzo como un acto de grave daño y de persecución, y solo secundariamente entró en relación con el papel del redentor. Al principio estaba destinada a producirse con el fin del abuso sexual, y no al servicio de propósitos superiores. Un delirio de persecución sexual se transformó en un delirio religioso de grandeza. En un primer momento el perseguidor era Flechsig, luego Dios ocupó ese lugar, si hasta ese momento había sido solo Flechsig su enemigo, y la omnipotencia de Dios su aliada, ahora no pudo rechazar el pensamiento de que Dios mismo era cómplice del plan dirigido contra él.  Las voces escuchadas por el paciente siempre trataron la transformación en mujer como una injuria sexual, por lo cual se sentían autorizadas a burlarse del enfermo.  Freud aborda este historial a fin de elucidar cuales son las causas por las cuales Schreber contrajo la enfermedad. Este caso al comienzo lleva el sello del delirio de persecución, el autor de dichas persecuciones es Flechsig, quien ha perpetrado o ha intentado un almicidio en el enfermo.  Del estudio de una serie de casos de delirio persecutorio, Freud ha recibido la impresión de que la relación del enfermo con su perseguidor se puede resolver teniendo en cuenta una simple formula: La persona a quien el delirio atribuye un poder y un influjo tan grandes, es la misma que antes de contraerse la enfermedad poseía una significatividad para la vida de sentimientos del paciente. La persona ahora odiada y temida a causa de su persecución, es alguien que alguna vez fue amado y venerado.  Freud pone en primer plano la relación de Schreber con Flechsig, el cual fue su primer médico, cuando atravesó el primer periodo de la enfermedad nerviosa, en el curso de este estado de hipocondría el enfermo residió varios meses en la clínica del reconocido doctor, guardaba buenos recuerdos de él, al igual que su esposa, quien tuvo durante varios años el retrato del doctor en su mesa de trabajo.  Si recordamos el periodo de incubación de la enfermedad de Schreber (entre su nombramiento y su asunción del cargo en 1893) se presentaron allí varios sueños en los cuales había retornado la enfermedad nerviosa anterior, como también la representación en duermevela. Sostiene Freud que con el recuerdo de la enfermedad también despertó el del médico, y la postura femenina de la fantasía también valía para el médico, podría tener el sentido de una añoranza: “me gustaría volver a ver a Flechsig”, una dependencia tierna respecto del médico, que poco a poco se fue transformando en erotismo. Se le instaló un rechazo indignado sobre esa fantasía femenina.

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