FIDELIDAD.

Fidelidad

La palabra fidelidad puede entenderse como sinónimo de varios valores más, pero es eso precisamente, un valor. Su definición no está bien establecida, pero muchas caen en cuenta que se trata de un compromiso, de una lealtad a algo o alguien. La fidelidad la definen como una constancia en nuestra actitud y/o comportamiento respecto a algo en específico; puede ser a los ideales, creencias y a alguien en especial, una pareja sentimental, la mayoría de las veces.

 Cuando se habla de fidelidad, en automático se relaciona con el amor. Un valor aún más difícil de explicar, tratado en muchas ramas de la ciencia; así como también en el arte, él amor se ha manejado en canciones, pinturas, poemas, esculturas, etc. Y aun a pesar de muchos años sigue sin existir una definición única, ni de amor, ni de fidelidad. Cada quien lo interpreta según su contexto social y la educación recibida.

 Respecto a la fidelidad a la pareja, se puede establecer que la evolución humana ha modificado las conductas. Antes las mujeres se comprometían muchas veces por la necesidad de encontrar a alguien quien las mantuviera, con quien formar una familia y vivir una vida “feliz”; o esos eran los grandes ideales de muchas mujeres, dada que así era la educación, la mujer se limitaba a tener y educar a los hijos, y servir al marido. Con el desarrollo, la mujer puede elegir o no el comprometerse, y esa libre elección va de la mano a que no necesita a un hombre para bastarse económicamente ella sola, en conjunción a que es libre de regular su capacidad reproductiva, el concepto de fidelidad sexual se altera.

 Las ideologías y costumbres se mantienen, pero las actitudes y comportamientos se modifican. Con la igualdad de género se percibe, sobre todo en las nuevas generaciones, la libertad de elegir una o más parejas sexuales, sin ataduras de ningún tipo, y por ende sin la culpabilidad de serle infiel a alguien.

 En los países más desarrollados es común ver a la mujer trabajadora, realizada en cuanto a sus ideales, mayoritariamente soltera, y comúnmente  con parejas ocasionales. Aspectos mal vistos en los países menos desarrollados, ya que la educación, costumbres y valores, cambian según el ámbito social donde te desarrolles.

 La fidelidad a la pareja, se va modificando más día a día, al hombre le da miedo una mujer preparada, pues no necesitara de él. Y la mujer entre más preparada, sabrá elegir mejor, con quien comprometerse si es que desea hacerlo.

 Es más común ver la fidelidad a uno mismo, a sus ideales y metas, a superarse como persona y profesionalmente. Lo que da paso a tener menos tiempo a una relación estable; propiciando a que solo existan encuentros sexuales ocasionales, buscados ya también por las mismas mujeres.

 ¿La fidelidad se va perdiendo? No, pero es más fácil elegir en serlo o no para ambos géneros, y no solo para el hombre. El amor se sigue buscando, y la elección de comprometerse, la tenemos nosotros. No se pierden valores, se modifica su conceptualización según nos vamos desarrollando.

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