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Historia de la psicologia. Antecedentes de la Psicología


Enviado por   •  21 de Abril de 2017  •  Ensayo  •  2.437 Palabras (10 Páginas)  •  411 Visitas

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Antecedentes de la Psicología.      

          La mayor parte de los libros y otras fuentes de consulta dedicados a la historia de la psicología inician remontándose a la filosofía griega. Primero es necesario optar por hacer una clara distinción entre lo que es la historia de las ideas psicológicas y la historia de la psicología. La primera se ocuparía de todas aquellas concepciones, que se han dado a lo largo de la historia y en diferentes disciplinas un claro ejemplo seria la filosofía y la medicina, dirigidas a la comprensión de algún aspecto o proceso psicológico. En cambio, la historia de la psicología se concibe como la historia de una ciencia. Como tal, también se le considera producto de una discontinuidad. Su origen se marca por la ruptura con un conocimiento anterior. Por ello, afirmamos que la psicología surge como disciplina independiente durante el siglo XIX. La concepción discontinuista de la ciencia rechaza la figura del precursor. Esto significa que no busca entender el surgimiento y desarrollo de una ciencia con base en largas cadenas de autores o pensadores que ya antes habían descubierto algo que ya antes otro había descubierto parcialmente, etc. Tampoco debe pensarse que una disciplina nace espontáneamente. El surgimiento de una disciplina independiente, de una nueva ciencia es preparada por un gran esfuerzo del pensamiento. Para algunos es difícil comprender la noción de discontinuidad en la historia de la ciencia y, por consiguiente, reconocerla en la historia de la psicología. Para algunos es difícil comprender la noción de discontinuidad en la historia de la ciencia y, por consiguiente, reconocerla en la historia de la psicología. científico, encontró que para la formulación y comprensión de conocimientos científicos es necesaria una "ruptura epistemológica". Por ello, considera que los seres humanos, para conocer verdaderamente debemos ir en contra de conocimientos anteriores, mal adquiridos, prejuiciosos. Sólo así se pueden superar los obstáculos epistemológicos. Algunos de los obstáculos que deben superarse son: la opinión y la observación básica, que deben sustituirse por el ejercicio de la razón y la experimentación. Por otra parte, Alexander Koyré desarrolló una concepción discontinuista, basándose también en casos provenientes de la historia de la ciencia y mostró, por ejemplo, que el surgimiento de la ciencia mecanicista del siglo XVII no era el producto del cúmulo de conocimientos aportados desde los griegos, durante la edad media y hasta el renacimiento. Por el contrario, mostró que la ciencia moderna era el producto de una revolución del pensamiento, de una discontinuidad con todo pensamiento anterior. Así, mientras que los antiguos y medievales concebían como opuestos al cielo y la tierra, la nueva ciencia suprimió esa oposición, así como el cosmos cerrado y jerarquizado, para concebir un universo ilimitado, homogéneo que era regido por las mismas leyes y geométrico. Una interpretación discontinuista de la historia de la psicología nos permite comprender el origen y desarrollo de esta disciplina a partir del siglo XIX, así como los problemas y críticas que ha enfrentado desde su surgimiento. Las ideas sobre lo psicológico se investigaron y discutieron en el contexto de la filosofía. Con el advenimiento de la ciencia moderna y el desarrollo de métodos y técnicas propios de las ciencias naturales, los científicos procedentes de distintos campos biólogos, fisiólogos, físicos y médicos, intentaron aplicar estas herramientas al estudio de la realidad psicológica. La ciencia natural ofrecía un cuerpo teórico y metodológico que permitía abandonar el terreno del conocimiento especulativo y entrar de lleno en el dominio del conocimiento científico. En el siglo XVII, la filosofía asumió la tarea de fundamentar el conocimiento producido por la naciente ciencia moderna. Los proyectos filosóficos del racionalismo y del empirismo desarrollaron sus respectivas concepciones en relación con la justificación del conocimiento verdadero. Estas concepciones involucraban temas tanto epistemológicos como psicológicos. Así, los fundamentos filosóficos y epistemológicos que cada proyecto establecía hicieron posible o impidieron que los aspectos psicológicos obtuvieran la especificidad necesaria para convertirse posteriormente en una disciplina independiente.

          Descartes emprendió la tarea de fundamentar metafísicamente la ciencia, sobre todo la física mecanicista y matematizada. Esa fundamentación abarca dos cuestiones o sentidos: el epistemológico y el ontológico. Con la fundamentación epistemológica, Descartes pretendía demostrar que el conocimiento que proviene de la ciencia física es verdadero. La fundamentación ontológica intentaba mostrar que el conocimiento de la estructura esencial del mundo es válido. Descartes encontró el primer principio sólidamente establecido, "pienso, luego existo". A partir de éste reflexionó sobre las condiciones que le permitirían afirmar una proposición como verdadera. La regla general dice que todas las cosas que concebimos muy claras y distintas son verdaderas. Esta regla se basa en la existencia de Dios, así como desechar la posibilidad de que el engaño y el error procedan de Él. Descartes afirmó que puede concebirse a sí mismo como una cosa pensante. Pero, una vez que estableció la existencia de Dios y su papel como garantía del conocimiento verdadero, considero que era posible reconocer con claridad y distinción la idea de cuerpo. La distinción entre cuerpo y alma da origen a la concepción de dos substancias universales separadas: la extensión y el pensamiento. Este dualismo ontológico sirve como fundamento para la ciencia física y hace posible la concepción geométrica del mundo físico. Todos los cuerpos se definen como extensión y las únicas propiedades que pueden determinar su naturaleza y función como objetos materiales son la figura, el tamaño y el movimiento. Descartes no establece ningún principio claro y distinto que explique cómo se realiza la unión del cuerpo con el alma. Sin embargo, esta es una tesis fundamental para el pensamiento cartesiano. Expresa la esencia de lo humano. La posesión de un alma racional es la diferencia básica entre los hombres y los animales. Debe quedar claro que al elaborar su filosofía, Descartes no tenía como objetivo principal desarrollar una concepción específica acerca de lo psicológico. No obstante, en su fundamentación metafísica se encuentra presente este aspecto. Descartes recurre a un acontecimiento psicológico. Las ideas innatas, constitutivas del entendimiento humano, son una facultad psicológica y permiten al hombre alcanzar la verdad. Descartes otorga un lugar privilegiado a la razón, en términos no sólo epistemológicos, sino también ontológicos. Por medio de la razón se conoce con certeza y el hombre es distinto de los animales. Descartes describe los mecanismos corporales que hacen que funcione el organismo humano; se refiere a las actividades circulatorias, motoras, cerebrales y sensoriales, a la manera de una psico fisiología. Podría decirse que, dada la concepción dualista, existen dos clases de aspectos que hoy llamamos "psicológicos". Por una parte, se encuentran los aspectos psicológicos racionales, por otra parte, los psicofisiológicos. Los primeros se encuentran presentes en la razón bajo la forma de ideas innatas. Los segundos se consideran como ideas adventicias adquiridas a través del cuerpo por medio de la experiencia, debe enfatizarse que la concepción global del hombre tiene un límite: la razón. La primera certeza alcanzada es que el hombre es una cosa pensante, Así, el racionalismo cartesiano no se propone negar la validez de las percepciones sensoriales, pretende demostrar que la razón por si misma es capaz de conocer verdaderamente el mundo. La experiencia proporciona conocimientos válidos siempre y cuando la razón los legitime. Como los fundamentos del conocimiento verdadero residen en la razón humana. De la unión entre la razón y la experiencia podría surgir alguna posibilidad de que lo psicológico alcanzase el carácter de región autónoma del conocimiento. Pero, la unión del cuerpo y el alma, para Descartes, no puede ser un objeto de estudio científico (como el mundo físico), sino moral.

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