La tarea más urgente del adolescente es cristalizar su identidad, jerarquizar las funciones yoicas y asumir los roles sociales.

El pensamiento adolescente PIAGET

La tarea más urgente del adolescente es cristalizar su identidad, jerarquizar las funciones yoicas y asumir los roles sociales.

De estas funciones YOICAS la más importante es el pensamiento.

Como todo duelo, adolescencia estimula al Yo en las tareas de aceptación de la perdida y redistribución libidinal en los nuevos objetos. El Yo esta ante la tarea de elaborar la perdida, discriminar su mundo interno del circundante y volver a relacionarse con lo nuevo.

La externalización del caos es indispensable durante el duelo, y se debe a los mecanismos disociativo-proyectivos. La solución sería poder aliviarse del caos, sin impedir interacción con los demás. Acá aparece la modalidad de proyección identificativa, para lograr alivio pero respetando al objeto sobre el que se proyecta. Hay una posible interacción en la que se reconoce (en cuanto a objetividad y autonomía) al objeto como tal, externo.

En las identificaciones introyectivas, muchas veces no se percibe la autonomía del objeto, y se lo percibe desde el interior. Esta situación discriminativa crea un contexto depresivo de unión y pérdida saludable para que el Yo, con su función de pensar, vaya dejando vínculos infantiles, por los nuevos vínculos adultos que requieren un nuevo tipo de pensamiento.

En los vínculos infantiles se da la inclusión del posible dentro de lo real. En los vínculos adultos del adolescente se da una percepción de los objetos reales incluidos dentro de los posibles. Existe un pensamiento Logico-formal capaz de pensar a partir de ideas y no solo sobre objetos reales. Al dejar los vínculos infantiles, el adolescente va adquiriendo una nueva forma de pensar que le permite vincularse con la realidad. Se da un movimiento que va de la acción al pensamiento, para luego pasar del pensamiento a una nueva forma de operar sobre objetos ideales que harán posibles nuevas configuraciones.

En la expansión del Yo se dan dos fases: de egocentrismo y de descentralización.

En la primera fase infantil sensoriomotriz el objeto es poco discriminado del sujeto (prima lo sensorial), con la coordinación de acciones se empieza a limitar la realidad del niño y surge la posibilidad de ir discriminando el pensar sobre el cuerpo y la acción sobre el cuerpo.

Durante la fase de Lenguaje simbólico (pensamiento verbal) el Yo se expande a través del pensamiento. Las representaciones son el centro egocéntrico desde donde se controla la realidad: lo subjetivo se confunde con lo objetivo. La descentralización se efectúa mediante operaciones concretas (pensamiento concreto), acá se reemplazan los primitivos puntos de vista por otros más reales (forzadamente).

En la siguiente fase encontramos la expansión del Yo con el pensamiento Logico-Formal, acá el sujeto vuelve a dominar la realidad, con teorías confundiendo lo posible con lo real. La descentralización aparece con la vida grupal y el trabajo.

Se da un ir y venir entre dos tipos de pensamiento: 1) Mágico, que controla el objeto omnipotentemente y 2) Científico, que controla los objetos de una manera más real.

Este ir y venir, se da en la adolescencia en tres etapas:

a) Pubertad: se ejercita el pensamiento mágico.

b) Mediana adolescencia: se acepta la pérdida de omnipotencia del pensamiento (no total) se mantiene en los grupos donde el control es compartido.

c) Final de la adolescencia: se adquiere totalmente el pensamiento Logico-Formal, el adolescente esta en paz con los adultos para entender y criticar la cultura.

Las ideas y las palabras como objetos transicionales.

Las ideas y palabras tienen en el adolescente funciones de evaluación, control, tanteo y elaboración de perdida. La función que adquieran depende de la fortaleza del Yo para tolerar las ansiedades. El adolescente busca ir conjugando su mundo infantil y la nueva realidad. Es una transición: se alejan de los objetos infantiles, reemplazandolos por símbolos abstractos, pero por otro lado son utilizados mágicamente como si fueran juguetes, esto se llama Palabras Juguetes (producen desprendimiento paulatino de lo familiar y control de lo desconocido).La abstracción simbólica (palabras y teorías) sirven de pasaje y elaboración.

Una dificultad para abandonar el pensamiento infantil consiste en que la forma de pensar real no incluye lo posible, perdiendo el control sobre el mundo circundante, y esta pérdida

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