La teoría del Edipo según Lacan
Enviado por andymooon • 27 de Octubre de 2019 • Síntesis • 1.222 Palabras (5 Páginas) • 326 Visitas
La teoría del Edipo según Lacan se explica metafóricamente 3 cuestiones importantes para entender la teoría que él propone. La primera es que no importan las personas, sino los roles que estas cumplen; por lo que puede ser cualquier persona la que represente las funciones específicas necesarias para explicar el Edipo. La segunda es que las funciones dependen de las demás funciones, no hay funciones independientes, siempre se relacionan. La tercera es que las funciones no son determinadas por casualidad, sino que hay algo que las determina; y ese algo es el falo.
El falo es definido como un significante del deseo y de una falta. El significante es algo que se puede volver perceptible, una imagen, algo visual. El falo imaginario es aquello que al estar genera una sensación de estar completo, por lo que se siente que nada más hace falta. Para Lacan, el falo no es necesariamente el pene, sino puede ser cualquier cosa que cumpla con esta función de completud o perfección.
En el Edipo lacaniano todos los personajes van encontrando su lugar o su función por medio de la posesión del falo, ya que este al ser la máxima valoración otorga una determinada satisfacción específica. El falo en Lacan más allá de ser algo en específico, es algo que se puede tener.
El Edipo el Lacan se divide en 3 tiempos. En el primer tiempo se pueden distinguir dos personajes, el primero es el niño o el pequeño el cual quiere ser deseado por la madre, siendo el segundo personaje es el de la madre. El niño se identifica como aquello que es el objeto del deseo de la madre, por lo que él se considera como el falo, ya que este ve su deseo en el otro en este caso la madre; pero se considera como un falo simbólico mientras que la madre lo puede ver como un falo imaginario gracias a que está en el Otro, (el Otro siendo un código, lenguaje, cultura, entre otros). Entonces el niño se identifica con el objeto de deseo mientras que la madre lo simboliza en el falo, ya que esta se siente incompleta, castrada. Cuando esta siente que el falo la completa y ya no necesita nada más, se le define como madre fálica. En este tiempo ambos producen un narcisismo satisfecho en el otro. La madre, al ser madre fálica, convierte al pequeño a imagen y semejanza de su Yo.
En el segundo tiempo, aparece el padre como privador, tanto de el niño como de la madre. El pequeño deja de identificarse como el falo, ya que ve que la madre desea a alguien más que no es él, por lo que supone que ese otro tiene algo que él no tiene. En este tiempo el niño considera que el falo ya está en otro, y entiende que este otro es el padre. El padre en este tiempo cumple la función de un padre terrible ya que el pequeño siente que ahora va a ser el padre quien complete a la madre y no él; por lo que no se está hablando de un padre real ni de un padre simbólico. Cuando se genera un corte o una separación entre el hijo y la madre, el niño deja de ser de identificarse con el falo y la madre deja de verlo como un falo, se produce una castración simbólica.
Entonces se puede decir que la castración simbólica no solo es pasar de ser de la madre a ser del padre, sino ver que el falo se encuentra más allá de cualquier personaje. Al pasar por esta castración simbólica se considera como una identidad independiente ya que reconoce que hay algo más allá de él y de la posibilidad de completar a otro. La castración simbólica se va a producir solamente si la madre lo permite, ya que el niño al dirigirse a su madre se da cuenta de que hay un Otro, en este caso la Ley, y ve que la madre también está sometida a ese Otro. La Ley para ser considerada como Ley tiene que estar separada de cualquier personaje; pero es aquí donde aparece el padre simbólico, ya que es este el que ejerce la castración simbólica y promueve instauración de la ley.
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