Los procesos cognitivos que el niño adquiere con el tiempo son la atención
Enviado por nokia3220- • 26 de Agosto de 2015 • Ensayo • 1.793 Palabras (8 Páginas) • 196 Visitas
Los procesos cognitivos que el niño adquiere con el tiempo son la atención, percepción, memoria, pensamiento, formación de conceptos y lenguaje el cual ninguno de ellos se los puede estudiar de forma separada ya que todos esos procesos cognitivos llevan una interrelación el uno con el otro en muchos cosas con dos o tres procesos cognitivos, como se observara a continuación.
Los niños responden a los sonidos incluso antes de nacer, cuando están en el vientre de la madre y cuando perciben algún sonido intenso se mueven más. Al nacer ya oyen y reaccionan de manera diferente ante la distinta intensidad de los sonidos. Desde los primeros días los bebés son capaces de reconocer las voces de los familiares cercanos y se sienten más atraídos por los sonidos similares a la voz humana. Lo que demuestra que el niño empieza a prestar mayor atención ante los estímulos auditivos ya que el sentido de la visión no se desarrolla sino hasta el octavo mes, demostrando una atención involuntaria a las voces de su entorno social.
Es lo que pasa cuando el niño de 6 u 8 años logra percibir los estímulos del entorno, que pasan una representación interna lo que permite al individuo formar una representación de su realidad, es uno de los procesos cognitivos que se apoya en la memoria ayudándolo a relacionar, reconocer para codificar y completar la información que se recibe a través de los cinco sentidos y se ve influenciada por la experiencia ya que se percibe de diferente forma un objeto ya observado y procesado, formando así un esquema mental.
Para el desarrollo de la percepción es necesario el funcionamiento de los procesos de atención, la cual es la capacidad del individuo para focalizar sus percepciones, en estímulos determinados, desestimando la relevancia de otras fuentes de estimulación.
La percepción permite al niño la discriminación de personas, objetos y sucesos debido a que en el momento de adquirir el lenguaje empieza a estructurar el significado de las palabras influenciadas por el entorno social en que se desenvuelve, donde los principales mediadores son los padres. Logrando así que la percepción ayude a la adquisición de la lectura que se da entre los 4 a 8 años.
En el recién nacido la atención es involuntaria. Entre el primer y el segundo año la atención en el niño está relacionada con sus intereses en el mundo circundante. Entre los tres y cinco años, el niño logra focalizar su atención en un mismo tema durante 30 a 50 minutos y entre los cinco y seis años logran hacerlo hasta una hora y media.
En la escuela, el niño requiere del pleno funcionamiento de la atención para centrarse en la lección de la profesora y disminuir la atención en aspectos considerados secundarios para ese contexto como es el observar el color del lápiz o los ruidos que hacen otros compañeros, lo que da pasa a la regulación del flujo de información que se recibe permitiendo el desarrollo el pensamiento deductivo en el niño.
La atención puede ser consciente e inconsciente:
• En la consciente, la atención es focal y lineal, de contenido limitado por la capacidad para focalizar solo de 2 a 7 ítems a la vez. Es decir entra por diferentes canales los estímulos como ser el lenguaje y las sensaciones.
• En la inconsciente, no se compromete conscientemente la atención, no es lineal y no está limitada su capacidad (ejemplo: oír un nombre a distancia en una fiesta, mientras conscientemente se focaliza la atención en una conversación).
Entre los 5 y 7 años, ocurre un cambio, la atención está sometida a procesos internos, como la estrategia de la búsqueda selectiva. Cuando los niños maduran, se vuelven más sistemáticos, flexibles y menos egocéntricos, eso se observa en la forma como el niño usa el lenguaje oral para dar un mensaje u oración respecto a un tema social.
En lo esencial, los niños mayores saben cuándo y cómo atender, provocando en ellos un pensamiento que les permite formar ideas y representaciones mentales. Los más pequeños, carecen de estrategias cognitivas para el análisis que la tarea requiere. Los pequeños de 3 a 4 años pueden jugar a un mismo tema durante 30 o 50 min., a los 5 o 6 años la duración del juego aumenta hasta hora y media. Esto se explica por el hecho de que en el juego se reflejan las relaciones e interrelaciones más complejas entre las personas, y el interés hacia él se manifiesta en la constante introducción de situaciones nuevas.
Al principio, los adultos organizan la atención del niño mediante indicaciones verbales y recordatorios acerca de la necesidad de realizar la acción dada, considerando además las circunstancias determinadas. Más tarde, el niño comienza por sí solo, a denominar verbalmente aquellos objetos y fenómenos sobre los que debe prestar atención para lograr el resultado deseado.
En el transcurso de la infancia aumenta notablemente el uso del lenguaje para organizar la atención. Esto se manifiesta por el hecho de que al cumplir las tareas siguiendo las instrucciones del adulto, los niños de 5 a 6 años se ponen de acuerdo en lo que van a hacer con una frecuencia diez o doce veces mayor que los niños de 4 a 5 años.
Aunque los niños de etapa infantil comienzan a dominar la atención voluntaria, en el transcurso de la infancia el niño predomina la atención involuntaria. A los niños les resulta difícil concentrarse dentro de una actividad monótona y poco atractiva, mientras que el proceso del juego, al resolver alguna tarea atrayente, ellos pueden permanecer largo tiempo en atención.
La atención se apoya en la memoria ya que gracias a la memoria el niño discrimina con mayor rapidez a aquellos estímulos que lo ayudaran en la mejora de un pensamiento deductivo, sistemático, investigativo y analítico.
La memoria permite a la mente influenciarse a través de la experiencia. El desarrollo de la memoria va unido al desarrollo cognitivo. La memoria es reconstructiva, no reproductiva.
El tener acceso a las representaciones almacenadas depende como el recuerdo es percibido por el niño. De este modo, la inhabilidad de los niños pequeños para recordar aspectos de una experiencia directa, puede significar que ésta nunca fue codificada por la inmadurez de las estrategias de recuperación.
La memoria está organizada, en parte, por esquemas o conceptos que son el flujo entre la organización y la reorganización, que el pensamiento crítico produce en el niño, dando lugar a que el lenguaje logre una mejor expresión no solo en lo que siente también en lo que piensa dando una opinión más estructurada con respecto a un tema.
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