Modelo de niveles de coaching

Modelo de niveles de coaching

Este modelo sirve de guía para el enfoque de coaching. El modelo se lee de atrás para adelante. El modelo sostiene que cualquier resultado que obtenemos en nuestras vidas, sea a nivel personal o profesional, tiene su fundamento en las acciones que condujeron a él. Si deseamos entender o modificar esos resultados a primer nivel lo que se requiere es cambiar el tipo de acción que ha sido tomada. Sin embargo, muchos factores influyen en las acciones que tomamos. Algunos de esos factores son fácilmente reconocibles, atienden a factores visibles del comportamiento humano. Otros factores, sin embargo, suelen estar ocultos en aspectos más profundos del comportamiento. Estos factores nos permiten reconocer que las acciones que adoptamos no son arbitrarias. En último término de ellas remiten al tipo de observador que somos y a los sistemas de los que formamos parte.

Una vez que un observador actúa genera y produce resultados, mismos que evalúa. La evaluación puede conducirlo por distintos caminos. Si los resultados lo satisfacen es muy posible que siga actuando de la misma manera. Sin embargo, si los resultados no lo satisfacen, se le abren distintas alternativas.

La primera de ellas es simplemente resignarse. Ello equivale a decirse: ¡Qué le voy a hacer!, ¡No hay nada que yo pueda hacer para modificar los resultados!, etc.

La segunda opción, que simplemente es una derivación de la primera, es buscar una explicación del resultado. Ello sin duda ya es un paso positivo, el disponer de una explicación que pudiera en determinado momento abrir un camino para una nueva acción, pero no siempre sucede así. Y muchas veces esas explicaciones solo terminan convirtiéndose en justificaciones. A diferencia de las explicaciones, que suelen ser neutras, las justificaciones se caracterizan por legitimar el resultado negativo.

Existe también una tercera opción. Esta surge cuando asumimos el compromiso de lograr el resultado positivo. Con esta opción se abre el dominio del aprendizaje, hay un primer nivel que se denomina aprendizaje de primer orden. Es un aprendizaje enfocado a repetir un sin número diferente de acciones para lograr el resultado. Esta modalidad de aprendizaje es muy común y ya produce cierto nivel de aplicación práctica. Busca responder a las preguntas:

¿Qué requiero hacer para lograr el resultado? O al contrario ¿Qué debo dejar de hacer?

Un segundo nivel de aprendizaje reconoce la posibilidad de no intervenir directamente al nivel de la acción, sino dirigir el aprendizaje al casillero del observador. Este segundo camino entiende que, para modificar las acciones, es preciso primero modificar la perspectiva generada por el tipo de observador que somos. Este aprendizaje se llama de segundo orden. Esto puede implicar muchas cosas, como expandir en el observador, que somos las perspectivas desde donde intentamos observar y por tanto

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