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ALIENACION PARENTAL


Enviado por   •  31 de Mayo de 2013  •  4.239 Palabras (17 Páginas)  •  1.440 Visitas

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SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL

Dentro del Derecho de Familia, frecuentemente nos encontrarnos con fenómenos que a fuerza de ser coincidentes llegan a conformar rasgos característicos de situaciones conflictivas similares, por ejemplo, en las familias disfuncionales, se suele encontrar denominadores comunes, como la presencia de la violencia familiar, infidelidad, alcoholismo, drogadicción, etc. Es así como dentro de ese contexto de similitudes, se denota la presencia de un fenómeno que suele ser común en los casos en los que se disputa la Tenencia o el Régimen de Visitas de los hijos: la alienación parental.

Las entrevistas a los menores cuya tenencia o régimen de visitas se solicita, se les oye manifestar con quién viven y con quién desean vivir, con quién se sienten más identificados en su vida diaria, con qué padre se llevan mejor, qué sanciones reciben ante un hecho negativo, o qué estímulo ante algún acierto.

Ante un eventual divorcio o separación de los padres, pocos son los niños que digieren positivamente la situación de quiebre que les ha tocado vivir, y lucen estables; sin embargo, otros niños o adolescentes, tienen rostro, la tristeza o cólera y no atinan a decir nada grato con respecto a sus padres o a uno de ellos, se llenan de palabras que muchas veces no les pertenecen y más bien parecen aprendidas para su vida diaria, señalan no querer a ese progenitor porque nunca estuvo a su lado, aquello que en Psicología se ha denominado el “Síndrome de Alienación Parental”.

1. BREVE DEFINICIÓN.

El Síndrome de Alienación Parental, fue definido por el Dr. Richard Gardner, como una respuesta de contexto familiar típica al divorcio o separación de los padres, en la cual el niño resulta alienado respecto de uno de sus progenitores y acosado con la denigración exagerada y/o injustificada del otro progenitor, hecho que produce una perturbación en el niño y manipulación del padre que tiene la custodia de los hijos en desventaja del otro.

Para Darnall, el énfasis esta en los padres alienadores más que en la gravedad de los síntomas en los niños, y es un problema cada vez más extendido en todo el mundo, existen más madres alienadoras que padres, esto se debe a que los niños son mas unidos a la madre como cuidadoras principales; sin embargo, el progenitor que está programando al niño, provoca la destrucción del vínculo entre el otro progenitor y el hijo, destrucción que, desafortunadamente puede durar toda la vida.

Cuando una pareja decide divorciarse o simplemente opta por separación, y uno de ellos tendrá que ejercer la guarda y custodia y el otro un régimen de visitas de los hijos menores de edad, en caso no exista un mejor acuerdo, como el que significa la guarda y custodia compartida, cuyas características y ventajas ha venido destacando la doctrina y la jurisprudencia en los últimos tiempos.

Cualquiera que haya sido la fórmula de la separación y los matices legales optados, si la pareja en cuestión se encuentra envuelta en una relación nociva en la que cada uno pugna por el cariño de los hijos y proceden a disputárselos cual si fueran un trofeo de guerra, entonces podemos hablar del fenómeno de la Alienación Parental, manifestado, como se ha dicho, en la “intención expresa de un progenitor, a cargo de la tenencia del menor, por enfrentar a éste en contra del otro, de modo que el hijo llegue a elaborar una actitud de enfrentamiento injustificado con aquél” ; con el sólo objetivo de “castigar” al otro progenitor sin mayor excusa que la innoble actitud de hacer sentir al otro “culpable” y aparecer frente a los hijos como “víctima” de la separación.

Este fenómeno puede manifestarse en una interferencia en el régimen de visitas y acceso al o a los menores beneficiado con el citado régimen, al materializarse la influencia del este síndrome en los niños se va creando un sentimiento de “desgarramiento y desunión, un sentimiento de alejamiento, alienación, enajenamiento y desposesión”.

Dice Ferrater, creándose en el menor una percepción que lo hace concebir como propios los actos del progenitor alienador y “el hijo se reviste de una personalidad que cree autoelaborada, de tal suerte que resulta impermeable a las influencias de los demás, dotándose de todo aquel recurso necesario para mantener su sistema de valores y creencias con objeto de aislar las posibles influencias”.

En la dinámica del Síndrome de Alienación Parental, los roles son: el padre amado o “alienador”, el padre odiado como “alienado”, el hijo vendría a ser la “víctima”.

2. SÍNTOMAS.

A continuación se describen algunas pautas de comportamiento de un progenitor alienador, quien sabotea la relación entre los hijos y el progenitor:

• Rehusar pasar las llamadas telefónicas a los hijos.

• Organizar varias actividades con los hijos durante el periodo que el otro progenitor debe normalmente ejercer derecho a visita.

• Presentar al nuevo cónyuge a los hijos como su nueva madre o su nuevo padre.

• Interceptar el correo y los paquetes mandados a los hijos.

• Denigrar e insultar al otro progenitor delante de los hijos.

• Rehusar informar al otro progenitor a propósito de las actividades en las cuales están implicados los hijos.

• Hablar de manera descortés del nuevo cónyuge del otro progenitor.

• Impedir al otro progenitor el ejercer su derecho de visita.

• Olvidarse de avisar al otro progenitor de citas importantes (dentista, médico, psicólogo)

• Implicar a su entorno (su madre, su nuevo cónyuge) en el lavado de cerebro de los hijos.

• Tomar decisiones importantes a propósito de los hijos sin consultar al otro progenitor (elección de la escuela por ejemplo).

• Cambiar o intentar cambiar sus apellidos o sus nombres.

• Impedir al otro progenitor el acceso a los expedientes escolares y médicos de los hijos.

• Irse de vacaciones sin los hijos y dejarlos con otra persona, aunque el otro progenitor esté disponible y voluntario para ocuparse de ellos.

• Contar a los hijos que la ropa, que el otro progenitor les ha comprado, es fea, y prohibirles ponérsela.

• Amenazar con castigo a los hijos si se atreven a llamar, a escribir o a contactar con el otro progenitor de la manera que sea.

• Reprochar al otro progenitor el mal comportamiento de los hijos.

Dependiendo de la severidad de la alienación el niño puede presentar todos o unos cuantos de los siguientes comportamientos:

• Denigración contra el progenitor objeto, en la que

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