Analisis de la pedagogia constructivista

[pic 1]INSTITUTO DE ESTUDIOS PARA LA EXCELENCIA PROFESIONAL

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La Pedagogía Constructivista.

        El constructivismo es un paradigma educativo en el que nos ponen en manifiesto que el proceso educativo es un proceso dinámico de construcción del conocimiento por parte del alumno, en el que el docente debe buscar aquellas metodologías y herramientas que permitan que surja el interés por parte del alumno para la adquisición de un conocimiento que se acople a lo que el alumno ya tenga en sus estructuras mentales y permita una significación de estos contenidos.

        La lectura propone al constructivismo como un marco global de referencia para la educación escolar, algo bastante lógico puesto que de todas las teorías psicológicas de las que la pedagogía se ha sustentado para explicar el proceso de enseñanza-aprendizaje, el constructivismo parece ser la que nos da una definición de este proceso más completa. La parte negativa de esto es que recaemos en un reduccionismo teórico al momento de tratar de evocar al constructivismo como marco global, debido a que el proceso de enseñanza escolar es un proceso dinámico en el que están en juego múltiples factores ajenos al recinto escolar.

El constructivismo se refiere a que el alumno en base a las habilidades mentales inherentes a el “construya” sus conocimientos y significados en base a los contenidos presentados por el profesor, podría considerarse una perspectiva individualista, ya que esta corriente educativa propone que sea el alumno mismo que genere esos conocimientos, ¡Que caos se plantea!, ¿Cómo pretendemos como docentes lograr que los alumnos aprendan lo que pide el currículum oficial si su percepción de la realidad es subjetiva? ¿Cada alumno crea su propio concepto? ¿Cómo saber si es el correcto o el aceptado? ¿Cuál es entonces nuestra función como docente si todo el proceso se centra en el alumno?; eso es lo que pensé al momento de leer este apartado, entonces el constructivismo NO puede ser utilizado como marco global de referencia.

En primer lugar por lo antes mencionado, y en segundo lugar porque este modelo educativo no le da la relevancia que se merecen otros factores externos al proceso de enseñanza-aprendizaje que se da en el aula. El alumno es un universo, un conjunto de ideas y representaciones que no se formaron solo en el recinto escolar, sino también por una interacción familiar y social donde adopto los primeros mecanismos de aprendizaje para adaptarse al grupo al que pertenece.

El autor señala después que no pretende caer en un reduccionismo, solamente postula al constructivismo como el punto de partida para analizar el proceso de enseñanza-aprendizaje y mejorarlo.

Se considera que la educación es el proceso por medio del cual el hombre ha depositado toda la confianza para que las nuevas generaciones desarrollen sus potencialidades pero también sean transmitidos los conocimientos inherentes a la cultura a la que pertenece el sujeto, proceso individualizador y socializador a la vez (aunque suene paradójico).

El alumno debe ser el principal actor de este proceso, debe construir su conocimiento, debe estructurar nuevos conceptos e ideas en base a lo que tiene enfrente y a lo que ya trae en sus conocimientos previos, pero, para lograr que estos conocimientos sean los culturalmente y científicamente aceptados el docente desarrolla aquí un papel de guía, en donde las metodologías que le facilite al alumno permitan que esas construcciones epistémicas sean significativas, es decir, que cambien la estructuras mentales y se presente el conocimiento como algo llamativo y útil para el alumno.

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