Anatomia de un secuestro emocional

ANATOMIA DE UN SECUESTRO EMOCIONAL

Hay momentos en nuestra vida en la cual tenemos dificultades y las tenemos que superar pero muchas veces estas situaciones nos ponen en una sobrecarga emocional y causa que tengamos malas decisiones, pero hay una parte de nuestro cerebro que nos ayuda al aprendizaje y la memoria y esta se llama amígdala. Esta parte de nuestro cerebro nos ayuda también en 2 partes: La pasión que tenemos a ciertas cosas y la afectiva que nos ayuda a crear vínculos de amistad o de amor con nuestra familia y/o amigos.

La amígdala nos ayuda mucho a controlar nuestras emociones y nos ayuda a ponernos en alerta en casos de miedo, o cuando sentimos inseguridad en algunas situaciones y, ante esto, el cerebro secreta hormonas que dicen si luchamos o huimos ante algunas ocasiones de peligro, otra respuesta del cerebro sería que se tensan los músculos para poder tener mayor fuerza y podernos defender.

El sistema sensorial ayuda a la amígdala a cumplir con su tarea como debe ser. Las emociones son rápidas y toscas, en el momento en el que el individuo se encuentra en peligro, los sistemas sensoriales deben de estar alerta y captar toda la información posible para poder tomar la mejor decisión, ya que algunas de ellas serían actuar de manera agresiva o evadirlas.

Este episodio me enseñó que el aprendizaje emocional está ligado a la inteligencia emocional, ya que conforme vas teniendo experiencia con tus propias emociones, las vas adaptando día a día, conforme la situación se va presentando, y esto hace que tomes decisiones cada día más asertivas y se alcance una madurez más alta, para que cuando existan situaciones en donde se deban manejar bien las emociones, ya tengas el conocimiento y puedas manejarlas de la mejor manera, sin ocasionarte daño y a las demás personas, aprovechando al máximo todas las oportunidades que se te presentan a lo largo de este viaje llamado “vida”.

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