Angustia Del Octavo Mes

Angustia del octavo mes de René Spitz:

De acuerdo a René Spitz, entre el 6to.y el 8vo mes se produce un cambio decisivo en la conducta del niño hacia los otros.

En esta etapa, el infante distingue entre amigo y extraño y el niño reacciona hacia lo desconocido.

René Spitz explica que los bebés se angustian cuando la cara que ven no coincide con las huellas mnémicas (lo que tiene en la memoria) del rostro de su madre, que se ha convertido en su objeto amoroso o libidinal. Además, están adquiriendo mayor capacidad de discernimiento, lo que implica un desarrollo del YO en un nivel intelectual superior, por eso los estímulos negativos externos y el desagrado se vuelven más específicos.

El bebé de ocho meses ya distingue entre su propio cuerpo, su persona, y el mundo que lo rodea. Esta etapa es caracterizada por el llanto descontrolado e inexplicable.

Etapas de angustia:

-Primera: reacción del infante al proceso del parto. Aprox. en la 1er. semana se producen manifestaciones de desagrado que en una edad más avanzada pueden originar angustia. A la octava semana de vida las manifestaciones de desagrado se hacen cada vez más claras, pudiendo el niño captar una conexión entre lo que hace y la respuesta del medio. Por el 3er mes se da la etapa de “la llamada” en la que la expresión de las necesidades del niño va seguida de la satisfacción del medio.

-Segunda: Entre el cuarto y sexto mes de vida surge el miedo. En la primera etapa, se manifiesta una relación desagradable cuando la tensión interna perturba el estado de equilibrio. En la segunda etapa, la reacción de temor es provocada por un precepto que el niño ha relacionado con una experiencia desagradable previa.

-Tercera: Al nivel del octavo mes, el displacer adopta la forma de la angustia específica, cuando se acerca al pequeño un desconocido. Se lleva a cabo la integración del yo y la constitución del objeto libidinal.

Conclusión:

Por su nivel de desarrollo emocional, el bebé ahora se diferencia del mundo externo y cuenta con una memoria mucho más viva que le permite diferenciar entre las personas conocidas y las desconocidas.

Hasta este momento, el bebé se concentraba exclusivamente en la satisfacción de sus necesidades.

Ahora, la preferencia por su mama es básica y no tolera su alejamiento. Es por eso que reacciona ante los extraños con su medio de comunicación favorito: el llanto y así demuestra que prefiere estar con la madre.

Para ayudar al bebé en esta etapa a adaptarse, lo mejor es brindarle confianza y seguridad, y enseñarle otro medio de comunicación además del llanto para expresar sus necesidades.

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