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Antes del circulo de Viena


Enviado por   •  31 de Agosto de 2011  •  Tutorial  •  7.375 Palabras (30 Páginas)  •  770 Visitas

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ANTES DEL CIRCULO DE VIENA 

1.      Preliminares históricos

Para no ir muy lejos en la historia, basta para los propósitos de este trabajo simplemente bosquejar algunas de las principales corrientes filosóficas del siglo XIX que precedieron a la formación del Círculo de Viena también llamado “positivismo1[1] lógico”. Para ello, utilizaremos como guía un estudio de J. Padrón (1992) al respecto y también tomaremos algunas orientaciones dadas por E. Bedford (1994).

§         El siglo XIX, precisamente, fue el gran escenario del debate entre el discurso ambiguo y el discurso exacto, entre el dogma y la crítica, entre lo "metafísico" y lo "físico" y, en fin, entre la especulación y la ciencia. Por una parte, en este siglo se aceleraron los descubrimientos generadores de tecnología; pero, por otra parte, el dogma, el escepticismo y el pensamiento ambiguo recibieron un fuerte impulso de parte del romanticismo, el cual pregonaba la desconfianza en la razón y en la capacidad sensorial a favor del sentimiento, la intuición y la emotividad2[2].

§         También surgieron otras dos grandes interpretaciones del conocimiento científico: una, que sitúa la validez del conocimiento en los mecanismos de la razón (racionalismo) aunque todavía afectada por ciertas concesiones a la metafísica; otra, que sitúa esa validez en los datos de los sentidos y de la experiencia (empirismo).

§         La interpretación racionalista del conocimiento científico, asociada comúnmente al método deductivo de descubrimiento y comprobación. En este enfoque se destacan los filósofos y científicos de la época helenística clásica (practicamente todos), los filósofos escolásticos (Sto. Tomás, Duns Scoto...) y ciertos pensadores que conjugaron la filosofía con la lógica y la matemática (Descartes, Leibnitz y Kant, quien específicamente aplicó el término "racionalismo" a su propia posición)....”

§         La segunda interpretación, la empirista, privilegia el método inductivo. El empirismo fue desarrollado principalmente por los filósofos ingleses Locke, Berkeley, Hume y J. S. Mill. También los enciclopedistas franceses tomaron las ideas del empirismo. Surgió como una reacción al racionalismo.

§         Pero fue el empirismo inductivo, mucho más que el racionalismo deductivo, el que evidenció mayores aportes tecnológicos. De hecho, “’la tradición empirista ha sido...antagonista a la metafísica, y le ha dado a al ciencia un alto valor como medio de adquisición de conocimiento” (Bedford, 1994). También, según Bedford, “el establecimiento del empirismo puramente como una tesis sobre la estructura lógica del conocimiento ha sido un importante estímulo importante para el desarrollo de la lógica-matemática” (Ibíd.).

§         “De ahí que el empirismo inductivo, bajo ciertos cánones identificados con la palabra positivismo, se convirtiera en la primera y más influyente interpretación del conocimiento científico en el siglo XX, reaccionando contra el pensamiento anárquico o especulativo y propugnando el conocimiento riguroso, sometido a reglas de validación fundadas en la experiencia constatable” (Padrón 1992).

 

2. El asunto de los conceptos y los enunciados a priori

 

Creemos importante introducir esta parte a fin de preparar el camino para un mejor entendimiento de las discusiones que siguen en la próxima. Nuevamente, por razones prácticas, bosquejaremos las principales ideas al respecto siguiendo a Bedford (1994).

 

Las controversias entre los racionalistas y empiristas tuvieron al menos dos fuentes importantes relacionadas con los conceptos a priori y con los enunciados a priori:

 

Los conceptos a priori

El racionalismo. Los conceptos a priori son ideas que, según se afirma, no se derivan de la experiencia sensible sino que son producidas independientemente por la razón o por el intelecto. Los racionalistas admiten que algunos conceptos son empíricos (por ejemplo que derivamos nuestra idea de lo rojo de nuestra experiencia de ver objetos rojos), pero mantienen que el conocimiento que tenemos del mundo también implica conceptos a priori como los de causa y sustancia.

El empirismo. Bajo este enfoque es fundamental negar la existencia de tales ideas. Los empiristas, por tanto, argumentan que o bien los pretendidos conceptos a priori pueden ser analizados o descompuestos en una combinación de conceptos más simples que se derivan de la experiencia, o bien en ocasiones, de manera más radical, que no son conceptos genuinos (por ejemplo, que «Sustancia», en cuanto que término metafísico, es simplemente una palabra a la que no se puede asignar ningún significado).

Los enunciados a priori

El empirismo. Generalmente se está de acuerdo en que todas las verdades necesarias son a priori puesto que de la experiencia lo único que podemos aprender es que ha ocurrido y que es probable que ocurra, y no que deba ser así. Los empiristas, que creen que no tenemos ningún medio de adquirir conocimiento, excepto mediante la observación de lo que ocurre realmente, afirman que las verdades necesarias son verdaderas por definición, o analíticas.

El racionalismo. Los racionalistas mantienen que algunos enunciados a priori son sintéticos; esto es, que nos dicen algo acerca de la naturaleza del mundo. La aserción “todo evento debe tener una causa” por ejemplo, se ha dicho que es un principio auto evidente de este tipo: a priori porque establece una conexión necesaria, y sintético porque no es simplemente verdadero por definición (como “todo efecto tiene una causa”).

Nota final: Es característico del empirismo negar que la razón pueda asegurarnos la verdad de un enunciado genuinamente sintético y, por tanto, que cualquier proposición pueda ser a la vez a priori y sintética.

 

Como bien apunta Bedford, “como resultado de su desacuerdo en estas cuestiones de principio, racionalistas y empiristas tienen actitudes muy distintas respecto a la ciencia natural y la metafísica”. En otras palabras,

Los racionalistas se han inclinado, hablando en general, a pensar que las creencias basadas en la experiencia estaban infectadas por el error. Para ellos, no se puede obtener el entendimiento del mundo mediante la percepción sensible, que es confusa, sino mediante la especulación metafísica. Pero precisamente porque la metafísica pretende proporcionar conocimiento de una realidad que trasciende la experiencia, la investigación metafísica depende de que tengamos conceptos a priori.

La tradición empirista ha sido por tanto antagonista de la metafísica, y le ha dado a la ciencia un alto valor

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